Dieta en la enfermedad de Alzheimer: ¿qué productos elegir?

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La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad degenerativa del sistema nervioso central. El curso de la enfermedad es progresivo y los pacientes desarrollan síntomas de pérdida de memoria, demencia y alteración de la conciencia. Las causas de la enfermedad no se comprenden completamente, se estima que la influencia está influenciada por factores tanto genéticos como ambientales. El curso de la enfermedad también puede verse afectado por comorbilidades como la enfermedad cardiovascular.

Numerosos estudios confirman el efecto preventivo de la dieta mediterránea en el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer. Esta dieta es rica en verduras y frutas, productos de cereales secundarios (pan integral, sémola), pescado de mar. Se caracteriza por una gran cantidad de fibra vitamínica, flavonoides antioxidantes y ácidos grasos poliinsaturados esenciales de pescado y grasas vegetales, así como un bajo contenido en ácidos grasos saturados de grasas animales.

Por ello, a las personas con Alzheimer, y sobre todo de forma preventiva, se les recomienda una dieta mediterránea. Esta dieta debe limitar el consumo de ácidos grasos saturados. Los ácidos grasos saturados aumentan la concentración de colesterol total y colesterol LDL, tienen un efecto proinflamatorio y aumentan la coagulación de la sangre, contribuyendo así al desarrollo de la aterosclerosis. Grandes cantidades de ácidos grasos saturados se encuentran en productos que contienen grasas animales, como: carnes grasas, carnes grasas, manteca de cerdo, mantequilla, tocino, queso amarillo y procesado, leche grasa, así como aceite de palma y coco.

Las grasas deben provenir del pescado, y una pequeña adición a los platos deben ser los aceites vegetales que contienen ácidos grasos poliinsaturados (aceite de oliva, aceite de colza, aceite de girasol, aceite de linaza). Se ha demostrado que la deficiencia de ácido decosahexaenoico (DHA), un ácido graso poliinsaturado omega-3, puede estar asociada con la aparición de la enfermedad de Alzheimer. Llevar una dieta rica en DHA reduce el nivel de triglicéridos en sangre, además se ha demostrado que su deficiencia puede provocar niveles bajos de serotonina en el cerebro y previene la aparición de los cambios propios de la enfermedad de Alzheimer. Buenas fuentes de omega-3 son los pescados grasos de mar (caballa, arenque, salmón del Atlántico, halibut) y el aceite de soja y el aceite de linaza. Se recomienda comer pescados de mar como la caballa, el arenque y la sardina al menos dos veces por semana por su contenido en ácidos grasos omega-2. En el caso de personas que ya padecen la enfermedad de Alzheimer, la suplementación de DHA en la dieta en forma de suplementos dietéticos puede ser beneficiosa.

Uno de los factores de riesgo para la aparición y el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer pueden ser los altos niveles de homocisteína, cuyos niveles demasiado altos pueden dañar las células nerviosas. La deficiencia de ácido fólico y de vitaminas B conduce a un aumento en el nivel de homocisteína. Buenas fuentes de ácido fólico son las verduras (lechuga, perejil, brócoli) y las frutas, el pan integral y las legumbres (frijoles, guisantes).

Es muy importante tener la cantidad adecuada de verduras y frutas en la dieta que contengan antioxidantes naturales como la vitamina C, los flavonoides. Se atribuyen propiedades antioxidantes particulares a los ingredientes de la fruta de color azul oscuro, como los arándanos, los arándanos y las moras. Se ha demostrado que comer arándanos mejora la memoria en la vejez.

También vale la pena mantener los niveles de colesterol bajos y la presión arterial adecuada. Se deben reducir los productos de origen animal, se deben reemplazar las carnes rojas por aves magras, legumbres y pescado. Reducir el consumo de sal de mesa (agregada a los platos y de productos procesados ​​como embutidos, pan, bocadillos salados) contribuye a disminuir la presión arterial.

Otro ingrediente que puede tener un efecto beneficioso en la prevención y el tratamiento de la enfermedad de Alzheimer es la cúrcuma. El ingrediente natural que se encuentra en los rizomas de esta planta tiene un efecto de apoyo a la destrucción de las proteínas que causan la enfermedad de Alzheimer. La cúrcuma es un ingrediente en las mezclas de especias para llevar.

importante

No todas las dietas son saludables y seguras para nuestro organismo. Se recomienda que consulte a su médico antes de comenzar cualquier dieta, incluso si no tiene ningún problema de salud. Al elegir una dieta, nunca sigas la moda actual. Recuerde que algunas dietas, incl. bajas en nutrientes específicos o que limitan fuertemente las calorías, y las monodietas pueden ser devastadoras para el cuerpo, conllevan un riesgo de trastornos alimentarios y también pueden aumentar el apetito, lo que contribuye a un rápido retorno al peso anterior.

Además, para el buen funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso, necesitas, entre otros, magnesio, zinc, hierro, vitamina B. Aparte de los productos de cereales integrales, las verduras, los frutos secos, las semillas de legumbres, las semillas de calabaza y las semillas de girasol son una buena fuente de estos ingredientes en la dieta. La lecitina es necesaria para la formación de uno de los neurotransmisores y afecta la memoria. Se encuentra en maní, soja, linaza y germen de trigo.

Dra. Katarzyna Wolnicka – dietista especialista, Instituto de Alimentos y Nutrición

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