Niños desorganizados: causas y soluciones al problema

Cosas desparramadas, una agenda olvidada en casa, un turno perdido… Muchos niños, para gran disgusto de sus padres, se comportan de forma totalmente desorganizada. La psicoterapeuta y especialista en desarrollo infantil Victoria Prudey da recomendaciones sencillas y útiles sobre cómo enseñar a un niño a ser independiente.

A lo largo de los años de trabajo como psicoterapeuta, Victoria Prudey conoció a muchos clientes y escuchó sobre casi todos los problemas asociados con su comportamiento y desarrollo. Una de las preocupaciones más comunes entre los padres es la desorganización de sus hijos.

“Cuando los padres con niños vienen a mi oficina, a menudo escucho “quítate la chaqueta, cuelga la chaqueta, quítate los zapatos, ve al baño, lávate las manos”, y unos minutos después los mismos padres se quejan conmigo. que a su hijo o hija constantemente se le olvida la lonchera en casa, la agenda o los cuadernos, constantemente se le pierden libros, gorras y botellas de agua, se le olvida hacer la tarea”, comparte. Su principal recomendación, que siempre sorprende a los padres, es parar. Deja de actuar como un GPS para tu hijo. ¿Por qué?

Los recordatorios de los mayores realmente sirven como un sistema de navegación externo para los niños, guiándolos a través de cada día de la vida. Al trabajar con dicho GPS, los padres asumen la responsabilidad del niño y no le permiten desarrollar habilidades de organización. Los recordatorios literalmente "apagan" su cerebro, y sin ellos el niño ya no está listo para recordar y hacer algo por su propia iniciativa, no tiene motivación.

Los padres aprueban la debilidad innata del niño proporcionando a la descendencia un flujo continuo de orientación.

Pero en la vida real, no tendrá un GPS externo, siempre listo para ayudar a realizar las tareas necesarias y hacer planes. Por ejemplo, un maestro de escuela tiene un promedio de 25 alumnos en una clase y no puede prestar especial atención a todos. Por desgracia, los niños acostumbrados al control externo se pierden en su ausencia, su cerebro no está adaptado para resolver tales problemas de forma independiente.

“Los padres a menudo enfatizan que se les debe recordar precisamente porque el niño es desorganizado”, señala Victoria Prudey. “Pero si los padres durante los últimos cinco años le han recordado constantemente al niño que se lave las manos después del baño, y él mismo todavía no lo recuerda, entonces esa estrategia de crianza no funciona”.

Hay niños que no son naturalmente autoorganizados y padres que se entregan a su debilidad innata, actuando como un GPS y proporcionando a la descendencia un flujo continuo de instrucciones. Sin embargo, recuerda el terapeuta, estas habilidades se pueden enseñar y deben practicarse regularmente, pero no a través de recordatorios.

Victoria Pruday ofrece estrategias para que los padres ayuden a su hijo o hija a usar su propia mente.

El niño debe enfrentar algún día las consecuencias de su desorganización y aprender de sus propios errores.

  1. Enséñele a su hijo a usar el calendario. Esta habilidad le dará confianza en sí mismo y lo ayudará a ser completamente independiente para el día en que tenga que organizar su tiempo independientemente de ti.
  2. Haga una lista de actividades diarias: ejercicio matutino, prepararse para la escuela, hacer la tarea, prepararse para dormir. Esto ayudará a «encender» su memoria y acostumbrarlo a una determinada secuencia.
  3. Piense en un sistema de recompensas por el éxito que su hijo o hija haya logrado en el camino. Cuando descubras que la lista de cosas por hacer se está haciendo sola y a tiempo, asegúrate de recompensarla con un premio o al menos con una palabra amable. El refuerzo positivo funciona mucho mejor que el refuerzo negativo, por lo que es mejor encontrar algo por lo que elogiar que regañar.
  4. Ayúdelo a dotarse de herramientas adicionales para la organización, como carpetas con adhesivos “Tarea. Listo» y «Deberes. Tengo que hacerlo.» Agregue un elemento de juego: al comprar los artículos correctos, deje que el niño elija los colores y las opciones a su gusto.
  5. Conecte a su hijo con sus propios procesos organizativos: haga una lista de compras para toda la familia, clasifique la ropa para lavar, prepare la comida según una receta, etc.
  6. Que cometa errores. Algún día deberá enfrentar las consecuencias de su desorganización y aprender de sus propios errores. No lo siga a la escuela con un diario o una lonchera si los olvida regularmente en casa.

“Ayuda a tu hijo a convertirse en su propio GPS”, se dirige Victoria Prudey a los padres. “Le enseñarás una lección invaluable que será de gran beneficio cuando crezca y comience a hacer frente a responsabilidades mucho más complejas”. Te sorprenderá lo independiente que puede ser tu hijo aparentemente desorganizado.


Sobre la autora: Victoria Prudey es una psicoterapeuta que trabaja con las relaciones entre padres e hijos.

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