Cuando como, soy sordo y mudo: cómo la música afecta nuestro apetito y las decisiones de compra

Raramente pensamos en ello, pero nuestra elección de compra está influenciada por muchos factores, a veces inconscientes. Por ejemplo… nivel de sonido. ¿Cómo influye la música en restaurantes y tiendas en qué y cuándo compramos?

su ambiente

Una serie de estudios realizados en 2019 liderados por Deepian Biswas de la Universidad del Sur de Florida, permitieron rastrear la conexión entre la elección de platos y la música que escuchamos en ese momento. En primer lugar, resultó que la importancia de la «atmósfera de compras», creada por el ruido natural y la música de fondo, ha aumentado significativamente en estos días. Este factor importante distingue el comercio tradicional de las compras en línea.

Pero, ¿la música de fondo influye en las elecciones de compra? Según la investigación, sí. Los científicos han confirmado científicamente lo que sentimos de forma intuitiva: a la hora de elegir los alimentos, varios desencadenantes afectan a nuestro subconsciente: desde la publicidad y los consejos sobre una dieta equilibrada hasta la forma en que se presenta toda esta información.

Uno de los experimentos abordó el tema de la cena y la influencia del medio ambiente en nuestra ingesta de alimentos. Los factores significativos resultaron ser los olores, la iluminación, la decoración del restaurante e incluso el tamaño de los platos y el color de la carpeta de la factura. Y sin embargo, algo que está presente en casi cualquier lugar público. Música.

Sonido, estrés y nutrición

El equipo de Biswas estudió el efecto que tienen la música de fondo y los ruidos naturales en nuestras opciones de productos. Resultó que los sonidos suaves contribuyen a la compra de alimentos saludables y los sonidos fuertes no son saludables. Se trata de aumentar el nivel de excitación del cuerpo como reacción al sonido y al ruido.

La influencia del volumen en la elección de alimentos saludables o no saludables se observó no solo donde las personas cenan o compran una cosa, por ejemplo, un sándwich, sino también en las compras a granel en los hipermercados. ¿Cómo funciona? Se trata de estrés. Basándose en el hecho de que los sonidos fuertes aumentan el estrés, la excitación y la tensión, mientras que los silenciosos promueven la relajación, comenzaron a probar la influencia de varios estados emocionales en la elección de alimentos.

La música alta aumenta el estrés, lo que conduce a hábitos alimenticios poco saludables. Saber esto requiere entrenamiento en autocontrol.

Se ha observado que los niveles elevados de excitación empujan a las personas hacia alimentos ricos en grasas y energía y refrigerios no demasiado saludables. En general, si una persona está molesta o enojada, debido a la pérdida de autocontrol y al debilitamiento de las restricciones internas, es más probable que elija alimentos poco saludables.

Muchos tienden a «agarrar el estrés», para ellos es una forma de calmarse. El equipo de Biswas explicó esto diciendo que los alimentos grasos y azucarados pueden reducir el estrés y la excitación. No se olvide de los productos de cuyo consumo obtenemos un placer especial y con los que se asocian asociaciones positivas. La mayoría de las veces, estamos hablando de alimentos poco saludables que, en virtud del hábito, ayudan a reducir el nivel de estrés fisiológico.

Sea como fuere, la música alta aumenta el estrés, lo que lleva a una alimentación poco saludable. Dado que el nivel sonoro es bastante alto en muchos establecimientos, este dato puede ser importante para quienes siguen un estilo de vida saludable. Pero conocer esta relación requerirá un entrenamiento adicional en el autocontrol.

La música alta es una excusa para dejar el tenedor

La música en los establecimientos de catering es cada vez más fuerte cada año, y Biswas y sus colegas encontraron evidencia de esto. Por ejemplo, en Nueva York, más del 33% de los establecimientos midieron el volumen de la música tan alto que se presentó un proyecto de ley para exigir a los empleados que usaran tapones especiales para los oídos mientras trabajaban.

Los investigadores rastrearon la misma tendencia en los gimnasios estadounidenses: la música en los gimnasios se está volviendo más fuerte. Curiosamente, en Europa hay un proceso inverso: reducir el volumen de la música en los centros comerciales.

Conclusiones de los datos: los restaurantes pueden usar información sobre cómo el medio ambiente afecta al consumidor. Y el consumidor, a su vez, puede recordar acerca de la «elección inconsciente», dictada no por su verdadero deseo, sino, por ejemplo, por el volumen del sonido. Los resultados del estudio de Deepyan Biswas son música para los oídos de aquellos interesados ​​en un estilo de vida saludable. Después de todo, ahora tenemos conocimiento que puede ser el primer paso hacia una nutrición adecuada.

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