disgrafía

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La disgrafía es un trastorno de la escritura, que resulta en letras deformes y espacios sin completar. Esta alteración del lenguaje escrito se refiere a las habilidades mecánicas asociadas con la escritura cursiva, más comúnmente conocida como "escritura adjunta".

La disgrafía a menudo da como resultado la pérdida de la confianza en uno mismo y la reducción del rendimiento académico. Y, a pesar de la importancia de las computadoras en la vida cotidiana, la escritura legible sigue siendo una habilidad esencial en la vida cotidiana. La reeducación de la escritura puede remediar esta discapacidad de aprendizaje. Otra alternativa: el uso, en clase, del ordenador, para compensar las dificultades del niño disgráfico. 

¿Qué es la disgrafía?

Definición de disgrafia

La definición que da el neuropsiquiatra francés Julian de Ajuriaguerra de disgrafía es bastante completa: "Es disgráfico un niño en el que la calidad de la escritura es deficiente cuando ningún déficit neurológico o intelectual puede explicar esta deficiencia".

La disgrafía es, por tanto, un trastorno persistente en la realización del gesto gráfico, que afecta a la forma de escribir, pero también a su velocidad de ejecución.

En particular, puede ser parte de la sintomatología de los trastornos de propiocepción: la capacidad de determinar la posición de partes del cuerpo, así como la amplitud o dirección de sus movimientos, sin el apoyo de señales visuales o auditivas.

Causas de la disgrafia

  • Factores intrínsecos:

La tarea de escribir es compleja e implica muchas habilidades. En el gesto de la escritura están en juego habilidades como el control de la motricidad fina, la bilateralidad, la integración visuoespacial o incluso la planificación del movimiento. También interfieren con la calidad de la manipulación de las manos, las de percepción visual y propiocepción, ya mencionadas, así como la capacidad de atención sostenida. La facultad de sensibilidad de los dedos también juega un papel importante.

La disgrafía se puede explicar por el fracaso de una o más de estas habilidades, llamadas factores intrínsecos.

  • Factores extrínsecos:

También pueden estar implicados factores extrínsecos, de naturaleza biomecánica o relacionados con el medio ambiente: tipo de bolígrafo o papel utilizado, altura entre silla y escritorio, volumen de escritura necesario, etc. 

Diagnóstico de disgrafía: aspectos cualitativos y cuantitativos

El diagnóstico de disgrafía combina herramientas válidas y estandarizadas con observaciones informales, como las que puede realizar en el aula el docente.

  • Para evaluar la calidad de la escritura, la puntuación de disgrafía BHK, establecida en 2002, tiene en cuenta la calidad del dibujo, la de la reproducción de la letra, como su tamaño, forma o proporción, y la secuencia de letras entre ellas, manteniendo la línea, o la organización en la página ... 
  • El aspecto cuantitativo de la escritura también está determinado por el BHK, o por las velocidades de escritura de Lespargot, establecidas en 1981 y recalibradas en 2008. Estas pruebas situarán al niño en relación con su grupo de edad o edad. nivel escolar, determinando la intensidad de su desviación de la norma. De este modo se puede detectar fatiga, baja resistencia o ralentización de la velocidad de escritura con el tiempo.
  • Además, la llamada prueba de aceleración de escritura de Ajuriaguerra evaluará el grado de automatización, que permite o no permite la aceleración del ritmo de escritura. Por lo tanto, un rendimiento más bajo, sinónimo de automatización insuficiente, requerirá una mayor carga de atención.

Estos trastornos del lenguaje escrito, que interfieren con la legibilidad pero también con la velocidad de la escritura, se evalúan mediante una evaluación de logopedia, que ayudará en el diagnóstico de disgrafía, señalando registros deletéreos. Finalmente, a veces, este diagnóstico requiere la opinión de un médico, muchas veces un neuropediatra, que considera todas las valoraciones realizadas por los profesionales: psicólogo, oftalmólogo, ortoptista, logopeda, psicomotor, etc.

Personas afectadas por disgrafía

Entre el 10 y el 30% de los niños en edad escolar se ven afectados por la disgrafía. Los niños se ven más afectados que las niñas. Así, estudios realizados en niños de 7 y más años han mostrado, comparativamente, una disminución significativa de la calidad y velocidad de escritura en los niños.

Factores de riesgo de disgrafía: prematuridad o hiperactividad

Los niños nacidos prematuramente son más propensos a la disgrafía que los niños nacidos a término. En particular, la disminución de sus capacidades sensoriales a nivel de los dedos. Otro factor de riesgo: hiperactividad. Aproximadamente el 50% de los niños hiperactivos con déficit de atención tienen problemas con la coordinación motora fina.

Los síntomas de la disgrafia

La escritura a mano y su funcionalidad se evalúan con base en tres criterios: velocidad, legibilidad y costo cognitivo.

Coste cognitivo de la disgrafía: síntomas principales

La disgrafía genera así un importante coste cognitivo, del que se pueden valorar diversos síntomas incluso de forma bastante informal, como por ejemplo:

  • hipertonía, un aumento exagerado del tono muscular. Esta tensión en un músculo en reposo a veces también se asocia con dolor.
  • Se pueden observar sinquinesias: la contracción involuntaria de músculos, asociada a movimientos de otros músculos, voluntarios o reflejos.
  • A menudo se observa una fatiga anormal, así como una degradación de la escritura a mano durante la tarea.

Otros síntomas

Además, con frecuencia se detectan síntomas psicológicos, en particular falta de confianza o autoestima. La disgrafía también puede revelar una dificultad para aceptar una restricción o para expresarse.

Tratamientos para la disgrafía

Se pueden combinar varios enfoques en el tratamiento de la disgrafía.

Tratamiento principal para la disgrafía: rehabilitación de la escritura

Las sesiones de grafoterapia, realizadas por un logopeda, un psicomotor o un grafopedagogo, permitirán al niño reeducar su escritura. La actividad de escribir movilizando tanto funciones motoras como funciones psíquicas, la grafoterapia tendrá como objetivo mejorar su escritura y, al mismo tiempo, el comportamiento del niño.

  • Durante estas sesiones, la relajación puede acompañar a los ejercicios gestuales de escritura y gráficos.
  • Estos ejercicios se realizarán de forma divertida.
  • Se integrarán ejercicios de corrección postural, mejorando el contorno realizado por el niño gracias a la colocación de su cuerpo.
  • Los ejercicios de motricidad permitirán trabajar el desprendimiento muscular y la manipulación de objetos.
  • Varios ejercicios pre-gráficos ayudarán al niño a adquirir facilidad y fluidez de movimiento.
  • Los ejercicios de cifrado se centrarán en el miembro que escribe, mediante la realización de formas, líneas continuas, sinusoides, guirnaldas ...
  • Finalmente, los ejercicios de caligrafía permitirán al niño aprender a escribir correctamente, jugando con factores como el medio de escritura, los instrumentos, y ofreciendo ejercicios de escritura: escritura rítmica o ciega, variación del tamaño de la letra, etc.

Soluciones contra la disgrafía en el aula

En el aula, el maestro puede hacer arreglos para el alumno disgráfico, tales como:

  • Proporcionar fotocopias y textos en blanco, para una correcta toma de notas. 
  • Adapte las herramientas de escritura mediante líneas de colores, cuadernos con mayor espaciado.
  • Apoyar la reproducción de figuras geométricas.
  • Asegúrese de desarrollar el placer de escribir ...
  • Por último, se le puede ofrecer al niño el uso de una computadora.

Usar computadoras en el aula para compensar la disgrafía

De hecho, la computadora puede ser un medio de compensación en niños con disgrafía. Porque aunque la reeducación de los gráficos le permita mejorar su rendimiento, tanto en legibilidad como en velocidad, el coste cognitivo que persiste es tal que corta considerablemente la atención del niño.

“En la escuela, el niño en situación de escritura no rentable permanece parasitado por la producción del registro escrito, y ya no tiene recursos suficientes para enfocarse en la tarea conceptual”, subrayan las terapeutas ocupacionales Anne-Laure Guillermin y Sophie Leveque-Dupin. Ellos especifican que “El gesto de escritura se puede compensar escribiendo en el teclado, que sigue siendo un acto motor más simple incluso si debe automatizarse”.

Estos dos profesionales, que también son formadores, insisten en el protocolo de instalación de la herramienta informática, que “Requiere que el niño adquiera suficiente velocidad de mecanografía, y que su computadora le permita responder a todas las situaciones escolares”.

Finalmente, a condición de que no se convierta por el contrario en una sobrecapacidad, el ordenador, liberando al niño del gesto de escribir, aumentará su capacidad de atención para otras tareas cognitivas.

Medicina herbaria: flores de Bach recomendadas para la disgrafía.

Las hierbas medicinales, y en particular las flores de Bach, también podrían proporcionar un impulso salvador frente a las dificultades del niño disgráfico: esto es lo que sugiere la consejera aprobada Françoise Quencez, en su libro Mejor vida escolar con flores de Bach.

Para los niños que padecen trastornos de la escritura, se recomendará especialmente lo siguiente:

  • Sceleranthus (respiración), flor del equilibrio emocional que actúa sobre la indecisión y la falta de coordinación,
  • Chestnut Bud, del grupo “Desinterés por el presente”, útil ante dificultades de aprendizaje.

Prevenir la disgrafia

El neurocientífico Bernard Sablonnière lo describió bien: “El cerebro es tan plástico que los mecanismos relacionados con el aprendizaje y el desarrollo de la capacidad cerebral son inseparables”. Existen lo que él llama ventanas de aprendizaje, es decir, “períodos propicios para determinadas habilidades de aprendizaje”..

Esta noción de ventana de receptividad para el aprendizaje se encuentra para la motricidad fina, óptima entre los tres y los dieciocho meses: la edad a la que el niño necesita entonces tocar, presionar… y estimular diversas habilidades a través del ejercicio puede modificar el programa. Bernard Sablonnière también es categórico: “Si los niños de tan solo tres meses de edad son entrenados para reconocer y agarrar objetos con la ayuda de ejercicios apropiados, adquieren habilidades motoras antes de lo que lo haría el desarrollo normal de las conexiones de la corteza motora. o a partir de los cinco meses. "

Desde temprana edad ejercitar a los niños en gestos gráficos de todo tipo, dibujar, juegos de plástico, agarrar, y hacer que manipulen y recojan objetos, asegurándose en lo posible de limitar su exposición a las pantallas, que corren el riesgo de debilitar su potencial psicomotor. son todos caminos a seguir para promover un mejor desarrollo motor en el futuro en los niños. ¿Y permitirle, tal vez, evitar los inconvenientes que le provoca la disgrafía, como, probablemente todavía con demasiada frecuencia, el de ser llamado “vago” o “torpe”?

Las causas de la disgrafía, ciertamente complejas, son multifactoriales. Sin embargo, es una desventaja superable, una vez detectada y atendida. La capacitación diaria en escritura a mano en la escuela primaria es la primera línea de prevención, que respalda aún más la competencia ortográfica. 

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