Antes de que el ley de bioética aprobado por la Asamblea Nacional el 29 de junio de 2021, la autoconservación de los ovocitos solo fue autorizada en dos situaciones: para las mujeres que iban a someterse a un tratamiento oncológico y para las que deseaban donar sus ovocitos a otras. Desde 2021, cualquier mujer puede ahora, sin ningún motivo médico, pedir la autoconservación de sus ovocitos. Si las disposiciones precisas se definen por decreto, la estimulación y la punción se pueden cuidar por la Seguridad Social, pero no por la conservación, estimada en unos 40 euros anuales. Solo los establecimientos de salud pública, o en su defecto los establecimientos privados sin fines de lucro, están autorizados a realizar esta intervención. En Francia, los gemelos Jérémie y Keren son los primeros bebés que nacen con este método.
Vitrificación del ovocito
Hay dos métodos para almacenar ovocitos: congelación y vitrificación. Este último método de congelación ultrarrápida de ovocitos es muy eficiente. Se basa en un descenso de temperatura sin la formación de cristales de hielo y permite obtener más huevos fecundables tras la descongelación. El primer nacimiento, gracias a este proceso, tuvo lugar en marzo de 2012 en el hospital Robert Debré de París. El bebé nació de forma natural a las 36 semanas. Pesaba 2,980 kilos y medía 48 cm. Esta nueva técnica reproductiva representa una esperanza real para las mujeres que desean preservar su fertilidad y convertirse en madres, incluso después de un tratamiento intenso.