Amigos del hombre: los dueños de perros sufren menos soledad

Lo que los “amantes de los perros” saben desde hace mucho tiempo se está convirtiendo nuevamente en el tema de la investigación científica. Ahora está oficialmente comprobado que la comunicación con los perros mejora el estado de ánimo y el estado general de sus dueños.

Un nuevo proyecto de la Universidad de Sydney ha dado un peso extra a la conocida expresión “un perro es el mejor amigo del hombre”. Sus resultados mostraron que las personas experimentan sentimientos reducidos de soledad desde los primeros tres meses después de tener un perro.

El proyecto PAWS

PAWS es un estudio controlado a largo plazo de la relación entre tener perros como mascotas y el bienestar mental en la sociedad. Sus datos se publicaron recientemente en el recurso de salud pública de BMC. Durante un período de ocho meses, 71 residentes de Sydney participaron en el estudio.

El proyecto comparó los puntajes de bienestar mental de tres grupos de participantes: aquellos que habían adoptado un perro recientemente, aquellos que tenían la intención de hacerlo pero aguantaron durante el período de estudio de ocho meses y aquellos que no tenían intención de tener un perro. .

Conclusiones principales

Los psicólogos del Centro Charles Perkins de la Universidad descubrieron que los nuevos dueños de perros reportaron una reducción en la soledad dentro de los tres meses posteriores a la adopción de una mascota, un efecto positivo que duró al menos hasta el final del estudio.

Además, los participantes del primer grupo también experimentaron una reducción del mal humor, como menos tristeza o miedo. Pero los científicos aún no han encontrado evidencia de que la apariencia de un perro afecte directamente el nivel de estrés y los síntomas de ansiedad y depresión.

Según Lauren Powell, autora principal del proyecto, el 39% de los hogares australianos tienen perros. Este pequeño estudio arroja luz sobre los posibles beneficios que los amigos de una persona aportan a sus anfitriones.

“Algunos proyectos anteriores han demostrado que las interacciones entre humanos y perros brindan ciertos beneficios, como en los hogares de ancianos donde los perros ayudan con la terapia del paciente. Sin embargo, hasta ahora se han publicado relativamente pocos estudios en el mundo sobre la interacción diaria de una persona con un perro en el hogar, dice Powell. “Si bien no podemos precisar exactamente cómo tener un perro e interactuar con él tiene un impacto positivo en nuestros participantes, tenemos algunas especulaciones.

En particular, muchos de los nuevos “dueños de perros” del primer grupo informaron que a través de caminatas diarias se reunían y establecían contactos con sus vecinos de la zona”.

También se sabe que las interacciones entre humanos y perros a corto plazo mejoran el estado de ánimo, por lo que es probable que con interacciones más frecuentes y regulares, los efectos positivos se sumen y conduzcan a mejoras a largo plazo.

En cualquier caso, el propio modelo de investigación minimizó la probabilidad de una relación inversa, es decir, se encontró que no es una mejora en el estado de ánimo lo que conduce a la decisión de tener una mascota, sino que, por el contrario, es la apariencia. de un amigo de cuatro patas que ayuda a una persona a encontrar emociones positivas.

¿Por qué son importantes estos hallazgos?

El coautor principal del proyecto, el profesor de la Facultad de Medicina y Salud Emmanuel Stamatakis se centra en el factor social. Él cree que en el mundo agitado de hoy, muchos han perdido su sentido de comunidad y el aislamiento social solo aumenta con el tiempo.

“Si tener un perro te ayuda a salir más, conocer a otras personas y conectarte con tus vecinos, es beneficioso para todos”, agrega, “lo cual es especialmente importante en la vejez, cuando el aislamiento y la soledad a menudo aumentan. Pero este es uno de los factores de riesgo para la aparición de enfermedades cardiovasculares, el principal factor de riesgo para el cáncer y la depresión.

¿Cuáles son los siguientes pasos?

Los psicólogos reconocen que se necesita más investigación para comprender las complejidades de la relación entre tener un perro y la salud mental de una persona.

“Esta área es nueva y en desarrollo. Encontrar una manera de evaluar la relación y tenerla en cuenta es solo la mitad del problema, más cuando consideras que la relación de cada persona con un perro puede ser diferente”, comentan.

El grupo también está investigando actualmente el impacto de tener perros en los patrones de actividad física de sus dueños. El Grupo de Investigación sobre Propiedad de Perros y Salud Humana del Centro Charles Perkins reúne a expertos en salud pública, actividad física y ejercicio, prevención de enfermedades, cambio de comportamiento, psicología de la salud, interacciones entre humanos y animales y salud canina. Uno de los objetivos es determinar cómo se pueden aplicar de forma práctica los beneficios de la compañía canina en el campo de la salud pública.

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