Gammapatía

Gammapatía

La gammapatía monoclonal (GM) se define por la presencia en el suero y / o la orina de una inmunoglobulina monoclonal. Puede asociarse con una hemopatía maligna; de lo contrario, se denomina gammapatía monoclonal de significado indeterminado (GMSI).

Para el diagnóstico, los exámenes microbiológicos permiten identificar la inmunoglobulina monoclonal en sobreabundancia. Las manifestaciones clínicas, biológicas y radiológicas pueden apuntar a una hemopatía, mientras que el diagnóstico de una GMSI es un diagnóstico diferencial.

¿Qué es la gammapatía monoclonal?

Definición

La gammapatía monoclonal (GM) se define por la presencia en el suero y / o la orina de una inmunoglobulina monoclonal. Las inmunoglobulinas son proteínas del plasma humano que tienen propiedades inmunitarias. Se sintetizan en células plasmáticas, células del sistema linfoide que se forman en el bazo y los ganglios linfáticos. Por lo tanto, GM da testimonio de la proliferación de un clon de células plasmáticas que produce una inmunoglobulina monoclonal.

Tipos

Los GM se pueden clasificar en 2 categorías:

  • Gammapatías monoclonales asociadas con neoplasias hematológicas
  • Gammapatías monoclonales de significado indeterminado (GMSI)

Causas

Para las gammapatías monoclonales asociadas a hemopatías malignas, las principales causas son:

  • Mieloma múltiple: tumor de la médula ósea formado por la proliferación de células plasmáticas anormales.
  • Macroglobulinemia (enfermedad de Waldenström): presencia en cantidades anormales en el plasma de macroglobulina
  • Linfoma B

GMSI puede asociarse con diversas patologías no malignas:

  • Enfermedades autoinmunes (poliatritis reumatoide, síndrome de Sjögren, lupus sistémico)
  • Infecciones virales (mononucleosis, varicela, VIH, hepatitis C)
  • Infecciones bacterianas (endocarditis, osteomielitis, tuberculosis)
  • Infecciones parasitarias (leishmaniasis, malaria, toxoplasmosis)
  • Enfermedades crónicas como colecistitis crónica (inflamación de la vesícula biliar)
  • Varias otras afecciones como hipercolesterolemia familiar, enfermedad de Gaucher, sarcoma de Kaposi, liquen, enfermedad hepática, miastenia grave (trastorno de la transmisión de los impulsos nerviosos del nervio al músculo), anemia o tirotoxicosis.

Diagnóstico

Los transgénicos a menudo se detectan de manera incidental, durante las pruebas de laboratorio realizadas por otras razones.

Para identificar el agente monoclonal sobreabundante, las pruebas más útiles son:

  • Electroforesis de proteínas séricas: técnica que permite identificar y separar las proteínas de un suero bajo la acción de un campo eléctrico.
  • Inmunofijación: técnica que permite la detección y tipificación de inmunoglobulinas monoclonales.
  • Ensayo de inmunoglobulina: un proceso que separa las proteínas del plasma y las identifica sobre la base de las reacciones inmunológicas detectables que producen.

Luego, el diagnóstico pasa por buscar la causa de la transgénica. Varias manifestaciones clínicas, biológicas o radiológicas deben sugerir mieloma múltiple:

  • Pérdida de peso, dolor óseo inflamatorio, fracturas patológicas.
  • Anemia, hipercalcemia, insuficiencia renal

Otras manifestaciones apuntan inmediatamente a una hemopatía:

  • Linfadenopatía, esplenomegalia
  • Anormalidades en el recuento sanguíneo: anemia, trombocitopenia, linfocitosis excesiva
  • Síndrome de hiperviscosidad

GMSI se define como GM sin ningún signo clínico o de laboratorio de malignidad hematológica. En la rutina clínica, este es un diagnóstico de exclusión. Los criterios utilizados para definir una GMSI son:

  • Tasa de componente monoclonal <30 g/l 
  • Estabilidad relativa en el tiempo del componente monoclonal 
  • Nivel sérico normal de otras inmunoglobulinas
  • Ausencia de daño óseo destructivo, anemia y trastornos renales.

La incidencia de GMSI aumenta con la edad del 1% a los 25 años a más del 5% después de los 70 años.

Los síntomas de la gammapatía monoclonal

La GMSI suele ser asintomática. Sin embargo, el anticuerpo monoclonal puede unirse a los nervios y causar entumecimiento, hormigueo y debilidad. Las personas con la afección tienen más probabilidades de sufrir destrucción del tejido óseo y fracturas.

Cuando la GM se asocia con otra enfermedad, los síntomas son los de la enfermedad.

Además, las inmunoglobulinas monoclonales pueden causar complicaciones relativamente raras:

  • Amiloidosis: depósitos de fragmentos de proteínas monoclonales en diferentes órganos (riñones, corazón, nervios, hígado) que pueden ser la causa del fallo de estos órganos.
  • Síndrome de hiperviscosidad plasmática: es responsable de trastornos de la visión, signos neurológicos (dolor de cabeza, mareos, somnolencia, trastornos de la vigilancia) y signos hemorrágicos.
  • Crioglobulinemia: enfermedades provocadas por la presencia en la sangre de inmunoglobulinas que se precipitan cuando la temperatura es inferior a 37 °. Pueden producir manifestaciones cutáneas (púrpura, fenómeno de Raynaud, necrosis de extremidades), poliartralgia, neuritis y nefropatías glomerulares.

Tratamientos de gammapatía monoclonal

Para las IMG, no se recomienda ningún tratamiento. Estudios recientes muestran que los IMGT con pérdida ósea asociada pueden beneficiarse del tratamiento con bifosfonatos. Cada 6 a 12 meses, los pacientes deben someterse a un examen clínico y realizar electroforesis de proteínas en suero y orina para evaluar la progresión de la enfermedad.

En otros casos, el tratamiento es el de la causa.

Prevenir la gammapatía monoclonal

En una proporción de hasta el 25% de los casos, se observa la evolución de un GMSI hacia una enfermedad hematológica maligna. A las personas con GMSI se les hace un seguimiento con exámenes físicos, de sangre y, a veces, de orina aproximadamente dos veces al año para verificar la posible progresión a una condición cancerosa. Si la progresión se descubre temprano, los síntomas y las complicaciones se pueden prevenir o tratar antes.

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