Felices para siempre: 6 consejos para jubilarse sin destruir las relaciones

Sí, tarde o temprano les pasará a todos: dejar el trabajo, una nueva vida en la jubilación, un mar de uXNUMXbuXNUMXbtiempo libre y… la presencia constante de un esposo o esposa en casa, a tu lado. Y esto, como muchos descubren de repente por sí mismos, puede ser una prueba seria. La psicóloga Katherine King explica lo que se debe hacer para mantener una relación fuerte y cálida.

Después de años de trabajo, finalmente puede relajarse y no tener prisa por la mañana. Probablemente te sientas aliviado, animado, ansioso y un poco triste. Y también comprende que la jubilación significa la posibilidad de pasar mucho más tiempo en casa con su cónyuge. Al principio, esto agrada, pero semana tras semana pasa, y la imagen de reuniones conjuntas en la cocina o frente al televisor deja de ser tan optimista.

La jubilación realmente puede complicar un matrimonio, incluso uno relativamente fuerte. Durante años has estado equilibrado, y ahora, de repente, el equilibrio está fuera de lugar. En mi práctica de terapia, he conocido a bastantes parejas que han pasado por este período difícil. Estas son las recomendaciones que más a menudo doy a mis clientes.

1. Se paciente

Los últimos meses antes y los primeros después del final de una carrera se pueden comparar con una verdadera montaña rusa en términos de intensidad de emociones. Incluso si ha estado esperando este momento durante mucho tiempo, esto no niega el estrés severo y la aparición de los pensamientos y sentimientos más inesperados asociados con él.

De hecho, la jubilación es tan importante, un punto de inflexión en la vida como una boda o el nacimiento de un hijo. La alegría en este caso está siempre asociada a la ansiedad y a un gran estrés interior. Por lo tanto, muéstrense un poco más de simpatía de lo habitual, especialmente si ambos se jubilaron recientemente.

2. Nota cambios en tus pensamientos, sentimientos y comportamiento

¿Se ha dado cuenta de que bebe más, compra con más frecuencia y se enfada por tonterías? ¿Qué hay de su cónyuge? Estas pueden ser señales de que a uno o a ambos les resultó demasiado difícil construir una nueva vida después de la jubilación, o que su relación está cambiando como resultado de estos eventos.

Si nota estos cambios, asegúrese de prestar más atención a sus formas saludables habituales de lidiar con el estrés y/o pruebe otras nuevas: llevar un diario, técnicas de meditación o prácticas religiosas, excursiones o visitar a un terapeuta que lo ayude a superar la crisis. Sugiérele lo mismo a tu pareja si notas que tiene problemas similares.

Organice caminatas durante las cuales se turnarán para hablar sobre cómo se siente y cómo está pasando su jubilación. Es importante dividir el tiempo equitativamente para que un compañero hable durante la primera mitad de la caminata y el otro en el camino de regreso. No se interrumpan para que todos puedan hablar y ser escuchados. Dé consejos y comentarios solo cuando el socio lo solicite directamente.

3. No tomes grandes decisiones

Durante las tormentas emocionales, es muy importante evitar los movimientos bruscos al tomar decisiones importantes en la vida. Puede tener peleas violentas, ocurrirán una tras otra durante varios meses, y luego habrá una tentación de aceptar el hecho de que el matrimonio no es viable.

Una caída repentina en los ingresos también puede asustar a un cónyuge y es posible que desee cambiar radicalmente su estilo de vida y/o mudarse a un lugar donde el costo de vida sea más bajo.

Tales sentimientos pueden convertirse en fuente de serios conflictos. Tómense su tiempo y prométanse mutuamente que no tomarán decisiones importantes durante un período de tiempo determinado (idealmente de seis meses a un año). Con el tiempo, las posibles opciones se pueden discutir entre ellos y con expertos en un campo en particular.

4. No esperes que tu pareja te entretenga.

Su cónyuge tiene sus propias actividades y asuntos, a los que ha estado dedicando tiempo todos los días durante muchos años. Respetad los hábitos del otro cuando os jubiléis y ambos estéis en casa. Tómese un tiempo para conocer cómo le gusta pasar el día a su pareja y qué le gusta hacer a usted. Si cada uno de ustedes tiene una idea de sus propias preferencias, les será más fácil encontrar formas de coordinar sus horarios para que se adapten a todos.

5. Redescubrete a ti mismo y tus intereses

Muchas personas están tan absortas en su trabajo durante años que olvidan cómo les gusta pasar su tiempo libre. Es posible que haya renunciado a sus pasatiempos favoritos pero que requieren mucho trabajo o tiempo (p. ej., hornear, tocar un instrumento musical, jardinería) por actividades más simples que lo dejen con energía al final de un largo día de trabajo (p. ej., mirar televisión ).

Ahora que ya no necesita trabajar, es hora de pensar en cómo disfruta realmente pasar su tiempo libre. ¿Qué te hace feliz, qué has querido hacer siempre? Busque actividades que sean productivas y le den placer o un sentido de significado. Prepárate para sorprenderte, redescubrirte. Este es un regalo tanto para ti como para tu pareja, que puede inspirarse en tu nueva actividad, tanto que incluso quiera participar en ella.

6. Sean curiosos y apóyense mutuamente

Para un esposo y una esposa que han vivido juntos durante mucho tiempo, es fácil suponer que se han estudiado a fondo. Desafortunadamente, esto conduce a una pérdida de curiosidad y apertura, lo que finalmente los sofoca tanto a usted como a su matrimonio. Es aburrido y agotador predecir siempre el comportamiento de tu pareja y asumir que él o ella nunca cambiará. Esta actitud puede incluso ser contraproducente, ya que nuestros cambios muchas veces pasan desapercibidos y subestimados.

Dése más espacio para relajarse. Recuerda que pasaste muchas horas de tu vida separados mientras trabajabas, y por lo tanto probablemente hay muchas cosas en la vida de una pareja que no conoces. Suponga que su cónyuge continúa cambiando, cultive la curiosidad sobre qué y cómo le está sucediendo. Busque maneras de apoyarse y animarse mutuamente para que sus años de jubilación sean lo más felices posible para ambos.


Acerca del autor: Katherine King es psicóloga clínica y psicóloga y profesora asociada de psicología en William James College, y enseña gerontología, desarrollo del desarrollo y ética.

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