Trasplante de madreselva en otoño.

Trasplante de madreselva en otoño.

La madreselva en un lugar puede crecer durante mucho tiempo. Pero sucede que se hace necesario trasplantarlo a un nuevo lugar por alguna razón. Su peculiaridad es que el arbusto enraiza bien no solo a una edad temprana, sino también como planta adulta. Los expertos coinciden en que la madreselva debe trasplantarse en el otoño. Pero en la primavera, este procedimiento no es peor.

Trasplante de madreselva en otoño: matices y características.

Para el momento correcto de trasplantar cualquier planta, es necesario conocer los ciclos de su vida. La madreselva se despierta en un momento en que la temperatura del aire alcanza una marca positiva. Esto puede suceder no solo en primavera sino también en invierno. Con el inicio de las heladas, su desarrollo se detiene y continúa con el próximo calentamiento.

Trasplantar madreselva en otoño tiene una serie de ventajas, ya que la planta tiene la capacidad de enraizar bien y tolera el invierno con mayor facilidad.

El momento de la transferencia depende de la región. En la mayoría de los casos, es mejor hacerlo en la segunda quincena de septiembre. Pero antes del inicio de las heladas, la planta debe enraizarse bien, por lo que debe tener en cuenta el clima de su área en particular.

En la primavera, el arbusto echa raíces dolorosamente. Esto se debe al hecho de que después del despertar de los riñones, no tiene la fuerza suficiente para un desarrollo completo. Cuidarlo será más problemático.

Si desea obtener buenos rendimientos de su madreselva en el futuro, debe plantar varias y diferentes variedades de plantas. El hecho es que casi todos estos arbustos necesitan un polinizador en el vecindario. De lo contrario, no habrá ovario. Al trasplantar una planta adulta, necesita podar las ramas en 1/3 de la longitud. Es necesario excavar con un trozo de tierra del lugar anterior, para no dañar el sistema de raíces una vez más.

Trasplantar un arbusto de madreselva a un nuevo lugar: ¿cómo cuidar?

Según su principio, trasplantar un arbusto no es diferente de plantarlo. Lo único a considerar: la separación o excavación de la planta debe realizarse con el mayor cuidado posible, sin dañar ninguna de sus partes. Después de plantar, la madreselva debe estar bien regada y cubierta con mantillo. Bien utilizado como mantillo:

  • Paja;
  • hojas;
  • heno.

Al arbusto no le gusta el exceso de humedad, pero no es necesario dejar de regar en absoluto. A medida que se seca la capa superior de la tierra, se vierte un balde de agua debajo de cada arbusto.

Para que el oxígeno pueda fluir libremente a las raíces, el suelo debe aflojarse a tiempo y evitar la formación de una costra.

La madreselva está ganando popularidad entre los jardineros. No es nada difícil cuidar de ella, el arbusto echa raíces bien. No solo puede decorar el sitio con dignidad, sino también complacer con bayas deliciosas y muy saludables.

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