Equitación para niños a partir de 4 años

Equitación: mi hijo puede practicarla a partir de los 4 años

Un vínculo natural. Muchos adultos desconfían de los caballos (demasiado grandes, temerosos, impredecibles…) y temen que sus hijos se les acerquen. Para superar esta aprensión, vaya a un club y observe: la mayoría de los caballos son muy amables con los pequeños. Se adaptan a su tamaño y están muy atentos a ellos. En cuanto a los niños, con su natural espontaneidad, a menudo se acercan al caballo sin aprensión ni miedo. El animal lo siente, de ahí un vínculo profundo entre ellos. El niño integra rápidamente las reglas de acercamiento y precaución hacia el animal.

Visitar. Otra forma de familiarizarse con el caballo: una breve visita al Museo del Caballo Vivo en Chantilly les permitirá aprender sobre los caballos. Varias salas familiarizan con su historia, su uso, la forma de montarlos o cuidarlos, las diferentes razas equinas. Al finalizar el curso, una demostración didáctica de doma clásica interesará a grandes y pequeños. También podemos acercarnos a los caballos en su box.

Espectáculos. Incluso si no practica la equitación, se sorprenderá. Durante todo el año, en el Museo del Caballo Vivo en Chantilly se ofrecen magníficos espectáculos con caballos y jinetes disfrazados. Rens. Teléfono. : 03 44 27 31 80 o http://www.museevivantducheval.fr/. Y cada año, en enero, Aviñón se convierte en la capital mundial del caballo para la feria Cheval Passion. (http://www.cheval-passion.com/)

Una primera iniciación con el pony bebé

En video: Equitación para niños a partir de 4 años

El pony bebé.

La mayoría de clubes acogen a niños a partir de los 4 años para una primera iniciación. Algunos clubes incluso ofrecen baby pony, a partir de los 18 meses. En este enfoque tan particular, el niño aprende sobre todo mediante la mímica, primando el lenguaje de signos sobre el lenguaje oral. Integra así la parada, el avance e imita en el caminar el “stand-sit” del trote que luego adquiere muy rápidamente. Desde los 3 años hasta los 3 años y medio es capaz de galopar. El niño pequeño aprende sobre todo a través de sus sensaciones, la experiencia corporal que promueve la memoria del gesto correcto. Contacto: Federación Ecuestre Francesa: www.ffe.com

Una forma de hacerlo responsable.

¿Vestirlo, alimentarlo, barrer su cubículo? Cuidar un pony o un caballo es un trabajo real en el que los niños pueden participar desde muy temprano, siempre y cuando siga siendo un placer. En contacto con el animal, el niño aprende a ser suave y firme al mismo tiempo. No se trata de dejarse llevar por la punta de la nariz por el pony. El jinete en ciernes debe tener autoridad, aprender a ser respetado, sin dejar de ser justo y equitativo. Por lo tanto, la equitación desarrolla la fuerza de voluntad y la toma de decisiones. El niño aprende a actuar, a guiar, en definitiva a dominar a su caballo. Así se vuelve más autónomo y forja un vínculo relacional muy fuerte.

Equitación: un deporte muy completo

Múltiples ventajas. Montar fortalece el equilibrio, la coordinación, la lateralización y la concentración, imprescindibles para permanecer en el sillín y ser obedecido. Para los niños muy tonificados, esta es una excelente manera de aprender a canalizar su energía. Montar a caballo también requiere un buen control de sus emociones. En determinadas circunstancias, debes superar tu impaciencia o miedo.

La calidad de la enseñanza. Montar a caballo debe ser ante todo un placer, en un entorno tranquilizador para el niño. Los maestros deben ser calificados y competentes, tener confianza en sí mismos y no gritar. Siempre deben dar ponis dóciles a los principiantes.

Aprendiendo a través del juego. Hoy en día, muchos clubes de equitación enseñan la técnica a través de juegos, que resultan mucho menos aburridos para el niño (acrobacias aéreas, polo, horseball). El énfasis está en la complicidad y la comunicación con el animal.

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