Cómo organizar la alimentación orgánica de tu bebé

Si los alimentos genéticamente modificados y cargados de químicos pueden causar efectos adversos para la salud en los adultos, ¿qué pasa con los niños pequeños? Sin embargo, muchas personas, cuando compran alimentos orgánicos para ellos mismos, eligen alimentos para bebés normales para sus hijos. Afortunadamente, organizar la nutrición orgánica para un niño no es una tarea difícil y agradable.

La base de una mejor dieta comienza con ingredientes de calidad. Si es posible, es mejor cultivarlos usted mismo. Si no, compre en los departamentos orgánicos. La elección debe hacerse sobre productos de origen local, que sean lo más frescos posible. Cuando traiga el producto del mercado o de la tienda, asegúrese de enjuagarlo bien.

Para verduras y frutas muy pequeñas, debe llevarlas a un estado de puré. Para lograr la consistencia deseada, dilúyalos con leche materna o simplemente con agua.

Si las frutas o verduras son duras (papas, manzanas, etc.), deben cocinarse durante mucho tiempo hasta que se ablanden. Luego hacer un puré, agregando un poco de líquido si es necesario. No es necesario comprar un procesador de alimentos para bebés, que lo ofrecen los proveedores. Bastará con una licuadora, y para vegetales blandos como las batatas, un tenedor será suficiente.

Esto se aplica tanto a las frutas como a las verduras. Comida hecha: alimentación allí mismo. Si los alimentos se almacenan, el nivel de nitratos en ellos aumenta. Planifique las comidas de su bebé para el día y congele el resto.

· Sea creativo. Mezcla diferentes frutas y verduras. Por la carita de tu bebé entenderás qué combinación le gusta más.

Asegúrese de controlar la temperatura de los alimentos que se sirven.

Compra granos orgánicos como el arroz integral. Molerlo en harina. Luego agregue leche materna o agua y hierva las mezclas usted mismo.

No separe la comida para bebés. Si está cocinando judías verdes para la familia, corte la porción para bebés. No hay necesidad de preparar al niño por separado cada vez.

En el cuerpo de los niños que comen alimentos comunes, la concentración de pesticidas es seis veces mayor de lo normal. Tenemos la obligación de responsabilizarnos de la salud de nuestros niños y no debemos pasarla a las empresas de alimentos para bebés.

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