¿Los gustos llevan a la depresión?

Al ver la marca de alguien "Me gusta" frente a nuestra entrada, nos regocijamos: ¡nos apreciaron! Pero parece que incluso tal señal de atención puede causar estrés a los adolescentes y, a la larga, conducir a la depresión.

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Hoy en día, una vida social activa es casi impensable sin las redes sociales. Nuestros hijos están inmersos en la vida virtual. Están preocupados por todo lo que sucede con los amigos, y ellos mismos están casi cada minuto listos para compartir sus propias noticias, pensamientos y experiencias con los demás. Por eso a los psicólogos les interesa tanto la pregunta: ¿cuáles son los costes de una vida “hiperconectada”? Resultó que incluso los me gusta en las redes sociales pueden afectar el bienestar de los adolescentes. Y con un efecto inesperado: cuantos más likes, más estrés. Así lo demuestra la investigación de la psicoterapeuta Sonia Lupien (Sonia Lupien), profesora de psiquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad de Montreal (Canadá). Quería averiguar qué factores contribuyen a la aparición de la depresión en los adolescentes. Entre estos factores, su equipo destacó el “efecto Facebook”. Los psicólogos observaron a 88 adolescentes de 12 a 17 años que nunca habían sufrido depresión. Resultó que cuando un adolescente vio que a alguien le gustó su publicación en la red social, su nivel de cortisol, la hormona del estrés, saltó. Por el contrario, cuando a él le gustaba alguien, el nivel de la hormona disminuía.

Luego se les pidió a los jóvenes que hablaran sobre la frecuencia con la que usan la red social, cuántos “amigos” tienen, cómo mantienen su página, cómo se comunican con los demás. Los investigadores también evaluaron regularmente el cortisol de los participantes durante un período de tres semanas. Previamente, los investigadores ya habían encontrado que los altos niveles de estrés estaban asociados con un alto riesgo de depresión. “Los adolescentes estresados ​​no se deprimen de inmediato; suceden gradualmente”, dice Sonia Lupien. Aquellos que tenían más de 300 amigos en Facebook tenían niveles de estrés más altos en promedio que los demás. Puedes imaginar lo alto que será el nivel de estrés para aquellos que tienen una lista de amigos de 1000 o más personas.

Al mismo tiempo, algunos creen que no hay motivo de gran preocupación. “Los altos niveles de cortisol no son necesariamente dañinos para los adolescentes”, dice la terapeuta familiar Deborah Gilboa. “Se trata de diferencias individuales. Alguien es más sensible, para él el riesgo de depresión será bastante real. Y alguien estresa, por el contrario, motiva. Además, según el terapeuta, la generación actual se adapta rápidamente a la comunicación a través de las redes sociales. “Tarde o temprano desarrollaremos formas de existir cómodamente en un entorno virtual”, está segura.

Además, los autores del estudio notaron una tendencia positiva. Las observaciones de los adolescentes mostraron que el estrés disminuía cuando trataban a otros con participación: les gustaban sus publicaciones o fotos, volvían a publicar o publicaban palabras de apoyo en su página. “Al igual que en nuestras vidas fuera de Internet, la empatía y la empatía nos ayudan a sentirnos conectados con los demás”, explica Deborah Gilboa. — Es importante que las redes sociales sean un canal conveniente de comunicación para los niños, y no se conviertan en una fuente de inquietud constante. Cuando un niño se toma demasiado en serio lo que sucede en su alimentación, esta es una llamada de atención para los padres.


1 Psiconeuroendocrinología, 2016, vol. 63.

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