«Síndrome del lunes»: cómo prepararse para el inicio de la semana laboral

Si la frase “el lunes es un día duro” deja de ser solo el nombre de tu película favorita, y pasamos el domingo angustiados y emocionados por la semana que viene, entonces estamos hablando del llamado “síndrome del lunes”. Te compartimos 9 formas de deshacerte de él.

1. Olvídese del correo para el fin de semana.

Para relajarte de verdad, debes olvidarte del trabajo durante el fin de semana. Pero esto no es tan fácil de hacer si las notificaciones de nuevas letras se muestran constantemente en la pantalla del teléfono. Incluso 5 minutos que pasas el sábado o el domingo, leyendo el texto de un cliente o jefe, pueden anular la atmósfera de relajación.

La salida más fácil es eliminar temporalmente la aplicación de correo de su teléfono. Por ejemplo, el viernes a las 6-7 pm. Esto se convertirá en una especie de ritual y una señal para tu cuerpo de que puedes exhalar y relajarte.

2. Trabajar el domingo

"¿Qué, simplemente decidimos olvidarnos del trabajo?" Así es, es solo que el trabajo es diferente. A veces, para no preocuparte por cómo será la próxima semana, vale la pena dedicar 1 hora a la planificación. Al pensar con anticipación en lo que debe hacer, obtendrá una sensación de calma y control.

3. Añade una Actividad «Para el Alma» a tu Plan Semanal

El trabajo es trabajo, pero hay otras cosas que hacer. Intenta hacer una lista de las cosas que te hacen feliz. Puede ser cualquier cosa: por ejemplo, leer un libro que ha estado esperando durante mucho tiempo o ir a una cafetería cerca de la casa. O tal vez un simple baño de burbujas. Programa tiempo para ellos y recuerda que estas actividades son tan importantes como el trabajo.

4. Intenta evitar las fiestas con alcohol

Pasamos cinco días esperando que el fin de semana terminara: ir a un bar o asistir a una fiesta con amigos. Por un lado, ayuda a distraerse y conseguir emociones más positivas.

Por otro lado, el alcohol solo aumentará tu ansiedad, no en el momento, sino a la mañana siguiente. Así, el domingo, el miedo a acercarse a la semana laboral se verá exacerbado por el cansancio, la deshidratación y la resaca.

5. Definir el objetivo más alto del trabajo

Piensa ¿por qué estás trabajando? Eso sí, para tener algo con lo que pagar la comida y la ropa. Pero debe haber algo más significativo. ¿Quizás gracias al trabajo ahorrarás dinero para el viaje de tus sueños? ¿O lo que haces beneficia a otras personas?

Si comprende que su trabajo no se trata de satisfacer sus necesidades básicas, sino que tiene algún valor, se preocupará menos por ello.

6. Concéntrese en los aspectos positivos del trabajo

Si el trabajo puede no tener un objetivo más alto, entonces ciertamente habrá algunas ventajas. Por ejemplo, buenos compañeros, cuya comunicación amplía los horizontes y simplemente da placer. O la adquisición de una valiosa experiencia que luego será de utilidad.

Debe comprender que no estamos hablando de un positivo tóxico aquí: estas ventajas no bloquearán las desventajas, no le prohibirán experimentar emociones negativas. Pero entenderás que no estás en la oscuridad, y esto puede hacerte sentir mejor.

7. Habla con colegas

Es muy probable que no esté solo en sus experiencias. Piensa con cuál de tus colegas podrías discutir el tema del estrés. ¿En quién confías lo suficiente para compartir tus sentimientos y pensamientos?

Si más de dos personas se han encontrado con este problema, entonces se puede discutir con el jefe. ¿Qué pasa si esta conversación se convierte en un punto de partida para cambios en su departamento?

8. Revisa tu salud mental

Ansiedad, apatía, miedo… Todo ello puede ser consecuencia de problemas de salud mental, aunque disfrutes de tu trabajo. Y más aún si no. Por supuesto, consultar con un especialista nunca estará de más, pero las campanas especialmente alarmantes son el dolor abdominal, el temblor y la dificultad para respirar durante la jornada laboral.

9. Comienza a buscar un nuevo trabajo

¿Y buscó ventajas, organizó un fin de semana para usted y recurrió a un especialista, pero aún no quiere ir a trabajar? Probablemente debería considerar buscar una nueva ubicación después de todo.

Por un lado, es importante para usted, para su salud, para el futuro. Y por otro lado, para tu entorno, ya que una relación difícil con el trabajo afecta a todos los ámbitos de la vida.

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