Psicología

​​​​​​​Las causas obvias de los problemas son las dificultades y los problemas que son visibles a simple vista y pueden resolverse al nivel del sentido común.

Si una niña se siente sola porque simplemente se sienta en casa y no va a ningún lado, en primer lugar, se le debe aconsejar que amplíe su círculo social.

Son problemas que suelen ser evidentes tanto para el psicólogo especialista como para la propia persona. Una persona es consciente de sus problemas, pero no puede hacerles frente o lo hace de manera ineficiente.

“Sabes, tengo problemas de memoria y de atención”, o “No confío en los hombres”, “No sé conocerme en la calle”, “No me puedo organizar”.

La lista de tales problemas es larga, más bien condicionalmente puede reducirse a las categorías de «estados problemáticos» y «relaciones problemáticas». Los estados problemáticos son miedos, depresiones, adicciones, psicosomáticos, falta de energía, problemas con la voluntad y el autocontrol en principio... Relaciones problemáticas: soledad, celos, conflictos, apegos enfermizos, codependencia...

Los problemas internos se pueden clasificar de otras maneras, por ejemplo, como intrigas y problemas espirituales, problemas con la cabeza, problemas mentales, problemas de personalidad, problemas psicológicos, dificultades de comportamiento.

El trabajo de un psicólogo.

Estrictamente hablando, un psicólogo puede y debe tratar no con problemas internos, sino solo con problemas psicológicos. Sin embargo, en una situación en la que las personas tienen la opción de acudir a un vecino, a un psicólogo especialista o a un adivino, el trabajo de un psicólogo puede tener sentido, se puede suponer que incluso sus recomendaciones mundanas no serán peores que las recomendaciones. de adivinos, además, con casi cualquier petición, se puede interesar al cliente en otro tema, más relacionado con la psicología.

Si ahora el psicólogo da recomendaciones profesionales de alta calidad, trabajó de manera adecuada y profesional.

Por otro lado, si el psicólogo se siente incompetente en la solicitud del cliente y puede suponer que el cliente necesita más asistencia social, médica o psiquiátrica, entonces es más correcto derivarlo a un especialista especializado.

El psicópata no es nuestro cliente.

Una gran cantidad de problemas internos obvios se pueden resolver directamente, a veces mediante clarificación, a veces mediante tratamiento (psicoterapia).

Deje un comentario