Oxigenoterapia: definición, beneficios y práctica

Oxigenoterapia: definición, beneficios y práctica

La oxigenoterapia consiste en suministrar oxígeno de forma artificial a personas que padecen diversas patologías. Además de los accidentes de buceo, las sesiones se utilizan para tratar intoxicaciones, quemaduras, etc.

¿Qué es la oxigenoterapia?

La terapia de oxígeno se refiere a un tratamiento médico destinado a proporcionar oxígeno al cuerpo a través del tracto respiratorio.

Recuerda que el oxígeno es un elemento esencial en la vida. La hemoglobina la transporta en la sangre, desde el sistema respiratorio al resto del cuerpo. Las células así abastecidas de oxígeno pueden utilizarlo para producir energía, que es esencial para su funcionamiento.

La terapia de oxígeno puede tener lugar en un entorno hospitalario (la mayoría de las veces) o en el hogar, en caso de un problema crónico (insuficiencia respiratoria crónica).

El oxígeno puede ser suministrado por sonda nasal, mediante mascarilla o colocando al paciente en una caja habilitada para tal fin.

Oxigenoterapia normobárica o hiperbárica: ¿cuáles son las diferencias?

La oxigenoterapia normobárica es un método de suministro artificial de oxígeno a un paciente a presión atmosférica.

En cuanto a ello, la oxigenoterapia hiperbárica consiste en hacer respirar oxígeno a un paciente que pasa a ser colocado en una cámara habilitada para tal fin (hablamos de cámara hiperbárica). El oxígeno administrado está a una presión mayor que la presión atmosférica normal.

Los beneficios de la oxigenoterapia

El dispositivo de suministro de oxígeno normobárico consta de un catéter nasal o máscara. Muy a menudo, esto es para corregir la hipoxemia (es decir, una disminución en la cantidad de oxígeno transportado en la sangre) o la hipercapnia (es decir, una presencia excesiva de CO2 en la sangre).

La técnica de la oxigenoterapia hiperbárica muestra beneficios para tratar muchas dolencias y dolencias. Citemos:

  • enfermedad por descompresión (accidentes de buceo);
  • envenenamiento por monóxido de carbono;
  • embolia gaseosa, es decir, presencia de burbujas de gas en el torrente sanguíneo;
  • ciertas infecciones (como osteomielitis, una infección del hueso);
  • un injerto de piel que cicatriza mal;
  • una quemadura térmica;
  • un absceso intracraneal, es decir, una acumulación de pus en el cerebro;
  • o incluso una pérdida de sangre significativa.

¿Cómo se realiza una sesión de oxigenoterapia?

Una sesión de oxigenoterapia hiperbárica suele durar 90 minutos y se realiza siguiendo varios pasos:

  • compresión lenta, generalmente correspondiente a 1 metro por minuto: es como si el paciente se sumergiera en las profundidades a esta velocidad, la presión aumenta lentamente;
  • una etapa durante la cual el paciente respira oxígeno (la presión y la duración varían según la patología que padece);
  • descompresión, es decir, un lento retorno a la presión atmosférica.

Durante la sesión, se realiza un seguimiento meticuloso del paciente (temperatura, electrocardiograma, etc.).

Riesgos y contraindicaciones de la oxigenoterapia.

Si la terapia con oxígeno hiperbárico tiene muchos beneficios, no obstante conlleva riesgos, que el médico le presentará. Éstos incluyen:

  • la presión puede dañar el oído interno, los senos nasales, los pulmones o incluso los dientes;
  • estar encerrado en una caja puede hacer que el paciente sienta ansiedad claustrofóbica (si es propenso a este tipo de ansiedad).

La terapia está contraindicada en algunas personas y especialmente en niños con miocardiopatía congénita.

¿Dónde puedo obtener información?

En Francia existen cámaras hiperbáricas destinadas a civiles y otras a militares.

Su médico lo derivará a un centro equipado con una cámara de este tipo, para sesiones de terapia de oxígeno hiperbárico.

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