El ingrediente popular de las gaseosas, el color caramelo, se ha relacionado con el riesgo de cáncer
 

Según las estadísticas, más del 75% de los rusos beben refrescos dulces de vez en cuando, y el consumo de bebidas carbonatadas se acerca a los 28 litros per cápita al año. Si a veces busca algo de cola y bebidas similares, significa que se está exponiendo al 4-metilimidazol (4-MEI) - un carcinógeno potencial formado durante la producción de algunos tipos de tinte de caramelo. Y el color caramelo es un ingrediente común en Coca-Cola y otros refrescos oscuros.

Los investigadores de salud pública han analizado los efectos en los seres humanos de un subproducto potencialmente cancerígeno de ciertos tipos de colorantes de caramelo. Los resultados de la investigación se publican en PLOS Un.

Datos de análisis de concentración 4-MEI en 11 refrescos diferentes se publicaron por primera vez en Consumidores Informes en 2014. Con base en estos datos, un nuevo grupo de científicos dirigido por un equipo de Johns Hopkins Reubicación para a Habitable Futuro (CLF) evaluó el impacto 4-MEI del color caramelo que se encuentra en los refrescos y ha modelado los riesgos potenciales de cáncer asociados con el consumo constante de bebidas carbonatadas en los Estados Unidos.

Resultó que los consumidores de tales refrescos corren un riesgo innecesario de cáncer debido al ingrediente que se agrega a estas bebidas simplemente por razones estéticas. Y este riesgo se puede prevenir simplemente evitando tal refresco. Según los autores del estudio, esta exposición representa una amenaza para la salud pública y plantea la cuestión de la posibilidad de utilizar color caramelo en bebidas carbonatadas.

 

En 2013 y principios de 2014 Consumidores Informes en asociación con CLF analizó la concentración 4-MEI 110 muestras de refrescos compradas en tiendas minoristas de California y Nueva York. Los resultados muestran que los niveles 4-MEI puede variar significativamente según la marca de la bebida, incluso entre el mismo tipo de refresco, por ejemplo, entre muestras de Diet Coke.

Estos nuevos datos refuerzan la creencia de que las personas que consumen grandes cantidades de bebidas carbonatadas aumentan innecesariamente el riesgo de desarrollar cáncer.

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