Cómo la meditación afecta el envejecimiento: hallazgos científicos
 

Los científicos han encontrado evidencia de que la meditación está asociada con una mayor esperanza de vida y una mejor función cognitiva en la vejez.

Probablemente hayas escuchado más de una vez acerca de los muchos efectos positivos que pueden traer las prácticas de meditación. Quizás incluso lea en mis artículos sobre este tema. Por ejemplo, una nueva investigación sugiere que la meditación puede reducir el estrés y la ansiedad, bajar la presión arterial y hacerte sentir feliz.

Resultó que la meditación puede hacer más: puede ayudar a ralentizar el proceso de envejecimiento y mejorar la calidad de la actividad cognitiva en la vejez. ¿Cómo es esto posible?

  1. Ralentizar el envejecimiento celular

La meditación afecta nuestra condición física de diversas formas, comenzando desde el nivel celular. Los científicos distinguen la longitud de los telómeros y el nivel de telomerasa como indicadores del envejecimiento celular.

 

Nuestras células contienen cromosomas o secuencias de ADN. Los telómeros son "tapas" protectoras de proteínas en los extremos de las cadenas de ADN que crean las condiciones para una mayor replicación celular. Cuanto más largos son los telómeros, más veces la célula puede dividirse y renovarse. Cada vez que las células se multiplican, la longitud de los telómeros y, por lo tanto, la vida útil se acorta. La telomerasa es una enzima que previene el acortamiento de los telómeros y ayuda a aumentar la vida útil de las células.

¿Cómo se compara esto con la duración de una vida humana? El hecho es que el acortamiento de la longitud de los telómeros en las células está asociado con un deterioro en el funcionamiento del sistema inmunológico, el desarrollo de enfermedades cardiovasculares y enfermedades degenerativas como la osteoporosis y la enfermedad de Alzheimer. Cuanto más corta es la longitud de los telómeros, más susceptibles son nuestras células a la muerte y más susceptibles a las enfermedades con la edad.

El acortamiento de los telómeros ocurre naturalmente a medida que envejecemos, pero la investigación actual sugiere que este proceso puede acelerarse con el estrés.

La práctica de la atención plena se asocia con una reducción del pensamiento pasivo y el estrés, por lo que en 2009 un grupo de investigación sugirió que la meditación de la atención plena puede tener el potencial de tener un efecto positivo en el mantenimiento de la longitud de los telómeros y los niveles de telomerasa.

En 2013, Elizabeth Hodge, MD, profesora de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard, probó esta hipótesis comparando la longitud de los telómeros entre los practicantes de la meditación de bondad amorosa (meditación metta) y los que no. Los resultados mostraron que los practicantes de meditación metta más experimentados generalmente tienen telómeros más largos, y las mujeres que meditan tienen telómeros significativamente más largos en comparación con las mujeres que no meditan.

  1. Preservación del volumen de materia gris y blanca en el cerebro.

Otra forma en que la meditación puede ayudar a retrasar el envejecimiento es a través del cerebro. En particular, el volumen de materia gris y blanca. La materia gris está formada por células cerebrales y dendritas que envían y reciben señales en las sinapsis para ayudarnos a pensar y funcionar. La materia blanca está formada por axones que transportan señales eléctricas reales entre las dendritas. Normalmente, el volumen de materia gris comienza a disminuir a los 30 años a diferentes ritmos y en diferentes zonas, dependiendo de las características personales. Al mismo tiempo, comenzamos a perder el volumen de la sustancia blanca.

Un pequeño pero creciente cuerpo de investigación muestra que a través de la meditación podemos reestructurar nuestro cerebro y potencialmente ralentizar la degeneración estructural.

En un estudio de Massachusetts General Hospital en asociación con la Escuela de Medicina de Harvard en 2000, los científicos utilizaron imágenes por resonancia magnética (IRM) para medir el grosor de la materia gris y blanca cortical del cerebro en meditadores y no meditadores de diferentes edades. Los resultados mostraron que el grosor cortical promedio en las personas entre 40 y 50 años que meditan es comparable al de los meditadores y no meditadores entre las edades de 20 y 30. La práctica de la meditación en este punto de la vida ayuda a mantener el estructura del cerebro a lo largo del tiempo.

Estos hallazgos son lo suficientemente importantes como para impulsar a los científicos a realizar más investigaciones. Las preguntas que esperan respuestas científicas son con qué frecuencia es necesario meditar para obtener tales resultados y qué tipos de meditación tienen el impacto más significativo en la calidad del envejecimiento, especialmente en la prevención de enfermedades degenerativas como la enfermedad de Alzheimer.

Estamos acostumbrados a la idea de que nuestros órganos y cerebro a lo largo del tiempo siguen una trayectoria común de desarrollo y degeneración, pero la nueva evidencia científica sugiere que a través de la meditación podemos proteger nuestras células del envejecimiento prematuro y mantener la salud en la vejez.

 

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