Psicología

La vida nos da tantas razones para estar molestos que el pensamiento de gratitud ni siquiera entra en nuestras cabezas. Pero si lo piensas bien, cada uno de nosotros encontrará algo que decir gracias por nuestras vidas y las personas que nos rodean. Si haces esta práctica sistemáticamente, será más fácil enfrentar las dificultades de la vida.

La psicoterapeuta Natalie Rothstein se especializa en ansiedad, depresión, trastornos alimentarios y trastornos obsesivo-compulsivos. Practicar la gratitud es parte de su rutina diaria. Y es por eso.

“Para empezar, es muy importante reconocer sentimientos como la tristeza o la ira en uno mismo. Son valiosos a su manera, y tenemos que aprender a tratar con ellos. Al desarrollar la gratitud en nosotros mismos, no expulsaremos el componente negativo de nuestras vidas, pero podremos volvernos más resistentes.

Aún tendremos que enfrentar circunstancias adversas, aún experimentaremos dolor, pero las dificultades no socavarán nuestra capacidad de pensar con claridad y actuar conscientemente.

Cuando el alma está pesada y parece que todo el mundo está en nuestra contra, es importante tomarse un tiempo para reflexionar sobre lo que es bueno en nuestra vida y agradecerle por ello. Pueden ser las pequeñas cosas: un abrazo de alguien que amamos, un delicioso sándwich para el almuerzo, la atención de un extraño que nos abrió la puerta en el metro, un encuentro con un amigo que no hemos visto en mucho tiempo, una jornada laboral sin incidencias ni contratiempos… La lista es interminable.

Al centrarnos en aquellos aspectos de nuestra vida que merecen ser agradecidos, la llenamos de energía positiva. Pero para lograr esto, la práctica de la gratitud debe hacerse regularmente. ¿Cómo hacerlo?

Mantenga un diario de agradecimiento

Escriba en él todo lo que agradece a la vida y a las personas. Puedes hacer esto diariamente, una vez a la semana o mensualmente. Una libreta, libreta o diario ordinario servirá, pero si lo deseas, puedes comprar un «Diario de Gratitud» especial, en papel o electrónico.

Llevar un diario nos da la oportunidad de mirar hacia atrás y notar las cosas buenas que tenemos y por las que vale la pena estar agradecidos. Esta práctica de escritura es especialmente adecuada para personas con un tipo de percepción visual.

Si llevas un diario todos los días o varias veces a la semana, es posible que tengas que repetirlo a menudo. En este caso, esta actividad puede aburrirte rápidamente y, en última instancia, perder su significado. Trate de cambiar el enfoque: cada vez dedique sus pensamientos a un tema u otro: relaciones, trabajo, niños, el mundo que lo rodea.

Crea un ritual matutino o vespertino

Practicar la gratitud por la mañana es una manera de comenzar el día con una nota positiva. Es igualmente importante terminarlo de la misma manera, quedándose dormido con pensamientos de todas las cosas buenas que sucedieron el día anterior. Así calmamos la mente y nos proporcionamos un buen sueño.

En una situación estresante, enfócate en la gratitud

Cuando esté estresado o con exceso de trabajo, tómese un momento para hacer una pausa y reflexionar sobre lo que le está sucediendo. Haz algunos ejercicios de respiración y trata de ver cosas positivas en la situación actual por las que puedas estar agradecido. Esto le ayudará a hacer frente a las circunstancias negativas.

Decir gracias a amigos y familiares.

El intercambio de gratitud con los seres queridos crea un trasfondo positivo en la comunicación. Puedes hacerlo cara a cara o cuando todos se reúnan para cenar. Tales «golpes emocionales» contribuyen a nuestra unidad.

Sin embargo, no solo los seres queridos merecen tu gratitud. ¿Por qué no escribir una carta al maestro que una vez te ayudó a decidir sobre tu vocación y futura profesión, y contarle con qué frecuencia lo recuerdas? ¿O un escritor cuyos libros han influido en su vida y le han brindado apoyo en momentos difíciles?

Practicar la gratitud es un proceso creativo. Empecé a hacerlo yo mismo hace tres años cuando un familiar me regaló un brazalete de Acción de Gracias adornado con cuatro perlas para el Día de Acción de Gracias. Por la noche, antes de quitármelo, recuerdo cuatro cosas por las que estoy agradecido por el día pasado.

Este es un ritual poderoso y beneficioso que ayuda a mantener todo lo bueno a la vista incluso en los momentos más difíciles. Creo que incluso una gota de gratitud ayuda a ser mucho más fuerte. Pruébalo y verás: ¡funciona!

Deje un comentario