Niño precoz: la importancia de la inteligencia práctica y creativa

La inteligencia creativa y práctica del niño precoz

La especialista en precocidad, Monique de Kermadec, recuerda en la introducción de su libro que la noción de coeficiente intelectual sigue siendo muy controvertida en la actualidad. La inteligencia de un niño no se trata solo de sus habilidades intelectuales. Su desarrollo emocional y relacional es un factor importante para su equilibrio personal. El psicólogo también insiste en el papel principal de la inteligencia creativa y práctica. Todos estos elementos deben tenerse en cuenta para el adulto en crecimiento que representa cada niño precoz.  

Inteligencia creativa y práctica

Monique de Kermadec explica la importancia de la inteligencia creativa, que permitiría a los niños precoces salir del patrón habitual donde se valorarían más las habilidades intelectuales y estandarizadas. El psicólogo estadounidense Robert Sternberg definió esta inteligencia como “La capacidad de afrontar con éxito situaciones nuevas e inusuales, basada en las habilidades y conocimientos existentes”. En otras palabras, es la capacidad de desarrollar una inteligencia menos racional más intuitiva. A esto se suma otra forma de inteligencia, que necesitará en su vida adulta: inteligencia práctica. Monique de Kermadec precisa que “corresponde a la acción, al saber hacer y a ser capaz de valerse por sí mismo ante una nueva situación”. El niño debe combinar delicadeza mental, táctica, habilidad y experiencia. Esta forma de inteligencia práctica debería permitir que el niño precoz se adapte al mundo real y actual, en particular con el despliegue de nuevas tecnologías. “Es importante fomentar estas dos formas de inteligencia en niños precoces”, explica el especialista. Hace una serie de recomendaciones para estimular y desarrollar estas habilidades en estos niños, como la importancia del juego, el lenguaje y los intercambios lúdicos que permitan a los niños expresar su creatividad e imaginación.

Desarrolla tu inteligencia relacional

“Preparar a su hijo precoz para el éxito también significa ayudarlo a entablar relaciones con sus contemporáneos, sus hermanos y hermanas, sus maestros y sus padres”, dDetalles de Monique de Kermadec en su libro. La inteligencia social es tan importante como las habilidades intelectuales. Porque a menudo, en la precocidad, observamos que los niños tienen dificultades para forjar relaciones sociales. Hay una cierta brecha con los otros niños. El niño precoz no necesariamente comprende la lentitud por ejemplo, se impacienta, busca soluciones rápidas y complejas, actúa impulsivamente. Por su parte, los compañeros pueden interpretar esto como cierta agresividad o incluso hostilidad. Los superdotados son a menudo víctimas del aislamiento social en la escuela y de la dificultad para vivir en una comunidad y para integrarse tanto en la familia como en la escuela. " Todo el desafío para el niño precoz es encontrar su lugar entre sus compañeros. », Explica Monique de Kermadec. Una de las claves es hacer entender a los padres que deben educar a su hijo precoz mientras desarrollan, al mismo tiempo, su inteligencia emocional, la relación con los demás con comportamientos particulares de empatía hacia los amigos, para hacer amigos y para ellos. mantener, gestionar y explicar las emociones y las reglas en las que operan los demás, la sociedad. “Socializar significa desarrollar la capacidad de expresarse, de tener en cuenta las necesidades de los demás”, especifica la psicóloga.

Consejos para los padres

“Los padres son aliados fundamentales del niño precoz”, explica Monique de Kermadec. Ella insiste en el hecho de que tienen un papel clave que desempeñar con su pequeño superdotado. Paradójicamente, “el éxito académico de un niño precoz puede resultar más complicado que el de otros niños”, detalla la psicóloga. Los niños precoces tienen esta fragilidad y dificultad para adaptarse al mundo real que los rodea. También advierte a los padres sobre no ceder a la tentación de invertir demasiado en su pequeño superdotado, para exigirle perfección y una fuerte presión académica. Al final, Monique de Kermadec concluye sobre la importancia “de jugar con su hijo, de establecer la complicidad y cierta ligereza de la convivencia. Pasear por el bosque, leer un cuento o un cuento, son momentos simples en familia, pero para ser favorecidos tanto con niños precoces como con otros ”. 

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