Embarazada: decodifica tus análisis de sangre

Caída de glóbulos rojos

Una persona sana tiene entre 4 y 5 millones / mm3 de glóbulos rojos. Durante el embarazo, los estándares ya no son los mismos y su tasa disminuye. No entre en pánico cuando reciba sus resultados. Sigue siendo normal una cifra del orden de 3,7 millones por milímetro cúbico.

Aumento de glóbulos blancos

Los glóbulos blancos defienden nuestro cuerpo contra las infecciones. Hay dos tipos: polinucleares (neutrófilos, eosinófilos y basófilos) y mononucleares (linfocitos y monocitos). Sus tarifas pueden variar en caso de, por ejemplo, infecciones o alergias. El embarazo, por ejemplo, provoca un aumento en el número de glóbulos blancos neutrófilos de 6000 a 7000 a más de 10. No hay necesidad de alarmarse por esta cifra que se calificaría como "anormal" fuera del embarazo. Mientras espera ver a su médico, intente descansar y beber mucha agua.

Disminución de la hemoglobina: falta de hierro.

Es la hemoglobina la que le da a la sangre su hermoso color rojo. Esta proteína en el corazón de los glóbulos rojos contiene hierro y ayuda a transportar oxígeno en la sangre. Sin embargo, las necesidades de hierro aumentan durante el embarazo, ya que también las extrae el bebé. Si la futura madre no consume lo suficiente, podemos notar una caída en el nivel de hemoglobina (menos de 11 g por 100 ml). A esto se le llama anemia.

Anemia: nutrición para evitarla

Para evitar esta caída de la hemoglobina, las mujeres embarazadas deben consumir alimentos ricos en hierro (carne, pescado, frutos secos y verduras). El médico puede recetar suplementos de hierro en forma de tabletas.

Las señales que deberían alertarte:

  • una futura madre con anemia está muy cansada y pálida;
  • puede sentirse mareada y descubrir que su corazón late más rápido de lo habitual.

Plaquetas: actores principales en la coagulación

Las plaquetas, o trombocitos, juegan un papel muy importante en la coagulación de la sangre. Su cálculo es determinante si decidimos darte una anestesia: la epidural por ejemplo. Una disminución significativa de su número de plaquetas conlleva un riesgo de hemorragia. En una persona sana hay entre 150 y 000 / mm400 de sangre. La disminución de las plaquetas es común en las madres que padecen toxemia del embarazo (preeclampsia). Un aumento por el contrario aumenta el riesgo de coágulos (trombosis). Normalmente, su nivel debe permanecer estable durante todo el embarazo.

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