Prevención y tratamiento médico del impétigo.

Prevención y tratamiento médico del impétigo.

Prevención

La prevención del impétigo mediante :

  • Buena higiene diaria de la piel;
  • Desalojo de la guardería o escuela de los niños afectados para evitar el contagio.

Tratamientos médicos

El tratamiento del impétigo requiere ver un doctor porque pueden surgir complicaciones en caso de tratamiento inadecuado como extensión de lesiones, abscesos, sepsis, etc.2

En cualquier caso, controlar su estado de tétanos y dígaselo a su médico. En caso de impétigo, es necesaria la revacunación si la última inyección tuvo más de diez años.

Las reglas de higiene son importantes:

  • Perfore las burbujas con una aguja esterilizada, pasándola por una llama por ejemplo;
  • Promueve la caída de las costras enjabonando las lesiones diariamente;
  • Trate de evitar que los niños se rasquen las lesiones;
  • Lávese las manos varias veces al día y córtele las uñas a los niños afectados.

 

El tratamiento prescrito por el médico se basa en antibióticos:

  • Antibióticos locales

Se aplican sobre las lesiones de 2 a 3 veces al día hasta que cicatrizan por completo, lo que suele tardar una semana. Los antibióticos locales se basan con mayor frecuencia en ácido fusídico (Fucidin®) o mupirocina (Mupiderm®).

  • Antibióticos orales:

Los antibióticos a utilizar quedan a discreción del médico, pero la mayoría de las veces se basan en penicilina (cloxacilina como Orbenine®), amoxicilina y ácido clavulánico (Augmentin®) o macrólidos (Josacine®).

Los antibióticos orales están indicados en particular en los siguientes casos:

  • impétigo extenso, difuso o que escapa al tratamiento local;
  • presencia de signos de gravedad locales o generales (fiebre, ganglios linfáticos, rastro de linfangitis (= este es un cordón rojo que se extiende a lo largo de una extremidad con mayor frecuencia, relacionado con la propagación de la infección de la piel en los conductos linfáticos) , etc.);
  • factores de riesgo importantes en recién nacidos y bebés o en adultos frágiles que son alcohólicos, diabéticos, inmunodeprimidos o que no responden al tratamiento tópico);
  • lugares que son difíciles de tratar con atención local o con riesgo de complicaciones, debajo de los pañales, alrededor de los labios o en el cuero cabelludo;
  • en caso de alergia a antibióticos locales.

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