Psicosomática: cómo nuestras emociones provocan enfermedades

En la tradición taoísta, se cree que las enfermedades ocurren en el contexto de uno u otro desequilibrio emocional. Las emociones y el cuerpo son indivisibles: si hay una enfermedad, entonces hay una emoción que “ayuda” a desarrollarla. ¿Cómo funciona exactamente?

Desde el punto de vista de la medicina tradicional china, nuestra salud depende de dos factores principales:

  • la cantidad de Qi, energía vital que funciona como «combustible» para nuestro cuerpo;
  • y la calidad de la circulación de Qi: la libertad de su movimiento en el cuerpo.

Con el primer factor, todo está más o menos claro: si una persona tiene mucha vitalidad, entonces son suficientes para mantener la salud del cuerpo, así como para los logros sociales, el buen humor y cualquier actividad.

Alguien recibe ese recurso desde el nacimiento: estas personas se llaman "sangre con leche": siempre son rubicundas, en forma, alegres, todos tienen tiempo y se ríen a carcajadas. Y alguien tiene que trabajar para no desperdiciar lo último y obtener energía adicional.

Otra cosa es la calidad de la circulación. ¿Lo que es? ¿Cuál es la diferencia entre la circulación de energía «buena» y «mala»?

¿De qué depende la circulación de energía?

El flujo libre de Qi es el objetivo de los practicantes de qigong y lo que los acupunturistas "sintonizan" con agujas, ejercicios de calentamiento y otros instrumentos. ¿Por qué se puede perturbar el libre flujo de energía? Una razón es emocional.

Imagina que estás experimentando algún tipo de emoción negativa brillante. Si eres emocionalmente libre, entonces la emoción literalmente «pasa» por tu cuerpo, sin dejar huellas en él. Un evento emocionalmente significativo se vive en su totalidad, después de lo cual se disuelve, renace en experiencia. Si no tiene la fuerza para "vivir" cualitativamente la emoción, entonces no puede dejar ir el evento y "se atasca" en el cuerpo en forma de una u otra tensión.

Por ejemplo, si estamos asustados, metemos la cabeza en los hombros. Este es un reflejo formado en nosotros por la naturaleza. Siente el peligro: prepárate para luchar y proteger los lugares más frágiles. En particular, no exponga su cuello a la mordedura de un tigre dientes de sable y cualquier otro enemigo de la antigüedad, cuando se formaron estos reflejos.

En los tiempos modernos, rara vez somos presa de los depredadores, pero nuestro miedo a hablar con el jefe, al enfrentamiento en casa o cualquier otro «peligro» todavía se expresa a través de la tensión del cuello y los hombros. Una persona emocionalmente libre, liberada, llena de energía, se asusta, se tensa, se relaja y… vuelve a la normalidad.

Si no es posible sobrevivir y dejar ir el miedo, entonces permanece en el cuerpo, “viviendo” en nuestros hombros y cuello constantemente tensos. “Si de repente se vuelve a encontrar algún tipo de peligro, ¡ya estamos preparados!”, parece decir el cuerpo con esta tensión.

¿Adónde lleva esto? La tensión constante en el cuello bloquea la correcta circulación de la energía en esta zona. El cuello comienza a doler, la tensión aumenta y, en el contexto de este estancamiento de energía, desarrollamos dolores de cabeza regulares.

Cómo restaurar la circulación de energía.

Arriba, di la opción más obvia para el estancamiento de la circulación de la energía: los acupunturistas y los practicantes de qigong conocen docenas y cientos de opciones diferentes sobre cómo las emociones bloquean el flujo de Qi. ¿Cómo hacer frente a las enfermedades que se apoyan en nuestro trasfondo emocional?

Se puede entrar por dos lados:

  1. Corrección psicológica: comuníquese con un psicólogo y resuelva las reacciones habituales ante una situación estresante particular;
  2. Trabajar con el cuerpo es relajar las tensiones habituales que se han formado por emociones no vividas.

Como profesor de qigong, recomiendo el segundo método o una combinación de ambos. Mi práctica personal muestra que el “denso” (cuerpo) es más fuerte que el “suelto” (reacciones psicológicas).

Una persona puede encontrar y darse cuenta de su propio patrón de respuesta: «en tales situaciones, me asusto y debo detenerme». Pero el cuerpo ya está acostumbrado a vivir en un estado tenso, y no es tan fácil reconstruirlo, trabajando solo con emociones. Una persona "establece" el trasfondo emocional y el cuerpo continúa manteniendo la tensión habitual. Y como resultado, regresan las emociones negativas.

Por eso, insisto: si estás trabajando con un psicólogo y ves resultados, asegúrate de trabajar el cuerpo en paralelo. Esto requiere prácticas de relajación (como el Qigong Xing Shen Juang) que «expulsarán» las emociones del cuerpo y aliviarán las tensiones que las retienen. Debido a esto, se establecerá una circulación adecuada de energía en el cuerpo y su salud volverá a la normalidad.

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