Raptus: ansioso o suicida, ¿qué es?

Raptus: ansioso o suicida, ¿qué es?

Crisis de comportamiento violenta acompañada de pérdida del autocontrol, el raptus debe llevar a quienes lo rodean a alertar a los servicios de emergencia, a calmar a la persona y, en la medida de lo posible, a tratarla con frialdad.

El raptus, ¿cuál es ese impulso?

Del latín “rumpo” romper, un raptus es un impulso paroxístico, una violenta crisis psicológica, lindando con el acto voluntario y el reflejo, que pertenece a lo que llamamos un “acto automático”. Es un deseo repentino, apremiante y, a veces, violento de hacer algo, de actuar. Es la realización de un acto psicológico y motor que escapa al control de la voluntad de un individuo. Ya no logra evacuar una o más tensiones intensas mediante las respuestas que conoce. Evalúa su situación de manera negativa, ya no tiene la percepción de la realidad y puede encontrarse en una fase de confusión. Una actitud automatizada, como un robot con total desconocimiento de las posibles consecuencias de su acto. La duración de la convulsión resulta variable, oscilando desde un mínimo de unos pocos segundos.

Entre las otras acciones automáticas, encontramos:

  • huir (abandono del hogar);
  • postura (gesticular en todas las direcciones);
  • o sonambulismo.

Los automatismos de actos como el raptus, se observan principalmente en la confusión mental y en los trastornos psicológicos de fase aguda. También pueden ocurrir en ciertas esquizofrenias. Cuando el éxtasis se produce durante una psicosis, como es el caso de la melancolía, a veces empuja al paciente al suicidio o la autolesión.

Cuando un individuo pierde sus capacidades habituales para hacer frente a eventos estresantes, por ejemplo, se encuentra en un estado de vulnerabilidad,

El rapto suicida

El captus suicida denota un modo de intento de suicidio llevado a cabo de forma repentina y en muy poco tiempo, con una imprevisibilidad de la compleja elaboración del gesto para terceros. Las ideas rara vez se expresan antes del gesto. El paso al acto suicida, en esta situación, se realiza con impulsividad, y con mayor frecuencia sorprende a familiares y cuidadores. La explicación del gesto es tanto más dramática porque los familiares lo malinterpretan.

En la historia de los pacientes suicidas, encontramos un deseo de pedir ayuda a los que los rodean, un deseo de huir, una lógica pesimista (sentimientos de incurabilidad, desesperación), autodesprecio, una tristeza de sentimiento. estado de ánimo o sentimientos de profunda culpa.

La conciencia repentina de un trastorno psiquiátrico grave también puede llevar a querer escapar de él radicalmente. Las ideas delirantes, obedecer a una lógica fría y hermética también pueden estar en el origen de un gesto suicida.

El éxtasis ansioso

La ansiedad es un estado de alerta, tensiones psicológicas y somáticas, relacionado con sentimientos de miedo, preocupación o incluso otras emociones que resultan desagradables. En su nivel más alto, la ansiedad se manifiesta en un control total sobre el individuo lo que provoca una modificación de sus percepciones del entorno, el tiempo y las emociones a las que está acostumbrado. Puede suceder, por ejemplo, después de una sobredosis de anfetaminas pero la mayoría de las veces se siente ansiedad en función de la aparición de determinadas situaciones.

El trastorno de ansiedad generalizada es una afección patológica en la que un individuo ya no puede controlar su ansiedad, lo que puede causar un ataque de pánico y el deseo de huir lo más rápido posible.

Otros tipos de raptus

Esta violenta crisis psicológica puede ser el símbolo de una enfermedad mental (esquizofrenia, ataque de pánico o melancolía). Si el comportamiento final no es el mismo, todos los raptus tienen las mismas características:

  • pérdida de autocontrol;
  • un impulso repentino;
  • brutal que es imposible razonar;
  • una actitud automatizada;
  • comportamiento reflejo;
  • una falta total de medición de las consecuencias del acto.

El raptus agresivo

Puede resultar en deseos de asesinato (como en la paranoia, por ejemplo) o deseos de autolesión (como en la personalidad límite) donde la persona inflige escarificaciones o quemaduras.

Secuestro bulímico

El sujeto tiene un impulso incontenible por la comida que a menudo va acompañado de vómitos.

El rapto psicótico

Las ideas son delirantes con alucinaciones que pueden provocar autolesiones o suicidio.

El secuestro enojado

Ocurre principalmente en psicópatas con una destrucción repentina de todos los objetos que los rodean.

El rapto epiléptico

Se caracteriza por gesticulación, agitación, enfado.

Frente a un raptus, ¿qué hacer?

Ante una persona que se encuentra en medio de un ataque de ansiedad, es necesario tratarlo con frialdad, mantener una actitud calmada y comprensiva, permitir que el paciente verbalice su ansiedad, alejarlo de un entorno demasiado ansioso, y hacerse un examen somático (para descartar una causa orgánica).

Estas medidas a menudo dan como resultado la sedación de la ansiedad. Los servicios de emergencia o un profesional de la salud advertido por el séquito, pueden administrar una inyección sedante de emergencia. Además, para proteger a la persona de sí misma, es posible inmovilizarla en una cama médica (adjunta) para protegerla y calmarla. En un segundo paso, será necesario buscar la causa de este arrebato, suicida o ansioso, para localizar el diagnóstico psicopatológico subyacente (neurosis o psicosis, depresión o no), luego evaluar la personalidad subyacente para considerar un procesamiento. Muy a menudo, consiste en psicoterapia con medicación (antidepresivos, ansiolíticos) a menudo acompañada de sesiones de relajación. Pero a veces puede ser necesaria la hospitalización.

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