Investigadores de la Universidad de Oxford han seguido la vida de casi medio millón de británicos de mediana edad durante ocho años. Los científicos analizaron su dieta e historial médico y sacaron conclusiones sobre las enfermedades en desarrollo. Resultó que 23 mil de 475 mil fueron diagnosticados con cáncer. Todas estas personas tenían una cosa en común: a menudo comían pollo.
"El consumo de aves de corral se asoció positivamente con el riesgo de desarrollar melanoma maligno, cáncer de próstata y linfoma no Hodgkin", dijo el estudio.
Aún no está claro qué desencadena exactamente la enfermedad: la frecuencia de uso, el método de cocción o tal vez el pollo contiene algún tipo de carcinógeno. Los científicos hablan de la necesidad de seguir investigando. Mientras tanto, se aconseja comer carne de pollo sin fanatismo y cocinarla de formas excepcionalmente saludables: hornear, grill o al vapor, pero en ningún caso freír.
Al mismo tiempo, no vale la pena demonizar al pollo. Un estudio anterior publicado en los EE. UU. A principios de este año encontró que las mujeres que abandonaron la carne roja en favor de las aves de corral tenían un 28% menos de probabilidades de ser diagnosticadas con cáncer de mama.
Sin embargo, hay una lista completa de productos que ya han sido probados: realmente aumentan el riesgo de cáncer. Puede familiarizarse con él en el enlace.