Gato que ronca: todas las causas y soluciones

Gato que ronca: todas las causas y soluciones

Quizás ya te haya sorprendido escuchar a tu gato roncar. Estos pequeños ruidos respiratorios pueden ser el signo de varios ataques de la nariz, las fosas nasales o la faringe. Algunas afecciones son benignas y no requieren un tratamiento especial, mientras que otras deben alertarlo y justificar una consulta con el veterinario.

Mi gato ronca, pero ¿qué más?

La gravedad de los ronquidos depende de diferentes criterios. Por lo tanto, hay varias preguntas que hacer. El primero es la duración de la evolución. ¿El gato ha estado roncando desde la infancia o esto sucedió en algún momento? ¿Empeoran los ronquidos? ¿Se acompañan de molestias respiratorias importantes (dificultad para respirar, jadeos, aumento de la frecuencia respiratoria, intolerancia al esfuerzo, etc.)? ¿Le moquea la nariz al gato? Todas estas preguntas son todos elementos que nos permiten conocer la causa de los ronquidos.

Anomalía congénita: el ronquido está relacionado con una malformación

Si siempre has escuchado roncar a tu gato y los ronquidos no tienen ningún efecto en su comportamiento, es probable que se deba a un defecto de nacimiento. Esto es particularmente frecuente en razas con nariz aplastada, conocidas como “braquicéfalos”, como el persa, el exótico de pelo corto, el himalaya o, en menor medida, el Scottish Fold. La selección de estas razas con el objetivo de reducir el tamaño del hocico desafortunadamente también condujo a anomalías en la conformación de las fosas nasales, las fosas nasales y la faringe que fueron la causa de los ronquidos observados. 

En la mayoría de los casos, estas malformaciones se toleran bastante bien, especialmente en gatos de interior con actividad física limitada. Sin embargo, en algunos casos graves, el paso del aire está tan interrumpido que las molestias respiratorias y el impacto en la calidad de vida del gato son importantes. A veces, el gato nace con las fosas nasales completamente cerradas. En algunos casos, se puede considerar el manejo quirúrgico para mejorar la capacidad respiratoria. Afortunadamente, habiendo tomado conciencia los clubes de razas de los excesos de la selección de hipertipos, este tipo de afecciones deberían ser cada vez menos frecuentes en los próximos años.

Sin embargo, los gatos braquicefálicos no son los únicos gatos que sufren defectos de nacimiento y todos los gatos son susceptibles a una malformación de las fosas nasales o la faringe. En caso de sospecha, serán necesarios exámenes médicos por imágenes para confirmar el diagnóstico (escáner, rinoscopia, resonancia magnética).

Síndrome de coriza

¿Los ronquidos de tu gato van acompañados de secreciones por la nariz o los ojos? ¿Lo viste estornudar? Si este es el caso, es probable que su gato padezca el síndrome de Coriza. Esta condición incluye varios ataques (rinitis, conjuntivitis, gingivoestomatitis, etc.) debido a infecciones por dos tipos principales de virus: virus del herpes y calicivirus. 

Las vacunas anuales protegen contra estos virus y ayudan a limitar la gravedad de las infecciones. El gato puede mostrar varios signos o simplemente roncar con una ligera secreción nasal transparente y estornudos. La infección por estos virus suele durar de 2 a 3 semanas. 

Durante este tiempo, el gato contagia a sus congéneres. También es común que las bacterias se aprovechen de la infección actual. Luego se observan signos de superinfección y la secreción se vuelve purulenta. En gatos con un sistema inmunológico competente, la infección se resuelve espontáneamente. En gatos inmunodeprimidos (muy jóvenes, muy viejos, FIV positivos, enfermos) o no vacunados, la infección puede tener consecuencias a largo plazo como, por ejemplo, ronquidos de por vida y recaídas frecuentes.

En caso de ronquidos asociados a estornudos y secreciones nasales, es posible realizar inhalaciones para diluir las secreciones nasales. Lo ideal es alquilar un nebulizador en una farmacia clásica que permita dividir el suero fisiológico en gotitas microscópicas que penetran en el árbol respiratorio superior. De lo contrario, es posible colocar al gato en su jaula de transporte, un recipiente con agua hirviendo al frente, fuera del alcance de sus patas, y cubrir todo con una toalla húmeda. Realizar estas inhalaciones tres veces al día durante al menos 10 minutos ayuda a aliviar las molestias asociadas con la rinitis. También es posible agregar aceites esenciales al agua o solución salina fisiológica, como en los humanos, pero estos también pueden resultar irritantes para la mucosa nasal inflamada. Si la secreción es purulenta y su gato parece deprimido o pierde el apetito, se recomienda una consulta veterinaria y se pueden indicar antibióticos.

Obstrucción de las fosas nasales: pólipos, masas, cuerpos extraños, etc.

Finalmente, después de estas dos causas más comunes, vienen los elementos que obstruyen las fosas nasales. En este caso, los ronquidos no siempre habrán estado presentes sino que habrán comenzado en algún momento y en ocasiones irán empeorando progresivamente. En algunos casos, también puede observar otros signos como trastornos neurológicos (cabeza inclinada, movimientos anormales de los ojos, etc.), sordera, secreción nasal (a veces sangre).

Dependiendo de la edad del animal, es posible que tengamos que sospechar un pólipo inflamatorio (en gatos jóvenes) o más bien un tumor (en gatos mayores, en particular). Además, no es raro encontrar cuerpos extraños bloqueados en la nasofaringe o en las cavidades nasales (como una brizna de hierba inhalada, por ejemplo).

Para explorar la causa de los ronquidos, generalmente son necesarias pruebas de imágenes médicas. La tomografía computarizada y la resonancia magnética, realizadas bajo anestesia general, permiten evaluar las estructuras internas del cráneo, el grosor de los tejidos, la presencia de pus y en particular la integridad de los huesos, para la tomografía computarizada. La rinoscopia suele ser complementaria porque permite observar la calidad de la mucosa nasal, tomar lesiones para análisis (biopsias) y eliminar cuerpos extraños.

En caso de pólipo inflamatorio, está indicado el manejo quirúrgico. Para los tumores, según el tipo y la ubicación, la cirugía a menudo no es posible. Se pueden considerar otras opciones (radioterapia, quimioterapia, etc.), después de consultarlo con su veterinario o con un especialista en oncología.

En conclusión, los ronquidos, en los gatos, pueden ser inofensivos (especialmente si están relacionados con la conformación de la raza), de origen infeccioso, con un síndrome de resfriado común, o relacionados con una obstrucción del tracto respiratorio. En caso de malestar notorio, secreción purulenta o signos neurológicos, se recomienda consultar a su veterinario.

Deje un comentario