Las causas de la pubalgia.

Básicamente, la pubalgia puede deberse a tres mecanismos:

• Deterioro de la articulación púbica.

El pubis generalmente se refiere al hueso pélvico que se encuentra frente a la vejiga y por encima de los genitales. En realidad, es la unión de dos ramas óseas, izquierda y derecha, que se encuentran, en el medio, por una articulación llamada sínfisis púbica y que apenas es móvil. En este lugar, se puede desarrollar una patología articular y ósea, denominada osteoartropatía púbica, y que se asemeja a la osteoartritis.

• Un origen muscular.

Dos músculos pueden estar involucrados en la pubalgia: los músculos abdominales y los músculos aductores.

Los primeros están formados por diferentes grupos musculares como los músculos rectos que parten de las costillas para llegar a la pelvis (las famosas barras de chocolate), pero también los oblicuos y transversales, que se ubican lateralmente; la debilidad relativa de este último puede estar en el origen de una pubalgia.

Los músculos aductores se encuentran en la cara interna de los muslos y se insertan en la pelvis: su función es permitir el movimiento de la extremidad inferior desde el exterior hacia el interior. En algunos deportes, están particularmente estresados ​​y luego pueden inducir pubalgia.

• Fallo de la pared abdominal.

El entrelazamiento de grupos de músculos en la parte inferior del abdomen no crea una pared homogénea. Por tanto, hay ciertas zonas más frágiles que pueden abrirse y permitir la exteriorización del contenido del abdomen (hernia). Este es particularmente el caso de la región inguinal (también llamada ingle o hueco entre el muslo y el pubis) que puede ser el sitio de una hernia del contenido abdominal, llamada hernia inguinal. En la pubalgia, es este mismo mecanismo el que puede estar en juego, aunque la mayoría de las veces no existe una hernia real, sino solo una “apertura” de esta región. 

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