Los peligros del cannabis en los adolescentes

Los peligros del cannabis en los adolescentes

Depresión, fracaso escolar, dificultades románticas, psicosis… los peligros del cannabis en los adolescentes son una realidad. ¿Cuáles son las consecuencias de consumir cannabis en la adolescencia? ¿Podemos proteger a nuestros hijos contra este flagelo? Actualización sobre un fenómeno que se prolonga desde hace varias décadas.

Cannabis en adolescentes

Ansioso por volverse cada vez más autónomo y diferenciarse de sus padres, el adolescente tiene tendencia a querer jugar con las prohibiciones. El impulso de demostrar que ya no es un niño a veces resulta en actos imprudentes e inmaduros que pueden conducir al desastre.

Le cannabis se considera una droga blanda y, a menudo, sirve como introducción a las llamadas drogas más duras. Bastante fácil de acceder, sigue siendo económico (en comparación con otras drogas) y un poco demasiado común, lo que lo hace extremadamente peligroso. Poco consciente del peligro al que está expuesto, influenciado por sus amigos y / o curioso por la idea de consumir psicofármacos, el adolescente se ve fácilmente arrastrado a una aventura que puede costarle caro.

¿Cuáles son los peligros del cannabis en la adolescencia?

Concretamente, el consumo de cannabis durante la adolescencia (y más concretamente hasta los 15 años) puede provocar problemas de maduración del cerebro. Algunos estudios están particularmente interesados ​​en la esquizofrenia y su relación más o menos directa con el consumo de cannabis.

Además del hecho de que esta planta psicotrópico tiene efectos nocivos en el cerebro, es obvio que fumar conduce a una serie de comportamientos peligrosos. Así, vemos que el consumo de cannabis puede ser causa de enfermedades, accidentes de tráfico, sexo sin protección, violencia, pérdida de concentración, falta de productividad e incluso depresión que puede llevar al suicidio.

Adolescencia e inmadurez

Los adolescentes que consumen cannabis tienden a minimizar los riesgos asociados con él. Al afirmar que un buen número de sus conocidos se entregan regularmente a lo que coloquialmente llaman "fumar", piensan erróneamente que esta actividad es, después de todo, bastante banal. Sin embargo, muchos accidentes de tráfico, violencia doméstica y peleas son provocados por personas que han consumido cannabis.

Lo mismo ocurre con las relaciones sexuales sin protección: a menudo ocurren "accidentes" después de consumir drogas, incluso cuando la droga se considera "blanda". Por último, el cannabis puede reforzar los sentimientos de depresión; después de fumar, un adolescente que toma drogas psicotrópicas puede actuar y suicidarse cuando no tenía la intención de hacerlo cuando estaba en su estado normal.

Las consecuencias del cannabis en la adolescencia y la edad adulta

Si fuma cannabis con regularidad, el adolescente se irá acostumbrando gradualmente a los efectos que produce: entonces se desarrollará una tolerancia a los efectos del THC (principal componente psicotrópico del cannabis). Su cerebro siempre demandará más drogas psicotrópicas, lo que corre el riesgo de llevar a un consumo mucho mayor de cannabis pero también a la prueba de nuevas drogas más duras (cocaína, éxtasis, heroína, etc.). Debe recordarse de pasada que fumar cannabis también conlleva los mismos riesgos que fumar tabagisme dicho “clásico” (debilidad cardiovascular, exposición a muchos cánceres, tos, piel dañada, etc.).

Quienes consumen cannabis están más expuestos a la deserción escolar, a un posible matrimonio inmaduro (y por tanto condenado al fracaso) pero también a experiencias sexuales prematuras o incluso a un embarazo inesperado. Todos estos elementos tendrán un impacto significativo en la edad adulta, de hecho pueden influir en el curso de una vida, incluso después de haber dejado de consumir.

¿Podemos luchar contra los peligros del cannabis en la adolescencia?

Si bien existen muchas iniciativas que tienen como objetivo advertir a los adolescentes (especialmente en la escuela) sobre los peligros del cannabis, es difícil hacerles comprender la importancia del tema. El principal problema del adolescente es a menudo que no le teme al peligro y no duda en oponerse a la autoridad (ya sea en la escuela o en casa). En este contexto, es complicado darle buenos consejos que aplicará al pie de la letra. Por lo tanto, lo mejor es advertirle de los peligros haciéndolo responsable (el adolescente puede ser más sensible a frases como "podrías ser violento con tu novia" o "podrías golpear a alguien con ella. Tu scooter" que con sermones escuchados mil veces “es una droga, no es buena”, “corres el riesgo de volverte adicto”, etc.).

El cannabis es un peligro real al que están expuestos la mayoría de los adolescentes en un momento u otro. Confiar en su hijo, ayudarlo a comprender cómo funcionan las drogas y alentarlo a aprender sobre ellas para protegerse mejor de ellas son acciones que pueden disuadirlo de usarlas.

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