Tratamiento de la persecución y la paranoia: nos siguen

Tratamiento de la persecución y la paranoia: nos siguen

La manía de persecución es la forma más común de paranoia. Las personas que la padecen están seguras de que alguien las está mirando, además, de que están constantemente en grave peligro. Cuando la enfermedad pasa a una forma descuidada, una persona se vuelve peligrosa tanto para sí misma como para los demás, por lo tanto, cuanto antes comience el tratamiento, mejor.

Tratamiento de la persecución maníaca y la paranoia

El problema del tratamiento de la manía persecutoria.

No es difícil controlar la manía de persecución. Con esta enfermedad, una persona primero siente que la realidad que lo rodea está cambiando, todo se vuelve siniestro. Siente que muy pronto habrá un punto de inflexión en el que todo cambiará para peor. Al mismo tiempo, existe un sentimiento de predeterminación, un entendimiento de que el peligro no se puede evitar. Más tarde, cuando la enfermedad progresa, la persona “adivina” exactamente quién quiere hacerle daño, cómo, qué ocurrirá exactamente, e incluso dónde y cuándo ocurrirá la desgracia.

Al principio, los síntomas de la enfermedad pueden aparecer de forma espontánea, es decir, la mayoría de las veces una persona parece estar bastante sana. Es necesario comenzar el tratamiento ya en esta etapa.

Desafortunadamente, las simples conversaciones para la manía de persecución no son suficientes, por lo que esta opción será completamente ineficaz. Además, una persona puede pensar que está convencida de que no existe ningún peligro, por lo que de repente ataca y roba o mata, aunque estemos hablando de un familiar cercano o amigo. Para acelerar el tratamiento de la manía, debe intentar eliminar lo que está causando o agravando los síntomas. A veces es una enfermedad mental, pero a menudo es alcohol o incluso drogas.

Tratamiento profesional para la manía por acecho

Desafortunadamente, deshacerse de la paranoia sin la ayuda de un psicoterapeuta es casi imposible. Al mismo tiempo, el especialista no tendrá largas conversaciones con el paciente, porque el mejor tratamiento para la manía persecutoria es la medicación. En una etapa temprana, es suficiente tomar pastillas y luego someterse a procedimientos de rehabilitación; en casos extremos, la hospitalización es necesaria para un seguimiento constante del tratamiento.

Convencer a un paranoico de que acuda a un terapeuta no es una tarea fácil. Recuerde que con tal enfermedad, una persona está segura de que está absolutamente sana. La mejor opción es hablar primero con el médico personalmente, describir la situación y averiguar cómo proceder.

Otro tratamiento eficaz para la persecución maníaca es la terapia familiar. En él participan familiares cercanos del paciente. Al mismo tiempo, el psicoterapeuta también prescribe medicamentos especiales que deben usarse con regularidad. Es importante no interrumpir el tratamiento, incluso si a primera vista el problema parece estar resuelto, ya que la paranoia puede volver.

Tenga en cuenta que si el médico se da cuenta de que el paciente es un peligro para él o para los demás, puede tratarse de un tratamiento obligatorio en una clínica psiquiátrica.

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