Vacaciones y días festivos: cómo mantener el mundo para niños y padres.

Las vacaciones son un momento caluroso en todos los aspectos. A veces es en estos días cuando se intensifican los conflictos, y si esto sucede entre padres, los niños sufren. Cómo negociar con un cónyuge o expareja y mantener la paz para todos, aconseja la psicóloga clínica Azmaira Maker.

Curiosamente, los días festivos y las vacaciones pueden ser un factor de estrés adicional para los niños y los padres, especialmente si estos últimos están divorciados. Numerosos viajes, reuniones familiares, problemas financieros, trabajo escolar para las vacaciones y tareas del hogar pueden enredarse y generar conflictos. La psicóloga clínica y especialista en niños y familias Azmaira Maker explica qué tener en cuenta para que la Nochevieja sea agradable tanto para padres como para niños.

El primer lunes después de las vacaciones se conoce como el "día del divorcio", mientras que enero se conoce como el "mes del divorcio" tanto en EE. UU. como en el Reino Unido. Este mes está marcado por un número récord de parejas que solicitan el divorcio. El estrés es en gran parte el culpable de esto, por las vacaciones y las decisiones que tienes que tomar todos los días. Los temas desencadenantes pueden desequilibrar el sistema familiar, generar serios conflictos y resentimientos, que a su vez pueden impulsar pensamientos de separación.

Por lo tanto, es muy importante que los padres desarrollen un plan para prevenir y superar las dificultades y minimizar los conflictos tanto como sea posible. Esto es importante para toda la familia y ayudará al niño a pasar las vacaciones con placer. La experta recomienda prestar especial atención a los niños que alternan el tiempo con mamá y papá, en las condiciones de “competencia” de los padres en cuanto a regalos y atenciones.

Si los padres están divorciados, no hay necesidad de obligar al niño a elegir con quién quiere pasar más las vacaciones.

Azmaira Maker brinda orientación que puede ayudar a los adultos a concentrarse en los aspectos positivos, los compromisos y la resolución saludable de conflictos para los niños.

  • Ya sea que los padres estén divorciados o casados, pueden preguntar a sus hijos qué es lo que más les importa durante las fiestas, y tener la respuesta escrita y leída todos los días como un recordatorio importante de lo que los niños esperan con ansias en esta temporada navideña.
  • Los padres deben preguntarse qué es importante para cada uno de ellos en estos días. Estas respuestas también deben escribirse y releerse todos los días.
  • Si la madre y el padre no están de acuerdo en puntos de vista religiosos, espirituales o culturales, deben respetar las necesidades y los deseos del otro. Varias opciones de celebración enseñan a los niños la tolerancia, el respeto y la aceptación de la diversidad de la vida.
  • Si hay un conflicto entre los padres por las finanzas, el experto recomienda discutir el presupuesto antes de las vacaciones para evitar peleas en el futuro.
  • Si los padres están divorciados, no hay necesidad de obligar al niño a elegir con quién quiere pasar más las vacaciones. Es importante crear un sistema de viaje justo, simple y consistente durante las vacaciones.

Las vacaciones pueden ser especialmente complicadas si hay una lucha de poder entre los padres.

  • Cada padre necesita aprender a ser un oyente compasivo y solidario para ayudar a aliviar la tensión y reducir la posibilidad de conflicto durante las fiestas. Un intento de comprender las necesidades y los deseos de una pareja, incluso un ex, le permite encontrar soluciones que sean más favorables para los niños y ambos padres.
  • Los hermanos y hermanas deben permanecer juntos durante las vacaciones. La conexión entre hermanos es sumamente importante: en la edad adulta, un hermano o hermana puede convertirse en un apoyo en situaciones difíciles. Las vacaciones y las vacaciones que pasan juntos son una importante contribución al tesoro de sus recuerdos comunes de la infancia.
  • Si algo sale mal, es importante no buscar culpables. A veces, los niños se convierten en testigos de padres que se culpan mutuamente por el divorcio o por problemas familiares. Esto pone al niño en un callejón sin salida y puede causar emociones negativas: ira, culpa y confusión, lo que hace que las vacaciones sean días desagradables y difíciles.
  • Los adultos a menudo piensan en la mejor manera de pasar las vacaciones. La discrepancia entre unos y otros en cuanto a los planes no debe convertirse en motivo de los próximos conflictos. “Si la propuesta de la pareja no daña al niño, sino que simplemente difiere de la suya, trate de no ofenderlo ni humillarlo, busque compromisos”, sugiere el psicólogo familiar. “Los padres deben mantener una posición neutral y actuar de manera conjunta y armoniosa con respecto a los niños”. Esto permitirá que los niños sientan amor y afecto por ambos padres incluso después de un divorcio.
  • El matrimonio, el divorcio y la paternidad son territorios complicados, pero mientras más compromisos y flexibilidad tengan los padres, más probable es que los niños crezcan felices y realmente disfruten las fiestas.

Durante las vacaciones y días festivos, los padres enfrentan situaciones difíciles. Las vacaciones pueden volverse especialmente difíciles y dolorosas si surgen luchas de poder y competencia entre los padres. Si los padres que viven juntos o separados pueden aplicar el consejo de expertos para minimizar el conflicto y evitar tira y afloja emocional, los niños realmente disfrutarán de días alegres y pacíficos.


Sobre la autora: Azmaira Maker es psicóloga clínica especializada en niños y familias.

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