Consejos de estofado vegetariano

Comenzamos con la base aromática del plato. Además de las sopas, las cebollas fritas, las zanahorias, el apio y los condimentos agregan sabor al guiso. Para que el guiso sea sabroso, es muy importante prestar la debida atención a esta etapa: la cebolla debe freírse hasta que esté dorada, los azúcares contenidos en las verduras deben caramelizarse y las hierbas deben revelar su aroma. Mientras tanto, puedes picar las verduras. Menos es mejor, pero mejor En un guiso, es mejor usar no más de 5 tipos de vegetales (excepto aquellos que son la base fragante del plato). Al elegir los ingredientes, recuerde equilibrar formas, tamaños, colores, texturas y sabores. Elige las verduras en función de la estacionalidad: las verduras que maduran al mismo tiempo siempre van bien entre sí. En primavera, los espárragos, los tirabeques y el perifollo serán una buena combinación. Las alcachofas combinan muy bien con las habas (versión de primavera), y en otoño puedes hacer un guiso de alcachofas con raíz de apio. Trío de verano: tomates, berenjenas y patatas. Oferta de invierno: un abundante guiso de tubérculos. Por temporada, me refiero a las verduras maduras y de temporada que se cultivan en su área, y no a los productos importados que se venden en los supermercados durante todo el año. Si sigues estas sencillas reglas, tu guiso siempre quedará delicioso. Blanqueamiento A veces, algunos ingredientes del guiso se cocinan mejor por separado para que conserven su textura y color. No te preocupes si las verduras blanqueadas están demasiado blandas, deberían estarlo. Siempre es mejor empezar por aquellas verduras que tardan más en escaldarse. Vino  El vino agrega acidez al plato y le permite preservar la estructura de las verduras. En lugar de vino, puedes usar unas cucharadas de jugo de limón o vinagre suave. Y aunque el vino blanco seco marida mejor con verduras, a veces agrego Riesling a los guisos. El sabor agridulce de este vino no se echa a perder en absoluto, sino que, por el contrario, enfatiza el sabor natural de las verduras. Sirviendo el guiso El guiso no es un plato muy apetecible, por lo que es mejor servirlo en un bol o en un plato hondo de bordes anchos, que suele usarse para servir pasta. El siguiente matiz al que debes prestar atención son las guarniciones. Puedes servir polenta frita con estofado de champiñones, picatostes de ajo con alcachofas, estofado de puerros y guisantes, y cuscús con verduras con garbanzos. Una recomendación general es acompañar el guiso con alimentos que absorban el jugo y tengan un sabor natural: cereales, cuscús, polenta, picatostes, tostadas, bizcochos e incluso gofres. Los cereales se ven más atractivos en un recipiente pequeño en el centro del plato. A la hora de preparar un guiso, es mejor cortar las verduras en bonitos cubos grandes para que se pueda ver qué verduras se incluyen en el plato. Las piezas pequeñas se ven menos apetecibles. Cuando es imposible entender de qué está hecho el plato, es difícil obtener una respuesta clara si te gustó o no. Esto es especialmente importante si está preparando un guiso para niños. Una guarnición de hierbas frescas picadas gruesas, una cucharada de salsa verde o gajos de tomate le dan al guiso un acabado acabado, apetitoso y muy vistoso. Fuente: deborahmadison.com Traducción: Lakshmi

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