Los ojos llorosos suelen ser una expresión de emoción, pero hay situaciones en las que las lágrimas que fluyen no tienen nada que ver con las emociones. A menudo afecta a personas mayores, pero también a personas más jóvenes, corriendo periódicamente o durante mucho tiempo. La razón puede estar en la hipersensibilidad de los ojos, lesiones mecánicas y enfermedades, pero no solo. Las condiciones climáticas también pueden irritar nuestra vista, por lo que vale la pena aprender a cuidar los ojos para evitar el lagrimeo persistente.
El lagrimeo nos acompaña al cortar cebollas, porque el olor irrita la nariz, con sol y viento fuerte, así como cuando sufrimos de mocos y resfriados. Aquí hay otras causas comunes de ojos "llorosos":
- infección - nuestros ojos pueden sucumbir a diversas enfermedades e infecciones causadas por virus o bacterias. Con una infección bacteriana, en el segundo día, además del lagrimeo, aparece una secreción acuosa purulenta. La infección viral se manifiesta por lagrimeo alternado: primero un ojo llora y luego el otro comienza a llorar. Los principales síntomas de infección, además de las lágrimas, son ardor, hinchazón, enrojecimiento del ojo y sensibilidad a las radiaciones (sol, luz artificial). En un estado no muy avanzado de la infección se pueden utilizar gotas desinfectantes, pero si no hay mejoría en dos o tres días, será necesario visitar a un médico que prescribirá pomadas y gotas adecuadas, y en ocasiones (en el caso de inflamación de los conductos lagrimales) un antibiótico.
- Irritación - una situación en la que un cuerpo extraño entra en el ojo. A veces es una mota de polvo, otras veces una pieza de maquillaje (por ejemplo, delineadores de ojos) o una pestaña rizada. El cuerpo reacciona a la defensiva ante el cuerpo extraño, produciendo lágrimas que están diseñadas para eliminar el problema. Pero a veces las lágrimas por sí solas no son suficientes. Luego podemos ayudarnos enjuagando el ojo con agua hervida o solución salina.
- Alergia – todos los alérgicos conocen el desgarro de la autopsia, porque a menudo acompaña a los alérgicos durante, por ejemplo, la temporada de polen. Luego ocurre junto con secreción nasal, picazón y ardor en la piel. Además de las temporadas de polen, algunas personas sienten los efectos de las alergias como resultado de la irritación del cuerpo con polvo, productos químicos, ácaros o pelo de animales. La alergia se puede diagnosticar con un análisis de sangre que mide los niveles de IgE o pruebas cutáneas.
- Herida en la córnea - la irritación de la córnea puede ocurrir en diversas situaciones esporádicas, como rascarse con la uña o con un trozo de tela. Luego se crea una herida en él, que sana bastante rápido, pero en el futuro puede renovarse. A veces también hay una ulceración en la córnea, que, combinada con defectos en esta parte del ojo, puede causar glaucoma. Todo esto provoca lagrimeo, que no debe subestimarse.
- Síndrome del ojo seco - es decir, una enfermedad causada por muy pocas o demasiadas lágrimas. Esto sucede cuando no tienen la composición y “adherencia” correcta, por lo que fluyen inmediatamente sin detenerse en la superficie del ojo. Provoca que la perilla se reseque por no estar debidamente protegida e hidratada. Para el autotratamiento, se pueden usar colirios viscosos y lágrimas artificiales. Si esto no da resultados, será necesario visitar a un oftalmólogo lo antes posible.