¿Qué futuro para las maternidades?

Reestructuraciones, pérdida de dinero, caída del número de entregas ... cada vez más maternidades cierran sus puertas. Cada vez es la incomprensión y la perplejidad lo que domina entre el personal del hospital y los habitantes. Luego la revuelta, la lucha de brazos que comienza. Es esta lucha la que la directora Marie-Castille Mention-Schaar ha decidido llevar a la pantalla con “ El Boliche » una película profundamente humana, entre la comedia y el drama social. En 2008, el caso causó revuelo. Amenazado con el cierre la maternidad de Carhaix se salvó gracias a la lucha incansable de su población. Matronas, vecinos, funcionarios electos e incluso un colectivo improvisado de embarazadas habían luchado durante muchos meses para exigir la nulidad de esta injusta decisión. Nunca una causa se había movilizado tanto. El 25 de junio capituló la Agencia Regional de Salud (ARS). La solidaridad popular finalmente dio sus frutos. Fue hace cuatro años. Si bien la situación en Carhaix sigue siendo frágil, la amplitud de este conflicto social ha servido como una especie de detonador para futuras movilizaciones.

En la mira de los hospitales de maternidad locales

Desde Carhaix, el escenario se ha repetido en otras maternidades pero el resultado no siempre ha sido favorable. Las manifestaciones, las peticiones ya no son suficientes para ahorrar a los pequeños maternidades. Recientemente, fue en Ambert, en Puy-de-Dôme. 173 nacimientos mensuales, muy pocos para las agencias regionales de salud… ¿Quiénes son estas organizaciones que hacen temblar las maternidades locales? Creadas en 2009, las ARS son responsables de implementar la reforma del sistema de salud. ¿Y recortar los hospitales de maternidad demasiado poco rentables? El tema es sensible y las opiniones divergen. Para algunos, este es un mal necesario, mientras que para otros, estos cierres comprometen la oferta sanitaria y extienden inexorablemente las distancias geográficas para llegar al hospital.

De Carhaix… a La Seyne-sur-Mer

Aún así, los ejemplos son numerosos. El futuro del hospital de maternidad de La Seyne-sur-Mer (Var) aún es incierto. A pesar de la movilización de toda la ciudad, la ARS ratificó el cierre de este establecimiento y el traslado del lugar de parto al hospital Sainte-Musse de Toulon. El verano pasado, el alcalde Marc Vuillemot recorrió 950 km hasta París, donde entregó una petición de más de 20 firmas a la exsecretaria de Estado de Salud Nora Berra. La movilización continúa hoy. Y hasta parece que las salas de maternidad más grandes no son inmunes a la ola de cierres. “¡La maternidad está salvada (por el momento)! ¡Gracias a todos por su ferviente apoyo! », ¿Podemos leer en la web del Collectif de la Maternidad lila. Se necesitó un año de movilización para salvar el establecimiento y su proyecto de expansión, repentinamente suspendido por la Agencia Regional de Salud (ARS). Sin embargo, cada año se realizan más de 1700 partos, y un enfoque sin precedentes para el nacimiento, en el que la maternidad ha hecho su reputación. Y en París, es la famosa institución de azules que está en peligro. No estoy seguro de que las maternidades resistirán durante mucho tiempo este movimiento general de reestructuración y concentración. Pero cada vez, están decididos a hacer oír su voz.

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