Por qué la postura correcta lo es todo

La forma en que “cargamos” nuestro cuerpo tiene un gran impacto en nuestras vidas. Es difícil sobrestimar la importancia de una espalda sana en general y una postura correcta en particular: idealmente, un cuerpo uniforme está sincronizado con las fuerzas de la gravedad para que ninguna estructura esté sobrecargada.

La mala postura no solo es una vista poco atractiva, sino también una causa de problemas de salud a largo plazo. Según la práctica osteopática de Londres, la postura incorrecta es responsable de la deformación de los huesos y los tejidos blandos. Esto, a su vez, puede provocar daños en los discos intervertebrales, cicatrices en el tejido fibroso y otros daños. Además, ciertas posiciones de la espalda ponen en peligro el tejido nervioso, ya que comienza a alterar el flujo de sangre a la médula espinal. Darren Fletcher, médico de Posture Dynamics, explica: “Se producen cambios plásticos en los tejidos conectivos que pueden volverse permanentes. Es por esta razón que los métodos para enderezar la espalda a corto plazo no funcionan con muchos pacientes”. Darren Fletcher enumera varias razones principales para mantener una buena postura:

lo que significa un trabajo muscular eficiente. Con un funcionamiento adecuado de los músculos (distribución adecuada de la carga), el cuerpo gasta menos energía y se evita la tensión excesiva.

Muchos ni siquiera lo saben, pero una mala postura tiene un impacto negativo en… ¡una sensación de felicidad! Una espalda plana significa ausencia de bloqueos musculares y energéticos, libre distribución de energía, tono y fuerza.

Encorvarse afecta el funcionamiento de los órganos vitales y todos los sistemas del cuerpo más de lo que pensamos. Por ejemplo, si nos sentamos o nos paramos no estrictamente erguidos, la capacidad pulmonar disminuye, lo que afecta directamente la cantidad de oxígeno absorbido y los niveles de energía. Así, una persona con la espalda encorvada corre el riesgo de tener una circulación, una digestión y una excreción de desechos más lentas, todo lo cual se traduce en sensaciones de letargo, aumento de peso, etc.

Existen varias puntos clavenecesario para una buena postura.

Primero, las piernas deben estar rectas. Sorprendentemente, una gran cantidad de personas no caminan con las piernas rectas, sino con las rodillas ligeramente dobladas. Tal configuración es inaceptable para una postura adecuada y una espalda sana. La región torácica debe sobresalir ligeramente hacia adelante, mientras que la región lumbar debe mantenerse recta o con mínima flexión. Finalmente, los hombros se giran hacia atrás y hacia abajo, el cuello está en línea recta con la columna vertebral.

Vivimos en un mundo donde el hombre moderno pasa la mayor parte de su tiempo sentado. En este sentido, la cuestión del ajuste correcto de la espalda al sentarse es muy relevante. En primer lugar, las piernas están dobladas por las rodillas y los pies apoyados en el suelo. A muchas personas les gusta estirar las piernas hacia adelante, creando así una carga en las caderas. Además, la columna vertebral está en una posición neutral, los hombros están tirados hacia atrás, el cofre sobresale ligeramente hacia adelante. Mantenga la espalda recta y asegúrese de que el cuello no se abulte hacia adelante.

Trabajar en tu postura, como cualquier hábito a largo plazo, requiere paciencia y una cuidadosa observación de ti mismo. Este es un trabajo de todos los días, día tras día, que vale la pena hacer.

— Morihei Ueshiba, fundador de Aikido

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