¿Por qué olvidamos nuestros sueños?

Y esto a pesar de que en estado de sueño a veces experimentamos emociones más fuertes que en la realidad.

Parece que nos hemos despertado y recordamos muy bien lo que soñamos, pero literalmente pasa una hora y casi todos los recuerdos desaparecen. ¿Por qué está pasando esto? Si algunos de los eventos en nuestros sueños ocurrieron en la vida real, digamos, una aventura con una estrella de cine, entonces quedaría grabado para siempre en su memoria y, posiblemente, en su página de redes sociales. Pero en el caso de los sueños, olvidamos rápidamente los eventos más increíbles.

Existen varias teorías ampliamente aceptadas para explicar la naturaleza fugaz de los sueños. Dos de ellos, citados por el Huffington Post, explican que el olvido de los sueños es muy beneficioso desde un punto de vista evolutivo. El primero afirma que si un cavernícola recordara cómo salta de un acantilado y vuela, huyendo de un león, intentaría repetirlo en la realidad y no sobreviviría.

La segunda teoría evolutiva del olvido de los sueños fue desarrollada por Francis Crick, uno de los descubridores del ADN, quien explica que la función del sueño es deshacerse de nuestro cerebro de memorias y asociaciones innecesarias que se acumulan en él con el tiempo, que lo obstruyen. Por lo tanto, los olvidamos casi de inmediato.

Una de las mayores dificultades a la hora de intentar recordar un sueño es que recordamos hechos reales en orden cronológico, linealmente y teniendo en cuenta causa y efecto. Los sueños, sin embargo, no tienen una disposición tan clara en el tiempo y el espacio; deambulan y derivan a través de asociaciones y conexiones emocionales.

Otro obstáculo para recordar los sueños es nuestra vida misma, con sus preocupaciones y tensiones. Lo primero en lo que la mayoría de nosotros pensamos cuando nos despertamos es en el próximo negocio, lo que hace que el sueño se disuelva instantáneamente.

El tercer factor es el movimiento y la orientación de nuestro cuerpo en el espacio, ya que solemos soñar en reposo, acostados horizontalmente. Cuando nos levantamos, los numerosos movimientos que se producen interrumpen el fino hilo del sueño.

Para mejorar su capacidad de recordar sueños, debe resolver estos tres problemas naturales: linealidad de la memoria, preocupación por los asuntos actuales y movimiento corporal.

Terry McCloskey de Iowa compartió sus secretos con Shutterstock para ayudarlo a resolver estos problemas y recordar sus sueños. Todas las noches pone en marcha dos despertadores: el despertador le recuerda a la conciencia que despierta que por la mañana tendrá que pensar en problemas urgentes, y el despertador musical le inspira que todo está en orden y que puede concentrarse en dormir.

McCloskey también pone un bolígrafo y un cuaderno en la mesa de noche. Cuando se despierta, los saca, haciendo un mínimo de movimientos y sin levantar la cabeza. Luego, primero intenta recordar sus sentimientos y emociones durante el sueño y solo entonces permite que los recuerdos formen asociaciones libres (técnica psicoanalítica), y no los obliga a alinearse en una cadena lineal de eventos. Terry no se separa del cuaderno durante todo el día en caso de que de repente recuerde piezas o sentimientos de noches anteriores.

Por cierto, ahora existen muchas aplicaciones para teléfonos inteligentes y relojes inteligentes que le permiten registrar rápidamente los sueños antes de que desaparezcan. Por ejemplo, DreamsWatch para Android te permite contar un sueño en un dispositivo de grabación, haciendo muy pocos movimientos, y su despertador vibrante envía una señal a la corteza cerebral de que todo está en orden y no puedes preocuparte por el presente por ahora.

Si quieres memorizar tus sueños (¡sin pensar en los leones!), Entonces estas técnicas pueden mejorar enormemente el proceso de recordar nuestras aventuras nocturnas y recuperarlas de la memoria.

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