Psicología

Estos cuatro ejercicios solo te tomarán unos minutos para completarlos. Pero si los conviertes en un ritual diario, son capaces de tensar la piel y restaurar un hermoso óvalo de la cara sin intervención quirúrgica.

La idea de este conjunto de ejercicios surgió con la japonesa Fumiko Takatsu. “Si entreno los músculos del cuerpo todos los días en clases de yoga, ¿por qué no entreno los músculos de la cara?” dice Takatsu.

Para realizar estos ejercicios no necesitas colchoneta, ropa especial ni conocimientos de asanas complejas. Todo lo que se necesita es una cara limpia, un espejo y unos minutos a solas. ¿Cómo funciona? Exactamente igual que durante el yoga clásico. Amasamos y tensamos los músculos para tensarlos y proporcionar una línea clara, no una silueta borrosa. Takatsu asegura: “Comencé a hacer esta gimnasia después de una lesión cuando mi cara se volvió asimétrica. Unos meses después, me vi en el espejo antes del desastre. Las arrugas se alisaron, el óvalo de la cara se tensó.

Consejo: haz estas “asanas” todas las noches después de la limpieza, pero antes de aplicar el suero y la crema. Entonces calienta la piel y percibirá mejor los componentes de cuidado en los productos.

1. frente lisa

El ejercicio relajará los músculos de la frente y aliviará la tensión, previniendo así la aparición de arrugas.

Ambas manos se aprietan en puños. Coloque los nudillos de sus dedos índice y medio en el centro de su frente y aplique presión. Sin soltar la presión, extiende los puños hacia las sienes. Presiona ligeramente tus sienes con los nudillos. Repita cuatro veces.

2. Tensa el cuello

El ejercicio evitará la aparición de papada y la pérdida de contornos faciales claros.

Dobla tus labios en un tubo, luego jálalos hacia la derecha. Siente el estiramiento en tu mejilla izquierda. Gira la cabeza hacia la derecha, levantando la barbilla 45 grados. Siente el estiramiento en el lado izquierdo de tu cuello. Mantén la postura durante tres segundos. Repetir. Luego haz lo mismo en el lado izquierdo.

3. Estiramiento facial

El ejercicio suavizará los pliegues nasolabiales.

Coloque las palmas de las manos sobre las sienes. Presionándolos ligeramente, mueva las palmas de las manos hacia arriba, tensando la piel de la cara. Abre la boca, los labios deben tener la forma de la letra «O». Luego abra la boca lo más que pueda, sostenga durante cinco segundos. Repite el ejercicio dos veces más.

4. Levanta los párpados

El ejercicio combate los pliegues nasolabiales y levanta la piel flácida de los párpados.

Deja caer los hombros. Estire la mano derecha hacia arriba y luego coloque las yemas de los dedos en la sien izquierda. El dedo anular debe estar en la punta de la ceja y el dedo índice debe estar en la sien misma. Estire suavemente la piel, tirando de ella hacia arriba. Descanse la cabeza sobre el hombro derecho, no doble la espalda. Mantén esta postura durante unos segundos, respirando lentamente por la boca. Repita lo mismo con la mano izquierda. Repita este ejercicio de nuevo.

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