Psicología

Sin fuerza, estado de ánimo sin importancia: todos estos son signos de tristeza primaveral. Sin embargo, no se desespere. Enumeramos trucos simples contra la tristeza que te ayudarán a no rendirte y lograr una buena salud.

Usa ambos hemisferios

Estamos de buen humor cuando nuestros dos hemisferios del cerebro se comunican bien y usamos por igual uno y el otro. Si está acostumbrado a referirse principalmente a su hemisferio izquierdo (responsable de la lógica, el análisis, la memoria auditiva, el lenguaje), preste más atención al arte, la creatividad, las interacciones sociales, la aventura, el humor, la intuición y otras habilidades del hemisferio derecho y el vicio. viceversa

Limitar el uso de paracetamol

Eso sí, a menos que te sientas realmente mal, porque el dolor no es lo que necesitamos para sentirnos bien. En todos los demás casos, recuerda que este utilísimo analgésico es también un agente antieufórico.

En otras palabras, la anestesia del cuerpo y la mente provoca un sentimiento de indiferencia y nos hace menos receptivos a las emociones negativas… ¡pero también a las positivas!

comer pepinillos

La psicología nace en las tripas, así que cuídala. La investigación moderna sobre el comportamiento alimentario sugiere que este «segundo cerebro» en cierta medida dirige nuestras emociones e influye en el estado de ánimo.

Por ejemplo, un estudio reciente mostró que de 700 estudiantes estadounidenses, los que comían chucrut, pepinillos (o encurtidos) y yogur con regularidad eran menos tímidos y menos propensos a las fobias y al estrés que los demás.

Aprende a tocar la campana

En el centro del cerebro hay una pequeña bola que oscila en todas direcciones: la lengua de la campana, la amígdala del cerebro. La zona de las emociones está rodeada por la corteza, la zona de la razón. La proporción entre la amígdala y la corteza cambia con la edad: los adolescentes con su amígdala hiperactiva son más impulsivos que los viejos sabios con una corteza desarrollada, cuyas zonas racionales trabajan más.

Los estudios han demostrado que cuando la amígdala funciona, la corteza se apaga.

No podemos ser emocionales y contemplativos al mismo tiempo. Cuando las cosas van mal, detente y recupera el control de tu cerebro. Por el contrario, cuando experimente un momento placentero, deje de pensar y entréguese al placer.

Rechazar nociones infantiles

El psicólogo Jean Piaget creía que nos convertimos en adultos cuando abandonamos las ideas infantiles de «todo o nada» que nos sumergen en la depresión. Para aumentar la flexibilidad y la libertad, debe:

  1. Evitar el pensamiento global («Soy un perdedor»).

  2. Aprende a pensar multidimensionalmente («Soy un perdedor en un área y un ganador en otras»).

  3. Pasar de un razonamiento invariable ("Nunca tuve éxito") a un razonamiento flexible ("Soy capaz de cambiar dependiendo de las circunstancias y con el tiempo"), de un diagnóstico de carácter ("Estoy triste por naturaleza") a un diagnóstico de comportamiento ("En ciertas situaciones, sentirme triste”), de la irreversibilidad (“No puedo salir de esto con mis debilidades”) a la posibilidad de cambio (“A cualquier edad se puede aprender algo, y de mí también”).

Premia las emociones que combaten el blues

La psicóloga estadounidense Leslie Kirby identificó ocho emociones que ayudan a evitar la tristeza:

  1. curiosidad,

  2. orgullo,

  3. esperanza,

  4. felicidad,

  5. Gracias,

  6. sorpresa,

  7. motivación,

  8. satisfacción.

Aprende a reconocerlos, experimentarlos y recordarlos. Incluso puede organizar situaciones apropiadas para usted mismo para experimentar plenamente estos sentimientos. ¡Vivir un momento placentero, finalmente dejar de pensar y rendirse al placer!

Activar neuronas espejo

Estas neuronas, descubiertas por el neurofisiólogo Giacomo Rizzolatti, son las responsables de la imitación y la empatía y nos hacen sentir influenciados por los demás. Si estamos rodeados de gente sonriente que nos dice cosas bonitas, queramos o no activamos las neuronas espejo del buen humor.

El efecto contrario se producirá si empezamos a escuchar música depresiva rodeados de gente de cara lúgubre.

En momentos de desánimo, ver fotos de los que amamos garantiza una carga de buen humor. Al hacerlo, estimulas la fuerza de apego y las neuronas espejo al mismo tiempo.

Escucha a Mozart

La música, utilizada como «terapia adicional», reduce el dolor postoperatorio, ayuda a recuperarse más rápido y, por supuesto, mejora el estado de ánimo. Uno de los compositores más alegres es Mozart, y la obra más antidepresiva es Sonata para dos pianos K 448. Mozart está especialmente indicado para bebés prematuros, ya que sus obras protegen las neuronas del estrés y favorecen su crecimiento.

Otras opciones: Concerto Italiano de Johann Sebastian Bach y Concerto Grosso de Arcangelo Corelli (escuchar durante 50 minutos todas las noches durante al menos un mes). El heavy metal también tiene un buen efecto en el estado de ánimo de los adolescentes, aunque es más estimulante que divertido.

Haz una lista de logros

Solos con nosotros mismos, en primer lugar pensamos en fallas, errores, fallas y no en lo que logramos. Invierte esta tendencia: toma un bloc de notas, divide tu vida en segmentos de 10 años y para cada uno encuentra el logro de la década. Luego identifica tus fortalezas en diferentes áreas (amor, trabajo, amistades, pasatiempos, familia).

Piensa en los pequeños placeres que te alegran el día y escríbelos.

Si nada le viene a la mente, acostúmbrese a llevar un cuaderno con usted para anotar esas cosas. Con el tiempo, aprenderá a identificarlos.

¡Alócate!

Sal de tu silla. No pierdas la oportunidad de expresarte, reír, resentirte, cambiar de opinión. Sorpréndete a ti mismo y a tus seres queridos. No escondas tus adicciones, aficiones de las que los demás se ríen. Serás un poco explosivo e impredecible, pero mucho mejor: ¡es edificante!


Sobre el autor: Michel Lejoieau es profesor de psiquiatría, psicólogo de adicciones y autor de Sobredosis de información.

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