10 cosas que debes hacer para cuidarte

¿Cuándo fue la última vez que se cuidó? No, no me refiero a las 2 cremas, 3 lociones y 40 minutos de maquillaje diario que te dicta la sociedad.

Estoy hablando de verdaderos placeres egoístas, esos que ya no nos tomamos el tiempo para disfrutar, demasiado ocupados estresándonos por una razón X o Y. ¡Así que deja de abusar de tu cuerpo y tu mente a un ritmo vertiginoso!

Hoy, te ofrezco 10 cosas que puedes hacer para cuidarte realmente.

1- toma un descanso

Una ruptura brusca en el ritmo agotador puede hacer mucho bien. Familia, amigos, trabajo… por más emocionante que pueda ser tu vida diaria, dejarla de lado por unos momentos te será beneficioso.

Aléjate de todo durante unas horas. Corta Internet y el teléfono, encuéntrate en un lugar tranquilo, propicio para la plenitud.

Ya sea que esté mirando las estrellas e imaginando su historia, escuchando su música favorita o dejando que las olas se balanceen, lo que importa es dejarse llevar para siempre.

2- cocina por ti mismo

La mantequilla congelada y las conchas de cordon bleu son útiles cuando tienes prisa. Pero darse un capricho al menos dos veces por semana con una comida de verdad no es un lujo.

Utiliza productos frescos que te gusten especialmente, súbete a la cocina y prepara uno de tus platos favoritos. Además del placer de las papilas gustativas, tendrá la satisfacción de haber producido usted mismo esta obra maestra.

3- sé juguetón

Si en los niños el juego se denomina actividad vital, en los adultos a menudo se pasa por alto. Aunque jugamos, nuestras actividades a menudo se racionalizan (tenemos un objetivo que alcanzar, una lógica que respetar).

Así, no dejamos que explote el lado lúdico. Juegos de rol, juegos de construcción, juegos de mesa… ¡todos son excelentes para nosotros! A menudo van acompañadas de risas, a veces con cierta satisfacción personal, y estimulan constantemente nuestra creatividad.

4- Recarga tus pilas en plena naturaleza

10 cosas que debes hacer para cuidarte

La naturaleza se hace eco de nuestro profundo instinto y siempre nos sentimos en nuestro elemento. Los paseos por el bosque y las expediciones a la montaña tienen más beneficios de los que imagina. Los elementos naturales nos ayudan a expulsar el estrés, la ansiedad, la depresión y otros sentimientos negativos.

El mar, por ejemplo, te ayudará a conciliar el sueño gracias a su aire limpio, mientras que un pequeño baño te permitirá reponer tus minerales y oligoelementos.

5- Atrévete a los placeres prohibidos

Esta comida trampa de tus sueños, este día de procrastinación que se ha estado reflejando durante meses, este concierto, este espectáculo, este nuevo libro de Maxime Chattam… ¡date un capricho!

No tiene sentido culparte por el más mínimo placer que te das, la vida está hecha para ser vivida. También date los medios para complacerte: ropa, peluquería, cuidados… ¡te los mereces!

6- Haz el bien a tu alrededor

Un adagio muy cierto de Nicolas Chamfort dice: dar es un placer más duradero que recibir porque el que da es el que más recuerda.

Así que sea generoso, sepa ofrecer sin esperar a cambio, se estará haciendo un favor. Pequeñas atenciones, regalos imprevistos, cumplidos gratis… ¡las posibilidades son infinitas!

7- Saber decir que sí cuando

No se avergüence ni tenga miedo de decir que sí a lo que la vida tiene para ofrecer. Con demasiada frecuencia dudamos, postergamos las cosas ante una situación que, aunque tentadora, nos asusta.

“Realmente no lo sé”, “ya ​​veremos” o “¿y si no fue bueno? Son manifestaciones típicas de la indecisión irracional ante una propuesta tentadora. Rechaza la autoexclusión y déjate seducir por las sugerencias que despierten tu curiosidad.

De ahora en adelante, un tal vez es un sí, ¡eso es todo!

10 cosas que debes hacer para cuidarte

8- Sepa negarse

Si atreverse a decir que sí a lo que te excita es algo bueno, no caigas en el otro extremo: nunca digas que no, te descuidas. Miedo al conflicto, al juicio, al rechazo, las causas son muchas.

En la vida profesional, la incapacidad de decir que no es una de las principales causas del agotamiento. A nivel personal, los resultados son los mismos: si siempre buscas agradar, olvidas tus propias necesidades.

Aprender a decir no a los demás es, por tanto, una forma de decirse sí a uno mismo: mantenemos los ojos bien abiertos en nuestros propios deseos para no dejarnos abrumar por los de los demás.

9- Exterioriza tus emociones fuera de la vista

La sociedad nos ha formateado de tal manera que a veces es imposible expresar nuestros sentimientos en público. En lugar de explotar internamente, ¡nada te impide hacerlo en privado!

Llorar, gritar de odio o de alegría, expresar tus molestias y deseos a solas frente a ti es un proceso muy saludable y liberador.

Incluso puedes verbalizar tus sentimientos. Por el contrario, reprimir lo que siente es como mentirse a sí mismo y, en última instancia, conduce a una incomodidad crónica.

10- Tómate el tiempo ...

Como dice el zorro en El Principito: “solo conocemos las cosas que domesticamos. Los hombres ya no tienen tiempo para saber nada ”. ¡Demuéstralo mal! Tómate el tiempo para domesticar tu entorno, para vivir el momento durante el tiempo que sea necesario.

Estamos condicionados a ser productivos, eficientes, eficientes… a veces hay que saber decir basta. La felicidad no depende de la cantidad de actividades que contenga tu día sino de la satisfacción que cada una te aporta.

Conclusión

Para concluir, es bastante fácil cuidarse con escasas atenciones diarias, solo hay que aprovechar las oportunidades que nos rodean.

Tenga en cuenta que “bloquear una ventana para cuidarse” es una técnica anti-productiva que genera más estrés que cualquier otra cosa.

La actitud a adoptar es más holística: es tu estilo de vida en general el que debe verse afectado, así que atrévete a concederte estos momentos privilegiados tan pronto como te apetezca.

Deje un comentario