13 maneras de calmar a su hijo

Simplemente no le digas: "¡Cálmate!" Hay actividades mucho más divertidas e interesantes: beber cacao juntos de una taza de barro caliente, dibujar una mariposa, tomando un trozo de tiza en cada mano, dar la vuelta, apagar una vela grande y bonita a la primera… Estos “trucos” son más como un juego y por lo tanto más eficaz que las palabras. Y por cierto, tienen una base completamente científica.

Un niño puede estar nervioso por varias razones. Está aburrido: no pasa nada a su alrededor, o su energía física no encuentra una salida, o está cansado al final de un largo día, pero no puede relajarse, o está experimentando emociones y aún no sabe cómo afrontarlas. .

Aquí hay algunas maneras de calmar a su bebé y hacerlo de forma natural y discreta.

1. Bebida caliente

Beber té fragante con hierbas, cacao o leche con una pizca de vainilla... Sostener su taza de arcilla favorita en sus manos es muy acogedor y relajante. Todo el cuerpo se calienta de inmediato, como si alguien lo estuviera abrazando desde adentro. Comience tal ritual con su hijo, y tan pronto como se vuelva travieso, diga: "¿Tomemos un té contigo?"

2. Abrazo de oso

Este abrazo tan fuerte debe durar mucho tiempo, más de 20 segundos. Durante este tiempo, el niño sentirá tu calor, su cuerpo recordará los sentimientos seguros de la primera infancia y su sistema inmunológico (y el tuyo también) comenzará a producir la hormona oxitocina, que reduce los efectos nocivos del estrés.

3. “Empujar la pared”

Una excelente manera de deshacerse del estrés cuando la irritación abruma y no encuentra una salida. Invite al niño a apoyarse contra la pared con ambas manos y empújelo con todas sus fuerzas. Así convertimos la energía del estrés en energía muscular, y, como después de todo esfuerzo muscular, llegará la relajación.

4. “¡Apaga la vela!”

Enciende una vela grande y hermosa. Haga que su hijo la apague, pero no sostenga la vela demasiado cerca. Por supuesto, cualquier niño, y aún más enojado, lo hará con mucho gusto. Ahora enciende la vela de nuevo, pero mantenla aún más lejos. El niño tomará más aire y soplará con todas sus fuerzas.

Los niños piensan de manera concreta y no siempre pueden ordenar sus emociones.

El truco es este: para calmarse, simplemente respire profundamente unas cuantas veces. Además, la luz viva de una vela encendida es agradable a la vista y tranquilizadora.

5. “Devorador de miedos”

Estos divertidos animales suaves se venden en las tiendas, pero puedes coserlos tú mismo. El "comedor" debe tener una boca grande y ancha con cremallera: puede poner un papel con el miedo escrito o el problema de otro niño que le preocupa y le impide conciliar el sueño. Habiéndolo tragado, el "devorador de miedo" cerrará su boca al castillo.

6. Masaje con pelota de tenis

Un viejo truco de fisioterapia. Funciona bien cuando el niño es travieso porque está aburrido, por ejemplo, en el camino o cuando tiene que esperar en la fila durante mucho tiempo.

Haga rodar la pelota sobre los hombros, el cuello y los músculos de la espalda del niño: estos son los lugares donde el cuerpo "almacena" el estrés. Este masaje es justo lo que necesitas cuando tu bebé necesita un toque suave y discreto.

7. “¿Lloron vino otra vez?”

Los niños son pensadores concretos y no siempre pueden ordenar sus emociones, por lo que es muy útil darles nombres.

Usamos las habilidades motoras de las manos, el oído y la vista al mismo tiempo, y esto ayuda a eliminar la tensión.

A los niños pequeños realmente les gusta ahuyentar al llorón malo que vino a la niña buena. Y esto es mucho más correcto que llamar al niño llorón.

8. “Lata de música” y “Océano en una botella”

Este maravilloso invento ayudará a distraer al niño. Además, es fácil hacerlo usted mismo.

Llene un frasco de plástico oblongo con una variedad de artículos susurrantes: palitos de canela, clavo, guisantes y frijoles. La "herramienta" resultante se puede sacudir, escuchar sonidos, mirar como un caleidoscopio.

Entonces usamos simultáneamente las habilidades motoras de las manos, la audición y la vista, y esto ayuda a eliminar la tensión. Puedes hacer un "océano en una botella" vertiendo varios líquidos de diferentes densidades y colocando algún tipo de "flotador" divertido. Los niños simplemente quedan fascinados con estos juguetes.

9. Salta alto y... lento

Desafíe a su hijo a una competencia para ver quién puede saltar más alto. Y ahora, quién saltará … más lentamente. ¿Quién saltará más rápido? Volviste a distraer a los niños y diste una salida a su energía física no gastada.

10. Saltar la cuerda al ritmo de la música

Este es un entretenimiento para un aburrido día de otoño, cuando el niño comienza a lloriquear lentamente. Ponle música divertida e invítalo a andar de puntillas durante dos minutos, pegándole al ritmo exacto, y que no se desvíe.

11. “Pequeños monstruos”

Estos alegres monstruos naranjas se pueden hacer con pequeños globos llenos de almidón, que crujen y cambian de forma agradablemente, y pinte con su hijo. Se pueden tirar al suelo, “luchar contra monstruos”, e incluso a la pared.

12. Tanto a la izquierda como a la derecha

Cuando camine con un niño, déle dos crayones, uno en cada mano, y pídale que dibuje una mariposa con ambas manos al mismo tiempo. No es tan fácil si no dibuja líneas paralelas, sino cada ala con una mano separada, "en una imagen especular", de modo que sus manos se muevan una hacia la otra o diverjan. Incluso los adultos no lo entienden de inmediato.

Los yoguis han reconocido durante mucho tiempo el poder curativo de las posturas invertidas.

En un viaje largo o mientras espera en la fila en la clínica, pídale a su hijo que dibuje un objeto simple y familiar con la mano izquierda para darle trabajo a un cerebro aburrido. Esta actividad requiere máxima concentración… y termina con risas.

13. Nos paramos sobre nuestras manos, corremos a cuatro patas

Los yoguis han reconocido durante mucho tiempo el poder curativo de las posturas invertidas, que llevan la cabeza (y la mente) por debajo del nivel del corazón. Esto tiene un efecto positivo en el sistema nervioso autónomo, que controla la respuesta de nuestro cuerpo al estrés. ¡A los niños les encantan estos ejercicios!

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