3 tipos de madres que pueden matar la sexualidad

Mamá es importante en la vida de cada uno de nosotros. Sin embargo, ella no solo puede apoyar, convertirse en apoyo y prepararse para la edad adulta, sino también convertirse en un monstruo que impondrá una prohibición invisible en la vida sexual de su hijo. Aprendimos de una psicoterapeuta, una sexóloga, qué mensajes de las madres pueden volverse traumáticos y cómo cambiar la actitud hacia ellas.

“Hice todo por ti”, “siempre te di lo mejor”, “no hay nada que pensar chicas, aprende primero”: a primera vista, estas frases parecen inofensivas. Pero muchas veces exponen tres tipos de madres: sobreprotectoras, «asesinas» y «eternas sacrificadas».

Dichos padres pueden dañar gravemente a sus hijos al usar, consciente o inconscientemente, patrones de comportamiento destructivos. La psicoterapeuta, sexóloga Elena Malakhova contó qué motiva a las madres y cómo podemos "desencantar" sus mensajes.

1. Madre «asesina»

¿Cómo reconocerlo?

A primera vista, una mujer así no parece un monstruo en absoluto. Pero, sin darse cuenta ella misma, ha estado construyendo un poderoso muro desde la infancia, separando a su hijo de la atracción natural por el sexo opuesto. La sexualidad de los hijos de tales madres se encuentra, en un caso, en un estado rudimentario subdesarrollado, se trata de asexualidad, varios retrasos en el desarrollo psicosexual, y en el otro, puede seguir el camino de distorsiones y desviaciones.

Una madre de este tipo utiliza en la educación conductas conscientes, parcialmente conscientes o inconscientes que destruyen el psiquismo y la sexualidad del niño, siendo extremadamente tóxicos para él. Se trata principalmente de agresiones verbales, físicas, todo tipo de violencia, chantajes, amenazas, coacciones… Paradójicamente, cuando familiares y amigos «pillan» a mi madre por actos indecorosos, resulta que está segura de que está criando a un «hombre de verdad». » Y con este estilo de educación de nada sirve la ternura.

¿Qué hacer?

Desafortunadamente, la agresión e incluso la violencia en la infancia pueden conducir a graves trastornos de la psique y la sexualidad en una edad posterior. Y estas violaciones no siempre son susceptibles de autocorrección. Es bueno si, al crecer, el hijo de una madre "asesina" al menos puede notar su problema y acudir a un especialista en busca de ayuda a tiempo.

2. La madre sacrificada

¿Cómo reconocerlo?

Tal madre vive el escenario de víctima con la idea de “vivir para los demás”. Ella puede ignorar sus propias necesidades en previsión de un pago demasiado caro por parte del niño: la oportunidad de administrar su vida. Las palabras habituales en la boca de una madre así: "Hice todo por ti, soporté, sufrí, si solo estuvieras bien" son, de hecho, una gran mentira, inventada para justificar la falta de voluntad inconsciente para tratar seriamente con tu vida. Además, el sacrificio sólo puede ser apreciado por quien lo trae. Es ingenuo esperar esto de otro, especialmente de un niño.

Entre los trastornos sexuales en un futuro hombre que creció en una familia así, existe un síndrome de expectativa ansiosa de fracaso sexual y masoquismo. Lo único que un padre víctima puede enseñar a su hijo es a ser una víctima. Por lo tanto, las mujeres que los usan caerán sistemáticamente en pareja con tales hombres.

¿Qué hacer?

Un hombre necesita aprender a seguir los patrones de su madre en su comportamiento y formar un escenario de vida diferente. Primero, a nivel de imaginación, luego dibujando sus componentes cada vez más claramente y, finalmente, en la práctica (por ejemplo, en una cita, no intente complacer a la elegida en todo, sino trátela como un compañero igual).

3. Madre sobreprotectora

¿Cómo reconocerlo?

Su objetivo es mantener al niño el mayor tiempo posible en una posición infantil con la ayuda de la sobreprotección y el cuidado excesivo por miedo a que crezca. Con sus declaraciones y acciones, esa madre le mostrará al niño de todas las formas posibles que aún es pequeño: "primero estudia, y luego pensarás en las niñas", etc.

La verdadera tragedia para una madre así es la aparición de una pareja con su hijo. Los fenómenos naturales de la separación, que no son fáciles para ninguna madre, son simplemente insoportables para una madre hipercuidadosa. No busca realizarlos, procesarlos, vivirlos, solo trata de mantener al niño junto a ella. En la sexualidad de los hijos que no pudieron salir de una relación codependiente con su madre, se pueden observar tanto trastornos sexuales (trastornos de la erección, eyaculación) como una tendencia a la sexualidad desviada (por ejemplo, el complejo de Madonna y Harlot).

¿Qué hacer?

Al crecer, el hijo necesita salir de las relaciones de codependencia con su madre, separarse de ella y vivir su propia vida. Este es un largo proceso de lucha forzada. El hijo de una madre así aprende a reflejar sus manipulaciones, a construir sus propios límites, convirtiéndose gradualmente en una persona adulta separada, capaz de asumir la responsabilidad de su vida. Algunos pueden recorrer este camino por su cuenta, mientras que otros solo con un especialista.

Deje un comentario