Psicología

Todo el mundo ha cometido errores al menos una vez. En esos momentos, parecemos ciegos a nosotros mismos: ¿cómo no notar que no se puede confiar en esta persona? Sucede que no encontramos un lenguaje común, porque no nos tomamos la molestia de observar, de hacernos un retrato de él. Cómo hacerlo rápido y sin pruebas de los servicios especiales, aconseja el entrenador John Alex Clark.

Colega, amigo, socio potencial… La persona es amable contigo, pero no comprendes completamente qué tipo de persona es, cómo reaccionará ante tu vulnerabilidad, ¿puedes confiarle un secreto, pedirle ayuda? Los sitios de trucos psicológicos están llenos de artículos como "Si quieres conocer a alguien, hazle 38 preguntas". Imaginemos cómo se ve: sientas a un colega o conocido frente a ti, le haces preguntas de acuerdo con la lista y documentas cuidadosamente las respuestas. ¿Cuántos estarán de acuerdo con esto?

El otro extremo es creer que es posible desentrañar a una persona solo después de unos meses o años de estrecha comunicación. El entrenador John Alex Clark está seguro: no se trata de la cantidad de tiempo, sino de la observación y la voluntad de vincular los hechos en una sola cadena. Hay algunos trucos simples que te permiten detectar patrones en el comportamiento y comprender el carácter.

1. Fíjate en los detalles

Todos los días realizamos miles de acciones rutinarias: hablar por teléfono, comprar comida. Las acciones de las personas pueden proporcionar información sobre su personalidad y ayudar a predecir cómo se comportarán en situaciones similares.

Ejemplo A. Alguien que elige el mismo plato todos los días en un restaurante puede evitar los cambios en la vida y no le gusta la incertidumbre. Tal persona puede convertirse en un esposo fiel y devoto, pero será difícil convencerlo de mudarse a otro país o hacer una inversión arriesgada.

Ejemplo B. Es probable que una persona que disfruta de los juegos de azar y otras aventuras arriesgadas se arriesgue en otras áreas de la vida. Por ejemplo, puede renunciar a su trabajo sin encontrar uno nuevo y sin cuidar el «airbag» financiero.

ejemplo c Una persona que nunca se olvida de mirar a ambos lados antes de cruzar la calle puede ser cautelosa. Considerará cuidadosamente cada decisión antes de tomarla y solo tomará riesgos calculados.

Al analizar el comportamiento de una persona en un área, puede evaluar cómo se manifestará en otras áreas de la vida.

2. Presta atención a los métodos de comunicación

¿Cómo se comunica? ¿Construye relaciones con todos en fila o destaca a los más cercanos en espíritu, y con el resto trata de mantenerse dentro de los límites de la decencia? ¿Actúa por capricho, sin un plan claro, se guía por impresiones o trata de analizarlo todo, no confía en sus instintos y se esfuerza por ser objetivo? ¿Es más un practicante que vive en el mundo de los hechos, tareas, valores medibles, o un pensador para quien las ideas, conceptos, esquemas e imágenes son importantes?

3. Discutir las relaciones en el trabajo con amigos mutuos

Parece que «lavar los huesos» de los demás es una ocupación vacía y sin sentido. Pero lo principal son las cualidades que una persona le da a los demás, cómo interpreta sus motivaciones. Hablando de los demás, la mayoría de las veces nos damos cuenta de lo que hay en nosotros mismos. Nuestro «panteón» personal puede decirnos qué valoramos en las personas, a quién nos esforzamos por parecernos, qué cualidades tratamos de cambiar en nosotros mismos.

Cuanto más a menudo una persona evalúa a los demás como bondadosos, felices, emocionalmente estables o educados, es más probable que ellos mismos tengan estos rasgos. Razonar como "sí, solo está fingiendo, está cavando un hoyo para alguien" puede significar que el interlocutor es prudente y solo entiende las relaciones basadas en las ganancias.

4. Siente los límites

Cuando queremos construir una relación, miramos lo bueno e ignoramos lo malo. Pero las ilusiones se disiparán y tendrás que ver a la persona en su totalidad. Los comunicadores experimentados, en primer lugar, no buscan lo bueno en el oponente, sino los límites de lo bueno.

Es amable, ¿dónde termina su amabilidad? Sincero, ¿dónde comenzará a oscurecer? Se esfuerza por ayudar: ¿dónde se seca este deseo? ¿Incorruptible hasta qué cantidad? ¿Honestidad con los clientes hasta qué cantidad? ¿Tolerante con los errores de los subordinados hasta qué punto? ¿Sobrio, razonable, adecuado? ¿Dónde está el botón que lo vuelve loco?

Habiendo entendido esto, descubriremos exactamente cómo comunicarnos con otro y qué esperar de él.


Sobre el autor: John Alex Clark es entrenador y practicante de PNL.

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