Psicología

Incluso aquellos que condenan a las personas que han engañado a su pareja pueden estar algún día entre ellos. Ceder a la tentación es una debilidad humana natural, dice el psicólogo Mark White, pero se puede y se debe aprender a superarla.

Hoy puedes encontrar muchos artículos y libros sobre el desarrollo del autocontrol, el entrenamiento de la fuerza de voluntad y la lucha contra la procrastinación. Esta literatura también puede ser útil si comprende que está pensando en engañar a su ser querido. Aquí hay cuatro consejos para ayudarlo a combatir la tentación y reducir el riesgo de que haga un movimiento precipitado.

1. Intenta aguantar

Este es el consejo menos agradable y puede parecer poco realista. Pero a menudo subestimamos la fuerza de voluntad. Por supuesto, sus recursos no son ilimitados, y en un estado de estrés mental o físico, es aún más difícil tomar el control de sí misma. Sin embargo, en la mayoría de los casos la fuerza de voluntad es suficiente.

2. Evita la tentación

Parece demasiado obvio, pero es por eso que esta estrategia es tan fácil de descuidar. Pero piénselo: los alcohólicos evitan los bares y las personas que hacen dieta no van a las tiendas de golosinas: saben que la confrontación directa con la fuente de la tentación solo aumenta la tensión en los ya limitados recursos de voluntad.

Si cedes a la tentación una vez, será más difícil resistir la siguiente.

Cuando se trata de adulterio, la fuente de la tentación es una persona, a menos que seas una celebridad que está constantemente rodeada de admiradores. En teoría, es más fácil evitar a una persona, pero en la práctica resulta ser un colega, un vecino o un amigo, alguien que está constantemente presente en la vida. Intenta evitarlo, mantén la distancia y no te quedes solo. No se engañe pensando que las reuniones frecuentes ayudarán a calmar los sentimientos. La estrategia de evitación funciona cuando eres honesto contigo mismo.

3. Sea consciente de las consecuencias a largo plazo

A menudo la gente piensa que una vez que puede darse el lujo de tropezar. Este es un truco de la conciencia, una forma de racionalizar y justificar la debilidad momentánea. De hecho, los psicólogos, y en particular George Ainsley, han demostrado que si sucumbes a la tentación una vez, será más difícil resistir la siguiente.

De nuevo puedes trazar un paralelo con la dieta. Es poco probable que te permitas demasiado si entiendes que después del primer pastel seguirá otro. Si evalúa sobriamente las consecuencias desde el principio, es más probable que pueda recuperarse a tiempo.

Tenga en cuenta las consecuencias a largo plazo del engaño: el daño que le hará a su pareja y su relación, y los hijos que tiene y puede tener, incluso como resultado de una relación extramatrimonial.

4. Habla abiertamente con tu pareja

Esta puede ser la estrategia más difícil, pero también la más saludable para una relación. No es fácil admitirle a una pareja que quieres cambiar. Sin embargo, tu frialdad y silencio aún no pasarán desapercibidos, y los familiares intentarán entender qué pasó y cuál es su culpa.

Esta es una conversación dolorosa, pero hay esperanza de que el interlocutor agradezca la disposición de confiar en él en lugar de cometer un acto irreparable para la relación.

Es natural que una persona sea débil frente a la tentación. Pero resistir la tentación es una señal de que puedes ser responsable de ti y de tu pareja.


Sobre el autor: Mark White es psicólogo en el Staten Island College de Nueva York.

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