5 efectos nocivos del azúcar que nunca supiste que existían
 

Hoy, un habitante del planeta, en promedio, usa 17 cucharaditas de azúcar de una forma u otra por día (el alemán medio come sobre 93 g de azúcar, Suiza - unos 115 g, y EE.UU. - 214 g de azúcar), y a veces sin siquiera saberlo. De hecho, una gran parte del azúcar dañino se encuentra en bocadillos y alimentos aparentemente inocentes como yogures, sopas preparadas, salsas, jugos, muesli “dietético”, salchichas y todos los alimentos bajos en grasa. Al mismo tiempo, el azúcar no tiene absolutamente ningún valor nutricional y, como ya se ha demostrado, es el principal factor de riesgo de obesidad y diabetes en el mundo. Y aquí hay algunos resultados más del consumo de azúcar.

Agotamiento de la energía

El azúcar te priva de energía y requiere mucho más de lo que te da. Por ejemplo, comer alimentos con alto contenido de azúcar antes de un evento deportivo solo te quitará la energía.

Drogadicción

 

El azúcar es adictivo porque interfiere con la producción de las hormonas responsables de la sensación de saciedad. Y dado que las hormonas que se supone que nos dicen que estamos llenos están en silencio, continuaremos absorbiéndolo. También estimula la producción de dopamina en el cerebro, que es responsable del placer, por lo que cuando se combinan los dos, un mal hábito puede ser difícil de superar.

Aumento de la sudoración

El azúcar te hace sudar más y el olor no es dulce. Dado que el azúcar es una toxina, el cuerpo intentará deshacerse de él por todos los medios posibles, y no solo a través de las glándulas sudoríparas de las axilas.

Enfermedades cardíacas

El azúcar es un factor de riesgo importante para las enfermedades cardiovasculares, ya que aumenta los triglicéridos, el colesterol VLDL, la resistencia a la insulina y también conduce al engrosamiento de las paredes arteriales.

Depleción de la piel y aparición de arrugas prematuras.

El azúcar refinado (blanco como la nieve, refinado y, en general, cualquier azúcar que termine en "oza", por ejemplo, fructosa, galactosa, sacarosa) provoca deshidratación en las células de la piel. Como resultado, la piel se vuelve seca, delgada y poco saludable. Esto se debe a que los azúcares se unen a los ácidos grasos esenciales que forman la capa externa de las células de la piel, lo que evita la ingesta de nutrientes y la liberación de toxinas.

Además, el consumo excesivo de azúcar provoca un proceso llamado glicación y la formación de sus productos finales. Esto afecta la estructura y la flexibilidad de las proteínas, y las más vulnerables, el colágeno y la elastina, son necesarias para que la piel sea suave y elástica. El azúcar también hace que la piel sea más sensible a las influencias ambientales y, como resultado, provoca daños en la piel.

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