Una práctica sencilla que te ayudará a recuperar la confianza en ti mismo

Esta filosofía está en desacuerdo con nuestra cultura excesivamente rápida y estimulante impulsada por el consumidor. Como sociedad, nos vemos obligados a buscar respuestas fuera de nosotros mismos, a buscar la validación externa de nuestras decisiones, sentimientos y emociones. Nos han enseñado a ir y movernos más rápido, a esforzarnos más, a comprar más, a seguir los consejos de los demás, a estar al día con las tendencias, a perseguir un ideal formado por alguien.

También buscamos en los demás la aprobación de nuestro cuerpo. Hacemos esto directamente con preguntas como "¿Cómo me veo?" e indirectamente cuando nos comparamos con los demás, incluidas las imágenes en las redes sociales y las revistas. La comparación es siempre un momento en el que miramos fuera de nosotros mismos en busca de una respuesta, todo está bien para nosotros. Como dijo Theodore Roosevelt: “La comparación es la ladrona de la alegría”. Cuando nos definimos por estándares externos en lugar de internos, nunca aumentamos nuestra confianza en nosotros mismos.

La importancia de la autoalineación positiva

Una de las formas más seguras de perder el poder sobre nosotros mismos es con nuestro lenguaje, especialmente cuando negamos en lugar de afirmar, menospreciamos en lugar de empoderar o castigamos en lugar de ponernos a prueba. Nuestro idioma lo es todo. Da forma a nuestra realidad, mejora nuestra imagen corporal y refleja cómo nos sentimos. Cómo absorbemos o interpretamos las palabras de otras personas y cómo nos hablamos a nosotros mismos afecta directamente nuestra imagen corporal y autoestima.

Nuestra lengua no está separada de nuestro cuerpo. De hecho, están estrechamente relacionados entre sí. Nuestros cuerpos traducen el estado de ánimo, la salud, la percepción y la disposición a través del lenguaje. Por ejemplo, cuando nos decimos a nosotros mismos que no encajamos en algo, esta actitud afecta sutilmente a nuestro cuerpo. Podríamos encorvar los hombros o no hacer contacto visual con los demás. Es probable que esta actitud afecte la forma en que nos vestimos y tal vez incluso nuestra relación con la comida. Por el contrario, cuando nuestras palabras están llenas de confianza en nosotros mismos, es probable que valgamos mucho más, compartamos nuestras ideas con los demás y nos distraigamos menos con lo que hacen los demás.

La buena noticia es que podemos recuperar nuestro poder personal usando el lenguaje con determinación y cuidado. Esta es una creencia fundamental en nuestra filosofía consciente del cuerpo.

Empieza a ser consciente de tu cuerpo

¿Qué significa “cuerpo consciente”? Cuando eliges deliberadamente palabras que construyen tu autoestima y afirman tu cuerpo en conversaciones y conversaciones con los demás. Ser consciente del cuerpo significa abstenerse deliberadamente de menospreciar el lenguaje corporal y desafiar la culpa, la vergüenza y la comparación. Cuando creemos en el cuerpo, creemos que no necesitamos compararnos con los demás y cambiar nuestros cuerpos en nombre de los ideales sociales o la belleza.

En última instancia, es el camino hacia los dones y las respuestas que existen dentro de nosotros, incluida la confianza, la resiliencia, el coraje, la esperanza y la gratitud que nos fortalecen desde adentro y nos permiten aceptarnos a nosotros mismos. Puede que nos esforcemos por cambiar nuestra apariencia una y otra vez, pero si nuestro yo interior no coincide con nuestro yo superior, nunca sabremos cómo tener confianza.

Como cualquier hábito del que queramos deshacernos, el hábito de la conciencia corporal se puede adquirir. No podemos simplemente despertar un día y amarnos a nosotros mismos. Cultivar un nuevo lenguaje corporal consciente es maravilloso, pero solo importará si lo practicamos en nuestro diálogo interno todos los días por el resto de nuestras vidas.

Debemos desafiar, volver a aprender y reescribir hábitos y creencias arraigados, y esto se hace de manera más fructífera a través de la dedicación y la repetición. Debemos desarrollar nuestra resistencia mental para este tipo de trabajo personal, y la práctica del yoga es un excelente punto de partida para enfocar estos esfuerzos.

Intenta poner a prueba tu cuerpo

La práctica del yoga es cualquier actividad que promueva la autoconciencia. La práctica de yoga organizada agrega una dimensión de sintonía intencionada al diálogo interno y utiliza intencionalmente un lenguaje de autoafirmación para cambiar su cerebro, levantar el ánimo y, en última instancia, mejorar su bienestar.

Para comenzar su viaje consciente, intente estas cosas la próxima vez que esté en el tapete:

De vez en cuando, deténgase en una pose y observe su diálogo interno. Mira, ¿es este un diálogo positivo, negativo o neutral? También observa cómo te sientes en tu cuerpo. ¿Cómo sostienes tu cara, ojos, mandíbula y hombros? ¿Tu diálogo interno te empodera o te priva de la experiencia física y mental en la pose? Intente llevar un diario de autoobservación para aumentar la conciencia de su cuerpo e identificar patrones que desafían su confianza en sí mismo de manera inútil.

Esta práctica de yoga consciente es un excelente primer paso para cultivar una poderosa conciencia de cómo su lenguaje interno se traduce en su estado de ánimo, postura y bienestar general. Esto le dará oportunidades enfocadas para practicar la observación en lugar de juzgarse a sí mismo.

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