Conseguir el objetivo de forma femenina: la técnica “Siete veces tres minutos”

A veces nos parece que podemos lograr nuestro objetivo solo si nos movemos hacia él con toda la emoción y la presión. Este estilo es más inherente a los hombres, dice la psicóloga-acmeóloga, entrenadora Ekaterina Smirnova. Y nosotras, las mujeres, tenemos otras herramientas, a veces incluso más efectivas.

Para lograr los objetivos establecidos, muévase con determinación hacia la meta prevista, trabaje sistemáticamente, sea un líder duro: muchas mujeres eligen esa estrategia en los negocios y en la vida. Pero, ¿siempre beneficia a la mujer misma?

“Una vez, incluso antes de ingresar a la psicología, trabajé en una empresa de redes, vendía cosméticos y perfumes y obtuve resultados”, recuerda la acmeóloga Ekaterina Smirnova. — Todo mi día estaba programado por minutos: por la mañana me fijaba metas y por la noche resumía los resultados, cada reunión estaba reglamentada y tenía que traer un resultado específico. Después de un tiempo, me convertí en la mejor vendedora del grupo, luego hablé con las 160 mujeres más productivas de la empresa y compartí mi experiencia.

Pero tal sistema tomó todos mis recursos. Fue muy intensivo en energía. Sí, esta es una gran escuela, pero en algún momento te das cuenta de que te has convertido en un engranaje en una gran máquina. Y te exprimen como un limón. Como resultado, comenzaron las dificultades en mi familia, tuve problemas de salud. Y me dije a mí mismo: ¡Para! ¡Suficiente!" Y cambió de táctica.

El poder de la naturaleza femenina.

Ekaterina admite que actuó de acuerdo con el algoritmo masculino. Esto fue efectivo para el empleador, pero no para ella ni para sus seres queridos. Empezó a buscar otros mecanismos y herramientas para lograr metas que le trajeran satisfacción, le dieran energía a ella ya su familia, la enriquecieran.

“Podemos lograr todo lo que queramos, pero de una manera diferente. Me encanta soñar y hacer realidad los sueños como una mujer. En esos momentos, me siento como un mago.

¿Qué significa «femenino»? “Ahí es cuando aprendemos a ser una mujer que vive no solo en armonía consigo misma, sino también en armonía y unidad con la familia”, explica Ekaterina. — Tal mujer tiene fe en el poder del Universo, Dios, la Gran Madre (cada una tiene algo propio). Tiene una conexión con su naturaleza femenina, confía en una intuición natural muy desarrollada y siente cómo hacer realidad los sueños.

En su opinión, una mujer sabe cómo cambiar, como si tuviera un control remoto con botones en sus manos, eligiendo su propio canal para cada miembro del hogar o colega. O se para frente a una gran estufa y sabe en qué momento agregar fuego a uno de sus parientes y reducir a otro. Una mujer tan sabia acumula energía, llenándose primero, y luego distribuye los recursos internos en los puntos y direcciones correctos.

Para lograr tus objetivos, ya no necesitas montar un caballo gallardo con un sable desenvainado o montar una excavadora, barriendo obstáculos

En este momento, el hijo necesita atención, y ahora es mejor alimentar al esposo y acostarlo sin hacer demasiadas preguntas, sino ir a una amiga y conversar desde el corazón. Pero mañana el esposo estará descansado y feliz.

Distribuir energía e inspirar a los seres queridos es la principal misión de una mujer, está convencida la entrenadora. Y puede hacerlo sin esfuerzo, forzando intuitivamente que todo gire en torno a su tarea y su sueño. Todo se soluciona solo, para estas tareas “el espacio está cambiando”, se encuentran las personas adecuadas que se convertirán en nuestros maestros o nos ayudarán a cumplir nuestros planes.

“Cuando una mujer hace todo con amor, sabe con el corazón cómo actuar mejor, cómo llenar su sueño con su energía y calentar a las personas queridas. Para lograr tus objetivos, ya no necesitas montar un caballo gallardo con una espada desenvainada o andar en una excavadora, barriendo obstáculos en el camino, como lo hacen muchas mujeres apasionadas por las estrategias masculinas.

Los instrumentos suaves de las mujeres son como el correo VIP, entregando la información necesaria al Universo de manera rápida y confiable. Una mujer que ha dominado este arte simplemente sabe y hace. Como la fabulosa Vasilisa, agitando la manga. Y esto no es una metáfora, sino sensaciones reales que experimentan las mujeres, al menos una vez en el flujo.

Caja de herramientas de la mujer sabia

Uno de estos suaves instrumentos femeninos se llama “Siete veces tres minutos”. El principio de su trabajo es pasar por siete etapas desde la aceptación de una tarea hasta su resolución. “Digamos que tengo un sueño: quiero que mi familia se mude a otra casa más cómoda. Le digo a mi esposo sobre eso. ¿Cuál será su primera reacción? En el 99% de los casos encontramos resistencia. “¡Nosotros también nos sentimos bien aquí!”, o “¡Ahora no podemos pagarlo!”, o “Ahora no depende de eso, terminaré el proyecto…”.

Una mujer común se ofenderá o probará agresivamente su caso. Una mujer sabia sabe que tiene seis tiempos más de tres minutos. Ella podrá recordarle una vez más su sueño, pero de una manera diferente.

La mujer logrará que por séptima vez el hombre considere esta idea no solo interesante, sino también propia.

La segunda vez colocará con delicadeza un catálogo de casas nuevas en un lugar visible, argumentando en voz alta la luz que hay allí y que su esposo finalmente tendrá su propia oficina y cada uno de los niños su propia habitación. Es poco probable que en esta etapa el esposo esté de acuerdo, pero esperará por tercera vez. En una conversación con su madre o suegra, compartirá una idea. “Bueno… tienes que pensarlo”, dirá el esposo.

Y así, gradualmente, una y otra vez, con la participación de varios recursos, libros, amigos, viajes para visitar una casa grande, discusiones conjuntas, logrará que por séptima vez el hombre considere esta idea no solo interesante, sino también su propia. «He estado hablando de esto durante mucho tiempo, ¿no, cariño?» “¡Por ​​supuesto, querida, gran idea!” Y todos felices, porque la decisión fue tomada con amor.

“Cada uno de nosotros, como un cortador, pule los bordes de su diamante toda su vida. Estamos aprendiendo a ser creativas, integrales, conectadas con nuestro género femenino y su poder, para sentirnos como verdaderas hechiceras que crean belleza, calidez y amor”, dice Ekaterina Smirnova. Entonces, ¿quizás valga la pena intentarlo?

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