¿Eres realmente tolerante? 7 señales de intolerancia

Antes de entrar en eso, aquí hay un ejercicio simple sugerido por el experto en crecimiento personal Pablo Morano. Esta guía contiene una serie de preguntas que pueden darnos una evaluación real de dónde estamos en la escala percibida de intolerancia.

Si respondiste “sí” a alguna de estas preguntas, significa que tienes cierto nivel de intolerancia. Hablamos de niveles porque en la mayoría de los casos, si trazamos la línea entre “tolerante” e “intolerante”, caemos en esta escala. Es decir, las respuestas a estas preguntas no tendrán el mismo significado ni apuntarán en la misma dirección. Todos tenemos algún nivel de tolerancia o intolerancia, según las circunstancias y nuestra personalidad.

Estado de ánimo de las personas intolerantes

Independientemente de otras características personales, las personas intolerantes suelen desarrollar ciertos estados de ánimo. Estas son disposiciones, siempre asociadas con su pensamiento duro. Vamos a destacar los más notables.

Fanatismo

Por lo general, una persona intolerante muestra fanatismo, defendiendo sus creencias y posiciones. Ya sea en una conversación política o religiosa, generalmente no pueden discutir o discutir cosas sin adoptar puntos de vista extremistas. Piensan que su manera de ver las cosas es la única manera. De hecho, están tratando de imponer su visión del mundo a los demás.

Rigidez psicológica

Las personas intolerantes tienen miedo de otra cosa. Es decir, son duros en su psicología. Les resulta difícil aceptar que otras personas puedan tener diferentes filosofías y puntos de vista. Por lo tanto, se distancian de todo lo que no sea congruente con su pensamiento. Ellos no lo aceptan. Incluso puede hacer que se sientan un poco incómodos.

omnisciencia

Las personas impacientes sienten que tienen que protegerse de las personas que piensan diferente o de otra manera. Por lo tanto, embellecen o inventan cosas presentando teorías como hechos y actuando como conocedores de temas de los que prácticamente no saben nada.

No aceptan ni escuchan puntos de vista distintos al propio y creen que su actitud cerrada está justificada. Incluso pueden recurrir a los insultos y la agresividad si se sienten acorralados y sin argumentos.

Su mundo es simple y carece de profundidad.

Las personas impacientes ven el mundo mucho más simple de lo que realmente es. Es decir, no escuchan, por lo que no están abiertos a otras posiciones y formas de pensar. Así que su mundo es blanco y negro.

Significa pensar en cosas como "o estás conmigo o contra mí" o "es feo o hermoso" o "bien o mal" sin darte cuenta de que puede haber mucho gris en el medio. Necesitan seguridad y confianza, aunque no sea real.

Se apegan a la rutina

Por lo general, no les gusta algo inesperado y espontáneo. Se aferran a su rutina y cosas que conocen bien y que les dan una sensación de seguridad. De lo contrario, rápidamente comienzan a experimentar estrés o incluso frustración.

Tienen problemas de relación.

La falta de empatía en las personas intolerantes puede causarles serios problemas sociales. Deben corregir, dominar e imponer siempre su punto de vista. Por ello, las personas de su entorno suelen ser pasivas o tener baja autoestima. De lo contrario, su interacción es imposible o demasiado complicada.

Suelen ser muy celosos.

Será difícil para una persona impaciente aceptar el éxito de otra persona, porque esa persona siempre estará en un nivel diferente y, como resultado, su nivel estará equivocado. Además, si esa persona tiene una mentalidad más abierta y tolerante, la persona intolerante se sentirá incómoda. Su nivel de ansiedad aumentará porque está mal desde su punto de vista. También pueden ser muy celosos de corazón.

Estas son actitudes comunes que observamos en personas intolerantes en un grado u otro. ¿Te identificas con alguno de ellos? Si es así, pon fin a esto hoy. Confía en mí, serás más feliz y tu vida será más rica.

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