Síndrome de la botella

Síndrome de la botella

¡No, las caries no solo afectan a los dientes permanentes! Un niño pequeño al que se le ofrece regularmente un biberón de bebida azucarada está expuesto al síndrome de alimentación con biberón, caracterizado por múltiples caries que afectan los dientes de leche. La prevención y el tratamiento precoz son fundamentales para evitar graves consecuencias para la salud bucal.

Síndrome de la botella, ¿qué es?

Definición

El síndrome del biberón, también conocido como cavidad del biberón, es una forma grave de caries en la primera infancia, que se manifiesta como el desarrollo de múltiples caries que afectan a los dientes de leche y que progresan rápidamente.

Causas

Durante la primera infancia, la exposición prolongada y repetida a bebidas azucaradas (zumos de frutas, gaseosas, bebidas lácteas…), incluso diluidas, es la causa de este síndrome. A menudo afecta a los niños que se duermen con el biberón, de ahí su nombre.

Los azúcares refinados promueven la producción de ácido por bacterias en la boca (lactobacilos, actinomices y Streptococcus mutans). Pero la leche materna también contiene azúcares, y un niño que es amamantado después de haber comenzado la dentición también puede desarrollar caries.

Los dientes temporales son más sensibles que los dientes permanentes al ataque ácido de las bacterias porque su capa de esmalte es más fina. También son más difíciles de limpiar. Además, el niño pequeño duerme mucho; sin embargo, la producción de saliva, que desempeña un papel protector, se reduce considerablemente durante el sueño. En estas condiciones, la destrucción de los dientes progresa rápidamente.

Diagnóstico

El dentista aprende sobre los factores de riesgo interrogando a los padres y examinando cuidadosamente el interior de la boca. La mayoría de las veces, el diagnóstico se realiza fácilmente, ya que las caries son visibles a simple vista.

Se puede usar una radiografía dental para determinar la extensión de la caries.

La gente interesada

La caries en la primera infancia, que afecta a los dientes temporales, es muy común. En Francia, del 20 al 30% de los niños de 4 a 5 años presentan al menos una caries no tratada. El síndrome de alimentación con biberón, que es una forma grave y precoz de caries en la primera infancia, afecta a alrededor del 11% de los niños de entre 2 y 4 años.

Los estudios muestran que el síndrome de alimentación con biberón es particularmente común en poblaciones desfavorecidas y precarias.

Los factores de riesgo

El uso inadecuado del biberón (prolongado o antes de acostarse), la mala higiene bucal y la falta de flúor favorecen la aparición precoz de caries.

Los factores hereditarios también están involucrados, algunos niños tienen dientes más frágiles o un esmalte de peor calidad que otros.

Síntomas del síndrome de alimentación con biberón

Las caries

Los dientes frontales son los primeros afectados, las primeras caries suelen aparecer primero en los superiores, entre los caninos. Aparecen manchas en el diente cariado. A medida que avanza la caries, se clava en el diente y puede atacar el cuello.

Los dientes adquieren un color marrón y luego negruzco. La desmineralización del esmalte y luego de la dentina los vuelve muy frágiles y se rompen con facilidad. Sin cuidado, los dientes carcomidos por caries terminan reduciéndose a muñones.

Las caries más graves son causa de abscesos e inflamación de las encías. También son responsables de ataques que ponen en peligro los futuros dientes permanentes.

dolor

Los dolores inicialmente no son muy intensos o incluso ausentes, luego se agudizan cuando las caries atacan la pulpa (la dentina) y comienzan a excavar los dientes. El niño se queja cuando come y ya no tolera el contacto con el frío o el calor.

Las caries también pueden ser la causa de dolor crónico o dolor de muelas cuando el nervio se ve afectado.

Consecuencias

El síndrome de la alimentación con biberón puede tener consecuencias deletéreas sobre el desarrollo de la esfera orofacial, provocando por ejemplo trastornos de la oclusión dentaria con la boca cerrada, o incluso dificultades para adquirir el lenguaje.

En términos más generales, causa dificultad para masticar y comer y puede ser fuente de desnutrición, con repercusiones en el crecimiento. El sueño del niño se ve perturbado por el dolor, sufre dolores de cabeza y su estado general se deteriora. 

Tratamientos para el síndrome de alimentación con biberón

Cuidado dental

La atención odontológica realizada en el consultorio del dentista debe intervenir lo más rápido posible para detener la progresión de las caries. Muy a menudo, es necesaria la extracción de dientes cariados. Se puede realizar bajo anestesia general cuando la enfermedad está muy avanzada.

Se puede proponer la colocación de coronas pediátricas o pequeños aparatos.

Tratamiento de fondo

Se pueden recetar tabletas de fluoruro para detener la progresión del síndrome. Sin embargo, el tratamiento básico, inseparable del cuidado dental, radica sobre todo en la implementación de medidas higiénicas y dietéticas: modificación de la conducta alimentaria, aprender a cepillarse los dientes, etc.

Prevenir el síndrome de alimentación con biberón

Desde temprana edad, el niño debe estar acostumbrado a beber agua. Se recomienda evitar ofrecerle bebidas azucaradas para calmarlo, y sobre todo dejarle el biberón para que se duerma.

La transición a los alimentos sólidos no debe retrasarse: al reducir el uso del biberón alrededor de los 12 meses, reduciremos el riesgo de que su hijo desarrolle un síndrome de alimentación con biberón. Sin embargo, con la condición de limitar los azúcares refinados, por ejemplo, ¡reemplazándolos con pan! Además, las bacterias que causan las caries a menudo son transmitidas por los padres. Por tanto, es mejor evitar chupar la cuchara de su hijo.

La higiene dental requiere un cuidado cuidadoso desde una edad temprana. Primero se puede usar una compresa húmeda para limpiar los dientes y las encías del bebé después de una comida. Alrededor de los 2 años, el niño podrá empezar a utilizar un cepillo de dientes adaptado con la ayuda de sus padres.

Por último, no se debe descuidar el seguimiento odontológico: a partir de los 3 años, las consultas odontológicas pueden ser regulares.

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