Comida para el cerebro

¿Qué podemos hacer ahora para mantener un cerebro saludable y una mente clara en los próximos años? Podemos comer conscientemente e incluir en nuestra dieta diaria alimentos que contengan los elementos necesarios para el normal funcionamiento del cerebro. 1) vitaminas B Estas son las principales vitaminas que regulan el funcionamiento del cerebro y la memoria. Son antioxidantes indispensables, apoyan el funcionamiento de todo el sistema nervioso central, protegen el cerebro de la sobrecarga y el estrés, activan la memoria y son responsables de la capacidad de aprender. Tres vitaminas principales de este grupo: • Vitamina B6 (piridoxina). Responsable de la absorción de aminoácidos esenciales para el cerebro (triptófano, cisteína, metionina) y de la síntesis de neurolépticos (norepinefrina y serotonina), necesarios para el funcionamiento activo del cerebro. La falta de esta vitamina en el organismo puede provocar una disminución de la inteligencia, la memoria y trastornos mentales. La vitamina B6 se encuentra en los aguacates, las espinacas, los plátanos y las papas Russet. • La vitamina B9 (folato o ácido fólico) afecta la excitabilidad del sistema nervioso central. Con la edad, el valor de esta vitamina para el cuerpo aumenta significativamente. El ácido fólico le permite guardar y restaurar parcialmente la memoria a corto y largo plazo y aumentar la velocidad del pensamiento. La vitamina B9 es rica en espárragos, brócoli, limones, vegetales de hojas verdes y frijoles. • Vitamina B12 (cianocobalamina). Nuestra sensación de bienestar o problema depende de la concentración de esta vitamina en el cuerpo. La vitamina B12 es un regulador natural de la actividad diaria: ayuda al cuerpo a cambiar entre la vigilia y el sueño. Se sabe que es durante el sueño cuando la información se transfiere de la memoria a corto plazo a la memoria a largo plazo. Puede obtener vitamina B12 de cereales enriquecidos con vitaminas, levadura y algas marinas. 2) vitamina D La vitamina D afecta la salud ósea e inmunológica, la absorción de calcio, el rendimiento deportivo y la función cerebral. También contribuye a la prevención de la aterosclerosis, mantiene la elasticidad de los vasos sanguíneos y capilares del cerebro, previene el envejecimiento prematuro y los cambios degenerativos. Los estudios muestran que una deficiencia significativa de vitamina D duplica el riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el cerebro. La vitamina D también se conoce como la "vitamina del sol" y se sintetiza en el cuerpo cuando se expone a la luz solar. Trate de estar al sol al menos 2-3 veces a la semana. La vitamina D se encuentra en productos lácteos y hongos secados al sol. 3) Ácidos grasos omega-3 Los ácidos grasos omega-3, también llamados “grasas saludables”, no son producidos por el cuerpo y solo se pueden obtener de los alimentos. Los necesitamos para el normal desarrollo y funcionamiento activo de los sistemas cerebral, vascular, inmunológico y reproductivo, así como para el buen estado de la piel, cabello y uñas. Los ácidos grasos omega-3 se encuentran en nueces, semillas (lino y chía) y aceites vegetales (oliva y linaza). En muchos casos, la demencia y la enfermedad de Alzheimer pueden prevenirse y ralentizarse. Una nutrición adecuada es la clave para la longevidad. Fuente: myvega.com Traducción: Lakshmi

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