Dieta de Copenhague: ¿qué vale la pena saber al respecto?
Dieta de Copenhague: ¿qué vale la pena saber al respecto?Dieta de Copenhague

La dieta Copenhagen es una dieta que en su naturaleza supone el uso de un plan nutricional increíblemente riguroso durante un período de trece días. Durante este tiempo, debe comer solo tres comidas al día, a saber, desayuno, almuerzo y cena. Sus seguidores creen que de esta manera se puede perder incluso una docena de kilos en menos de dos semanas.

La dieta de Copenhague puede considerarse algo esquemática porque su menú de trece días consiste en comidas similares, si no casi iguales. Incluyen los mismos productos que se van a consumir durante la pérdida de peso. Una de las reglas más importantes es observar los horarios adecuados para las comidas. Desayuno por la mañana, almuerzo antes de las 14 h y cena hasta las 18 h Otra regla se refiere a la cantidad de calorías que ingieres, porque deben limitarse a 900 durante el día. En este punto se deben enumerar los componentes básicos de la dieta, que son la carne magra, las verduras, los huevos, el café o el té verde.

El tratamiento de trece días tiene como objetivo entrenar limitándose a pequeñas porciones de comida, también ayuda a eliminar todos los malos hábitos, incluido el hábito de picar entre comidas, gracias a lo cual el riesgo del efecto yo-yo se limita seriamente. Sin embargo, antes de asumir el reto, piensa bien si es necesario y, si te decides por este tratamiento restrictivo, planifica bien tus comidas. Para evitar tentaciones constantes en las tiendas, compre todos los productos con anticipación.

A pesar de todas las ventajas de la dieta de los trece días, se trata de una dieta pobre en vitaminas y minerales, por lo que es importante suplir las carencias vitamínicas durante su duración. Asimismo, en ningún caso se debe alargar o acortar el tiempo del tratamiento, ya que de esta forma no conseguiremos resultados satisfactorios.

También vale la pena saber que los primeros días de estar en la dieta de Copenhague son los más difíciles. Por eso en estos días se recomienda beber al menos dos litros de agua mineral durante el día. El día, en cambio, se puede iniciar con una taza de café, endulzado con una cucharadita rasa de azúcar, que estimulará al organismo a actuar y te permitirá empezar mejor el día.

Según los nutricionistas, cuando se usa la dieta de Copenhague, la sal también debe eliminarse del menú, especialmente si hasta ahora se ha usado en la cocina en cantidades bastante grandes. Para sustituirlo, podemos utilizar hierbas frescas, como la albahaca, el tomillo o el orégano, que además aportan un gran sabor a los platos preparados.

Recuerda también que los primeros días de uso de la dieta pueden causar leves dolores de cabeza, así como debilidad general, pero cuando pasen, deberíamos sentirnos mucho mejor y el buen humor debería volver.

También es sumamente importante que antes de aplicar cualquier dieta, incluso aquellas consideradas seguras, es necesario prepararse a fondo para el tratamiento. En primer lugar, asegúrese de que la dieta realmente no le hará daño.

 

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