¿Su hijo muerde? He aquí cómo reaccionar y hacer que se detenga

¿Su hijo muerde? He aquí cómo reaccionar y hacer que se detenga

El niño que no logra hacerse entender y que busca exteriorizar una situación que lo angustia, enoja o frustra, puede venir a morder para ser escuchado. Para limitar este tipo de comportamiento, comencemos por comprender y descifrar las emociones del niño.

El niño que muerde, entre la dentición y el mecanismo de defensa

Es alrededor de los 8 o 9 meses que aparece este tipo de comportamiento. Pero a esta edad, de ninguna manera es un impulso repentino de descargar sus emociones. Es la dentición y la incomodidad que la acompaña lo que incita al niño a morder. Así que no tiene sentido regañarlo o explicarle con saña que esto es algo malo. El bebé aún no puede entender, es demasiado pequeño. Para él, es solo una forma efectiva de aliviar su malestar físico.

Por otro lado, pasada esta edad, las picaduras pueden adquirir un significado completamente nuevo:

  • Mecanismo de defensa, especialmente en las comunidades y en presencia de otros niños (guardería, escuela, niñera, etc.);
  • En respuesta a la frustración impuesta por un adulto (confiscación de un juguete, castigo, etc.);
  • Para mostrar su enfado, para jugar o porque el niño está muy cansado;
  • Porque vive en una situación estresante que no puede manejar o para llamar la atención;
  • Y finalmente, porque reproduce un gesto brutal y / o violento del que ha sido testigo.

Tu hijo muerde, ¿cómo reacciona?

No se demore en reaccionar cuando su hijo muerda, pero mantenga la calma. No hay necesidad de enojarse y regañarlo, su cerebro aún no es capaz de entender que hizo algo estúpido y sacar conclusiones de ello. Para él, morder no es algo malo, es más bien un reflejo instintivo en respuesta a una preocupación que encuentra. Por eso, es mejor explicarle las cosas con calma para hacerle entender con dulzura que no tiene que empezar de nuevo. Utilice palabras sencillas de "No quiero que muerda" y sea firme. También puedes mostrarle las consecuencias de su gesto (“Ves, tenía dolor. Está llorando”) pero no entre en largas explicaciones que el niño no entenderá.

Si su hijo ha mordido a un hermano oa un compañero de juegos, comience por consolar al pequeño que lo mordió. Al otorgar ternura a este último, el niño que intentaba llamar la atención comprende entonces que su gesto es inútil. También puede pedirle que “cure” al otro niño para que se dé cuenta del dolor que le ha infligido. Luego pídale que vaya a buscar un paño o una manta para calmar a su amigo.

Es importante marcar la ocasión y explicarle a su hijo que lo que ha hecho está mal. Sin embargo, tampoco dramatice la situación. No hay necesidad de llamarlo "malo". Este término, ajeno al incidente, solo serviría para dañar su autoestima, y ​​de ninguna manera mejoraría su comportamiento. También evite morderlo a su vez; algunos padres se sienten obligados a infligirle lo mismo dolor a cambio de "mostrarle" lo que hace. Pero es absolutamente inútil. Por un lado, el niño no hace la conexión y por otro, podría tomar este gesto como una normalidad ya que sus propios padres lo usan.

Evite la recurrencia en el niño que ha mordido

Para resolver el problema y limitar la recurrencia, debe comprender qué lo hizo morder. Entonces, hágase preguntas sobre las circunstancias del incidente: ¿quién? o ? Cuándo ? ¿Dio alguna razón? ¿Estaba cansado? Y sacar las conclusiones correctas y posibles soluciones. Para ello, no dude en abrir el diálogo con preguntas abiertas.

Esté también en alerta durante los siguientes días. Si siente que está listo para empezar de nuevo, aíslelo rápidamente, manténgalo cerca de usted y valore sus gestos amables y amables hacia otros niños. Calmarlo y tranquilizarlo le permitirá desviar su atención liberándolo de su agresividad puntual.

Finalmente, ofrézcase a ayudarla a expresar y exteriorizar sus sentimientos usando palabras o dibujos. Con tarjetas o fotos de un niño feliz, enojado, triste, cansado, etc. anímelo a compartir sus sentimientos con usted.

Muchos niños muerden. Este paso suele ser parte de los comportamientos que deben experimentar y que deben aprender a abstenerse. Sea firme y paciente para apoyarlo lo mejor posible durante esta fase.

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