Electrochoque

Electrochoque

Afortunadamente, los tratamientos de TEC han cambiado mucho desde su primer uso a finales de los 30. Lejos de haber desaparecido del arsenal terapéutico, todavía se utilizan para tratar la depresión grave o determinados casos de esquizofrenia en particular.

¿Qué es la terapia electroconvulsiva?

La terapia electroconvulsiva o sismoterapia, más a menudo llamada hoy en día terapia electroconvulsiva (TEC), consiste en enviar una corriente eléctrica al cerebro para crear una convulsión convulsiva (epilepsia). El interés se basa en este fenómeno fisiológico: por reflejo de defensa y supervivencia, durante una crisis convulsiva el cerebro secretará varios neurotransmisores y neurohormonas (dopamina, norepinefrina, serotonina) implicados en los trastornos del estado de ánimo. Estas sustancias estimularán las neuronas y promoverán la creación de nuevas conexiones neuronales.

¿Cómo funciona el tratamiento de electroshock?

La terapia electroconvulsiva (TEC) se puede realizar durante la hospitalización o de forma ambulatoria. El consentimiento del paciente es obligatorio, como ocurre con cualquier acto médico.

A diferencia de los inicios de la sismoterapia, ahora se coloca al paciente bajo anestesia general corta (de 5 a 10 minutos) y curarización: se le inyecta curare, una sustancia que causa la parálisis de los músculos, para prevenir convulsiones musculares y prevenir el 'no' t se lastimó a sí mismo.

Luego, el psiquiatra colocará diferentes electrodos en la cabeza del paciente, para poder monitorear la actividad cerebral durante todo el procedimiento. A continuación, se administran al cráneo una estimulación eléctrica repetida de muy corta duración (menos de 8 segundos) de una corriente de muy baja intensidad (0,8 amperios) para provocar un ataque convulsivo de unos treinta segundos. La debilidad de esta corriente eléctrica permite evitar los graves efectos secundarios previamente observados después del electrochoque:

Las sesiones se pueden repetir 2 o 3 veces por semana, para curas que van desde unas pocas sesiones hasta una veintena, dependiendo de la evolución del estado de salud del paciente.

¿Cuándo usar electroshock?

Según las recomendaciones sanitarias, la TEC se puede utilizar como primera línea cuando existe un riesgo vital (riesgo de suicidio, deterioro grave del estado general) o cuando el estado de salud de un paciente es incompatible con el uso de "otra forma de tratamiento eficaz". terapia, o como tratamiento de segunda línea tras el fracaso de un tratamiento farmacológico estándar, en estas diferentes patologías:

  • depresión mayor;
  • bipolaridad en ataques maníacos agudos;
  • ciertas formas de esquizofrenia (trastornos esquizoafectivos, síndromes paranoides agudos).

Sin embargo, no todos los establecimientos practican la TEC, y existe una fuerte disparidad en el territorio para esta oferta terapéutica.

Después del electrochoque

Después de la sesión

Es común observar dolores de cabeza, náuseas, pérdida de memoria a corto plazo.

Los resultados

La eficacia curativa a corto plazo de la TEC sobre la depresión mayor se ha demostrado en un 85 a un 90%, es decir, una eficacia comparable a la de los antidepresivos. Se requiere tratamiento de consolidación después del tratamiento con TEC, debido a la alta tasa (35 y 80% según la literatura) de recaídas depresivas en el año siguiente. Puede ser un tratamiento farmacológico o sesiones de TEC de consolidación.

En cuanto a la bipolaridad, los estudios muestran que la TEC es tan eficaz como el litio en el ataque maníaco agudo en pacientes que reciben neurolépticos, y permite obtener una acción rápida sobre la agitación y la euforia.

Los riesgos

La TEC no provoca conexiones cerebrales, pero persisten algunos riesgos. El riesgo de mortalidad asociado con la anestesia general se estima en 2 por 100 sesiones de TEC y la tasa de morbilidad en 000 accidentes por 1 a 1 sesiones.

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